Es una raza de caballo cuyo origen está en Portugal, y cuyo nombre proviene del término lusitano. Es un caballo ibérico de clase barroca, que hasta los años 60 aparecía, en los libros, en los mismos registros, que el caballo andaluz. Sus características más importantes es que posee una alzada en cruz que va de 1.50 a 1.60, su cuerpo es muy compacto, con cuartos traseros muy musculazos. Sus patas son fuertes y largas, con una gran amplitud en el paso, posee una grupa de manera inclinada, y una cola de inserción de tipo bajo, el pecho ancho, las costillas redondeadas, una amplia frente, una nariz de clase romana, crines y cola de manera abundante. Tiene una gran cantidad de clases, pero los más frecuentes son, sin duda, el palomino y el cremello. Como sucede con los caballos andaluces, una de las razones por las que gusta tanto, es por su bravura, por su nobleza y por su flexibilidad; y, se emplea, sobre todo, en el rejoneo, la monta, como la doma más clásica.
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