miércoles, 4 de mayo de 2011

TODO DEL CABALLO

Caballos BrumbyLa historia de Brumby puede considerarse similar o paralela a la del mustang americano. Estos caballos son los descendientes de los caballos escapados o perdidos de los colonos europeos. Antes de la llegada de los colonos, los caballos no existían en Australia. Los primeros caballos que se vieron en Australia, procedían de África del Sur, luego llegaron caballos de razas indonesias e inglesas, caballos pura sangre, caballos árabes,...
La raza Brumby, la raza de caballo salvaje australiana, desciende de esos caballos. Este caballo se encuentra por todas partes en ese país.  Surge a partir del fenómeno de fuga y suelta de caballos ocurrido en Australia. El número de caballos que vivían en estado salvaje aumentó muy rápidamente ya que los colonos solían dejar a los caballos libres cuando no los utilizaban para el trabajo del ganado.
El problema de esta forma de actuar de los colonos, es que el número de caballos que vivían en libertad, los Brumby, eran cada vez mayores. Se adaptaron bien al entorno y cada vez su número era mayor. Y estos robaban el alimento del ganado y de la fauna local, contribuyendo así a su extinción.

Se planteaba un posible problema de desequilibrio ecológico. Así, los Brumby pasan a considerarse como dañinos para el entorno. Y para controlar la población, el gobierno australiano autorizó la caza y derribo de los caballos. Estas batidas y este acoso y derribo podrían provocar la extinción de esta raza de caballos.
Caballo camargués
El caballo camargués lleva el mismo nombre que su región de origen en el delta del río Ródano, en el sur de la Francia. La raza camarguesa es una raza muy primitiva. De hecho, se piensa que este caballo tiene un lazo muy estrecho con los caballos representados en las pinturas rupestres de las cuevas de Lascaux, en Francia.
Este caballo vive en las regiones pantanosas de Camargue desde hace centenares de años. Los vaqueros los utilizan para reunir los rebaños de toros salvajes.
Caballos albinos
Este caballo se caracteriza por su pelaje blanco, por su piel rosada y por sus ojos azul pizarra o azul oscuro. En estado salvaje, el Albino tiene los ojos rosas debido a la falta de pigmentos. El Albino es una de las razas más dóciles, inteligentes y equilibradas que existen.
Caballo Lippizzano blanco
Caballos Lippizzanos
El Lippizzano debe su nombre al acaballadero esloveno de Lipizza, fundado en 1580. Este caballo también es domado en otras regiones de Europa del este. La mayoría de la gente asocia al caballo Lippizzano con la Escuela de Equitación española de Viena.
Sólo los mejores sementales blancos, de cinco años de edad, están admitidos en el programa de entrenamiento. Los mejores caballos se convierten finalmente en sementales reproductores.

El Lippizzano ha demostrado también sus cualidades en el deporte ecuestre o en la doma internacional. El árabe o el andaluz son antepasados de los caballos Lippizzanos.

Aunque no podemos tratar al caballo como una mascota tan común como lo pueden ser los gatos o los perros, por su tamaño, sus cuidados especiales, etc., el papel que desempeña como animal de compañía es de vital importancia.
beso de caballos caricia de caballos

Los mecanismos que controlan las emociones del caballo son similares a los de los humanos. Además de su probada inteligencia, son capaces de sentir emociones tan humanas como el miedo. De ahí su reacción ante posibles peligros o ataques. No es un animal agresivo, por lo que prefiere la huida a la enfrenta.
Los caballos tienen una cierta sensibilidad. Les afecta el ambiente o atmósfera en el que se mueven y en especial, son sensibles al estado de ánimo de la persona con la que se relacionan.
Además, el carácter del caballo es sociable y por tanto necesita comunicarse con los otros miembros de la manada. Es el mismo sentimiento que sentimos las personas cuando estamos rodeados de gente que nos quiere y nos apoya, el sentimiento de seguridad tan necesario para este animal.
Tienen la capacidad de transmitir emociones y pueden establecer una jerarquía dentro de su manada sin violencia.
El lenguaje corporal de los equinos puede ser muy amplio. Tanto su cara como su cuerpo pueden indicar su carácter, su estado de ánimo y su comportamiento, lo que es básico para una buena comunicación entre amo y mascota.



Según los fósiles conocidos, los primeros ungulados aparecen en Asia, en el Paleoceno superior de China. El caballo pertenece a la orden del perisodáctilos, es decir, los ungulados provistos de un número impar de dedos. Uno de estos dedos es predominante y asegura el principal apoyo del animal.
Los caballos pertenecen a la familia de los Equidae, dónde también encontramos a los asnos y a las cebras. Reunidos bajo un único género, Equus, los équidos están repartidos en siete especies:
  • Equus caballus (caballo doméstico)
  • Equus przewalski (caballo de Prezewalski)
  • Equus asinus (asno salvaje de África)
  • Equus bemionus (asno salvaje de Asia)
  • Equus kiang (kiang)
  • Equus zebra (cebra de montaña)
  • Equus burchelli (cebra de Burchell)
Los primeros équidos poseían cuatro dedos en cada  extremidad de sus miembros anteriores y solamente tres en los posteriores. Como resultado de una adaptación progresiva a la carrera, el número de dedos que descansan en el suelo, a lo largo de las edades, luego a tres, posteriormente a dos, hasta la aparición del casco único, característica del caballo actual.
Evolución de los caballosAparecido durante Eoceno, hace alrededor de 54 millones de años, durante mucho tiempo se ha creído que el antepasado más lejano del caballo era el "Hyracotherium leporinum". Pero, estudios recientes los emplazan entre los Paleotheres.
No es hasta casi el final del Plioceno, hace menos de dos millones de años, que la forma actual del caballo se estabiliza con el Pliohippus.

Descubiertos en Estados Unidos, los fósiles atestiguan, por primera vez, la presencia de un dedo único, superado por miembros más alargados que los de sus predecesores.
Los primeros caballos tenían la talla de un cordero, varios dedos en cada pie y dientes adaptados para comer hojas tiernas. Los verdaderos caballos del género Equus aparecieron en América del Norte. El "Orohippus agilis" es uno de los caballos más antiguos conocidos. Sus dientes de corona baja ya estaban adaptados para comer hojas. Pero ya sus premolares eran de mayor tamaño. Este caballo medía 40 cm de cruz.
La historia de los caballos está íntimamente ligada a los cambios climáticos. Después de una evolución larga en el transcurso del Eoceno, cuando el supercontinente se separó, los caballos emigraron hacia Eurasia en el curso de Oligoceno. Ya de tamaño grande, comenzaron a parecerse a los caballos actuales.
El Anchitheriinae fue el primer ejemplar que aparece en Europa. Su pie había conservado tres dedos del pie. Su cuello era más largo que el de los caballos actuales. La especie va entonces a evolucionar sobre todo en América del Norte. Va a hacerse más grande y más adaptada a la carrera.
Durante el transcurso del Oligoceno, hace aproximadamente 30 millones de años, la regresión de los bosques forzó una nueva evolución de los caballos. Tienen que adaptarse a un suelo más duro y a un medio más abierto, frecuentado por numerosos depredadores. Miembros más largos favorecen la huida. Esta especialización también afecto a los dedos, produciéndose una reducción progresiva del número de dedos. La almohadilla plantar desaparece para dejar sitio a un único casco sólido.
Paralelamente, la talla y la potencia de los caballos aumentan. También su dentadura se adapta a su nueva dieta: hierbas duras.

Con el comienzo del Mioceno, los dientes se transforman ya en verdaderas muelas, mejor adaptadas a las gramíneas. Los premolares se hicieron más grandes y acabaron por parecerse a los molares. Estamos ya antes los verdaderos precursores de los caballos modernos.
El Hipparion coloniza Eurasia y África al fin del Mioceno. Los huesos de los miembros de los caballos actuales están dotados de un mecanismo de bloqueo que le permite al animal tenerse en pie sin esfuerzo. El Hipparion no disponía de tal mecanismo.
Según los fósiles conocidos, los primeros ungulados aparecen en Asia, en el Paleoceno superior de China. El caballo pertenece a la orden del perisodáctilos, es decir, los ungulados provistos de un número impar de dedos. Uno de estos dedos es predominante y asegura el principal apoyo del animal.
Los caballos pertenecen a la familia de los Equidae, dónde también encontramos a los asnos y a las cebras. Reunidos bajo un único género, Equus, los équidos están repartidos en siete especies:
  • Equus caballus (caballo doméstico)
  • Equus przewalski (caballo de Prezewalski)
  • Equus asinus (asno salvaje de África)
  • Equus bemionus (asno salvaje de Asia)
  • Equus kiang (kiang)
  • Equus zebra (cebra de montaña)
  • Equus burchelli (cebra de Burchell)
Los primeros équidos poseían cuatro dedos en cada  extremidad de sus miembros anteriores y solamente tres en los posteriores. Como resultado de una adaptación progresiva a la carrera, el número de dedos que descansan en el suelo, a lo largo de las edades, luego a tres, posteriormente a dos, hasta la aparición del casco único, característica del caballo actual.
Evolución de los caballosAparecido durante Eoceno, hace alrededor de 54 millones de años, durante mucho tiempo se ha creído que el antepasado más lejano del caballo era el "Hyracotherium leporinum". Pero, estudios recientes los emplazan entre los Paleotheres.
No es hasta casi el final del Plioceno, hace menos de dos millones de años, que la forma actual del caballo se estabiliza con el Pliohippus.
Descubiertos en Estados Unidos, los fósiles atestiguan, por primera vez, la presencia de un dedo único, superado por miembros más alargados que los de sus predecesores.
Los primeros caballos tenían la talla de un cordero, varios dedos en cada pie y dientes adaptados para comer hojas tiernas. Los verdaderos caballos del género Equus aparecieron en América del Norte. El "Orohippus agilis" es uno de los caballos más antiguos conocidos. Sus dientes de corona baja ya estaban adaptados para comer hojas. Pero ya sus premolares eran de mayor tamaño. Este caballo medía 40 cm de cruz.
La historia de los caballos está íntimamente ligada a los cambios climáticos. Después de una evolución larga en el transcurso del Eoceno, cuando el supercontinente se separó, los caballos emigraron hacia Eurasia en el curso de Oligoceno. Ya de tamaño grande, comenzaron a parecerse a los caballos actuales.
El Anchitheriinae fue el primer ejemplar que aparece en Europa. Su pie había conservado tres dedos del pie. Su cuello era más largo que el de los caballos actuales. La especie va entonces a evolucionar sobre todo en América del Norte. Va a hacerse más grande y más adaptada a la carrera.
Durante el transcurso del Oligoceno, hace aproximadamente 30 millones de años, la regresión de los bosques forzó una nueva evolución de los caballos. Tienen que adaptarse a un suelo más duro y a un medio más abierto, frecuentado por numerosos depredadores. Miembros más largos favorecen la huida. Esta especialización también afecto a los dedos, produciéndose una reducción progresiva del número de dedos. La almohadilla plantar desaparece para dejar sitio a un único casco sólido.
Paralelamente, la talla y la potencia de los caballos aumentan. También su dentadura se adapta a su nueva dieta: hierbas duras.
Con el comienzo del Mioceno, los dientes se transforman ya en verdaderas muelas, mejor adaptadas a las gramíneas. Los premolares se hicieron más grandes y acabaron por parecerse a los molares. Estamos ya antes los verdaderos precursores de los caballos modernos.
El Hipparion coloniza Eurasia y África al fin del Mioceno. Los huesos de los miembros de los caballos actuales están dotados de un mecanismo de bloqueo que le permite al animal tenerse en pie sin esfuerzo. El Hipparion no disponía de tal mecanismo.

0 comentarios:

Publicar un comentario

Share

Twitter Delicious Facebook Digg Stumbleupon Favorites