Francia, Irlanda e Inglatera son las cunas de la hípica europea, lugares donde es habitual ser propietario de un corcel y donde la industria del caballo es tan importante y lucrativa como el fútbol, ese deporte que eclipsa, casi por completo, al resto.
En España, la reapertura del hipódromo de la Zarzuela de Madrid el año pasado ha demostrado que la pasión ecuestre no es un espejismo en nuestro país y que, además, mueve dinero. Pero las carreras no son la única modalidad espectacular de la hípica: quién no ha visto alguna vez, aunque sea en películas del oeste, competiciones de doma de caballos.
Montevideo equina
Sin embargo, no en los Estados Unidos, país que puede ser el primero en venir a la memoria, sino en la ciudad uruguaya de Montevideo es donde se ha celebrado la semana Creole, en la que los mejores jinetes gauchos trataron de demostrar su destreza con las riendas.
Coincidiendo con la Semana Santa, los competidores permanecerán en la capital de la nación charrúa para dirimir quién es el mejor de todos domando a caballos salvajes. Los rodeos siguen más vivos que nunca, por lo menos en Uruguay.
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