El asturcón, el caballo de Asturias
En Asturias el caballo de referencia es El asturcón.  Una de las reservas de este caballo se encuentra en el concejo de  Piloña, en la sierra del Sueve. Es uno de los caballos de referencia en  los textos clásicos, a partir de la Retorica ad herenium (año  80 a.de C.). Según algunas interpretaciones el nombre "asturcón" podría  relacionarse con el término prerromano "con", que significa peña, de  manera que sería "caballo asturiano de las peñas". 
       El asturcón vive en libertad todo el año. Se  conforma con forrajes no aprovechados por otras razas, capaz de  sobrevivir en épocas de escasez. Soporta bien las inclemencias  climáticas y sus resistencia física le permite vivir en zonas agrestes.  Una vez domados ponen de manifiesto un temperamento excelente, de modo  que el asturcón resulta un poni ideal para los niños. Además su acción  es suave, sencilla y muy cómoda, a lo que hay que añadir la seguridad de  su paso y su disposición natural para el salto. Con el arnés demuestra  aptitudes excepcionales.  
 Se trata de un caballo pequeño, que no supera los 121 cm. hasta la  grupa, de aspecto tosco y poco airoso. Tiene la cabeza cuadrada y corta,  cuello poderoso, espalda corto y pecho robusto. Los ojos son grandes,  negros y vivos. Las orejas pequeñas y móviles. Los ollares amplios y  dilatados. Las crines largas y muy pobladas. El cuello, de longitud  media, moderadamente fino, tiende a curvarse en los machos adultos. Las  extremidades son finas y fuertes. El potro recién nacido presenta una  pelusa suave de color gris. Las hembras poseen caninos en la mandíbula  inferior, lo que prueba la escasa evolución de la raza. Las yeguas  tienen un período de gestación de once meses. Y como todos los ponis, su  longevidad es mayor que la de los caballos.  
Los textos romanos mencionan a los asturcones, como parte integrante de  las tropas que sirvieron en todo el imperio. Durante la edad media y  moderna el asturcón fue pieza clave en la actividad económica del país.  En el siglo XV fueron transportados a Irlanda, donde resultaron muy  valorados,y más tarde fueron exportados incluso hasta París, donde  servían para arrastrar pequeños carruajes. Mientras perduró la tracción  animal, grupos de asturcones eran vendidos anualmente en distintas zonas  de España para usarlos en tareas agrícolas.   A finales de los años 70 una veintena de ganaderos fundó la Asociación  para la conservación del asturcón del Sueve (ACAS), con sede en Borines y  con el objetivo de conservar la raza. La Asociación asturiana de amigos  de la naturaleza (ANA) rescató ejemplares de asturcones para que se  reprodujesen y el Ministerio de Agricultura apoyó el esfuerzo para  preservar la pureza del caballo, con una orden (19 de marzo de 1980) que  declaraba al asturcón "raza autóctona de Asturias, de fomento y  protección especial". En 1981 se creó la Asociación de criadores de  ponis de raza asturcón(ACPRA) para criar el asturcón con pureza. De  hecho la historia de Asturias no se concibe sin la aportación de este  animal, encajado naturalmente en la escarpada e irregular geografía  cantábrica, emparentado con otros ponis celtas que habitan territorios  marítimos europeos, desde Islandia y las islas Shetland hasta Portugal.  
 (Algunos datos aquí indicados están tomados del libro "Asturcón"  -Principado de Asturias 2003, Ediprodar- concretamente del prólogo  escrito por Mario Bango que, amablemente, concedió permiso para  reproducirlos).  






       
       
       
1 comentarios:
Esta genial el blog y me encantan los asturcones visita mi blog: www.sobreasturcones.wordpress.com y dejad porfavor un comentario de lo que os a parecido. besos.
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