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La Procesión que se inicia con una misa en la Catedral, presidida por el Obispo de la Diócesis (este año no pudo asistir por la visita de obispos del Perú a Roma, Ad-limina, y fue presidida por el Padre Rector del Seminario Diocesano de Chiclayo) y acompañada de miles de fieles recorre varias calles del centro de la ciudad recibiendo a su paso los honores y las muestras de gratitud y veneración de la población. Es importante recalcar que en esta Diócesis del Perú el Movimiento de Schoenstatt solo cuenta con un pequeño grupo de Misioneras de la Campaña de la Virgen Peregrina, pero que con gran fe y visión se atrevieron a llevar adelante este desafío. Hoy nuestra Mater de Schoenstatt es conocida en toda la ciudad, no solo por tan hermosa procesión, también por sus Ermitas, las cuales han sido bendecidas con asistencia de las altas autoridades de la ciudad (Alcalde de la Provincia y Regidores). La Campaña es una misión inserta en la Iglesia, un camino de pastoral moderno que tiene como fin específico la evangelización de las familias. Va al encuentro de todos, promoviendo la vivencia de los valores cristianos. Su fuerza de irradiación radica en que parte del Santuario y llega al pueblo con sus necesidades y preocupaciones. Hace unos días atrás llegó a Chiclayo el Asesor Nacional el P. José Luis Correa quien junto a un entusiasta grupo de mujeres ha dado inicio al primer grupo de señoras, tarea y compromiso hacia delante. Nuestra misión es llevar a Schoenstatt a todos los rincones del Perú y con ello a nuestro Padre al corazón de la Iglesia. "Padre tu herencia nuestra vida y misión", lema del Movimiento de Schoenstatt en Perú para este tiempo hasta el centenario de ordenación sacerdotal del Padre Kentenich. |
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