sábado, 18 de junio de 2011

RUTA QUETZAL


'Spanish Day en Perú', primera lección de Historia... ¿y de cultura?

18 JUN 2011 14:51
El primer día cultural de la Ruta Quetzal BBVA en Perú comenzó con la visita a la Plaza de Armas de la capital. En uno de sus costados, a la derecha según sales de la Catedral, se levanta majestuoso el Palacio de Gobierno. Puede que uno de los últimos actos del todavía presidente de la República, Alan García, sea haber recibido a los expedicionarios.

Lo que en un principio se trataba de un acto de cortesía, donde los jóvenes le iban a hacer entrega de un retrato de Baltasar Jaime Martínez Compañón y una répilica de un cuadro de 1799 que muestra la flora y fauna de la nación (el original es de José Ignacio de Lecuanda), se convirtió en la primera lección de Historia de esta XXVI edición.
Tras la intervención de Miguel de la Quadra Salcedo, director del programa, el ministro de Cultura de Perú, Juan Ossio, y Javier Sandomingo, embajador de España en el país, tomó la palabra el presidente. Todos esperaban un discurso institucional de bienvenida a la exedición. Y así comenzó, pero poco a poco fue desgranando la compleja situación geográfica que ha definido las fronteras con los países vecinos. Pero sobre todo del nacimiento de los pueblos.

El imperio Inca ha quedado como la civilización más importante antes de la llegada de Francisco Pizarro, pero su dominio se estableció durante apenas un siglo. Cierto es que por extensión fue el pueblo más amplio en el cono sur, pero antes existieron otros con miles de años de antigüedad. "Los incas son solo la epidermis de la Historia de Perú", aseguró quien en breve será sucedido en el cargo por Ollanta Humala.

¿Cómo logró el conquistador hacerse con tan vasto territorio tras vencer a 50.000 incas con unos 150 soldados aproximadamente? "Pizarro supo convencer al resto de pueblos que habían sido sometidos, más o menos 20.000 individuos, para que lucharan contra ellos", se dirigió García a los jóvenes, para explicarles que más que una conquista aquello fue una guerra civil.

Por eso, el presidente se mostró satisfecho por la idea de seguir los pasos del obispo Martínez Compañón, que llevará a la Ruta Quetzal a conocer muchos de los vestigios de los reinos primitivos del país, al norte de Lima, en dirección a la Selva Amazónica.

El recorrido nos conducirá a los parajes donde se erigieron 23 pirámides, algunas con 700 metros de altura, como la de Tucumé, la más importante de todas. Pero no todo ha sido estudio en esta primera jornada. El embajador de España convocó a la expedición en su residencia para cenar, una tradición que se ha repetido en todas las visitas de la Ruta al país andino.

Si el acto de la mañana fue perdiendo poco a poco el aura de solemnidad, el de la noche sólo tuvo un ánimo: pasarlo bien. Una vez que los lazos se están apretando con fuerza entre los adolescentes, llegó el turno de La Libélula, el grupo folclórico que está guiándoles en todo momento con tambores y dulzainas. Una fiesta así, en un día en que lo español ha marcado la agenda, no podía concluir de otra forma. Una sensación extraña la de ver a finlandeses, lituanos o canadienses mover las caderas al ritmo de 'Paquito el chocolatero'.

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