En el año 1610, treinta años después de la segunda fundación de Buenos Aires y doscientos años antes de la Revolución de Mayo, un escrito del antropólogo militar español Félix de Azara describe una escena deportiva que se realizó en la ciudad: “se juntan para esto dos cuadrillas de hombres de a caballo y se señalan dos sitios apartados como de una legua. Luego cosen un cuero en el que se ha introducido un pato vivo que deja la cabeza afuera, teniendo el referido cuero dos o mas asas o manijas, de las que se toman los dos más fuertes de cada cuadrilla en la mitad de la distancia de los puntos asignados y metiendo espuelas tiran fuertemente hasta que el mas poderoso se lleva el pato, cayendo su rival al suelo si no lo abandona. El vencedor echa a correr y los del bando contrario lo siguen y lo rodean hasta tomarlo de alguna de las manijas, tiran del mismo modo, quedando al fin vencedora la cuadrilla que llego con el pato al punto señalado”.
Cien años más tarde el ingeniero militar francés Amadeo Freizer detalla una escena parecida a la de Félix de Azara: “Fui testigo de una fiesta que los encomenderos de dos españoles que se llamaban Pedro se dieron el día del santo de sus amos en una aldea de Talcahuano, cerca de la cual estábamos anclados. Después de oír misa montaron a caballo para correr la gallina, como se corre la oca en Francia, con unas diferencias: que todos se arrojaban sobre el que ha obtenido la cabeza para quitársela y llevársela ante aquel en honor del cual hacen la fiesta; corriendo a todo galope se topaban para quitársela y a la carrera recogía del suelo todo lo que derribaban por tierra”.
Pero el 23 de febrero de 1739 en la ciudad de Santiago del Estero llegó la primera prohibición del juego: “es demasía y atropello jugar pato en medio de la ciudad”. Sesenta años más tarde el Sacristán Mayor de la Parroquia de Luján anuncia que serán excomulgados quienes practiquen el juego.
El 21 de junio de 1822 el Gobernador de Buenos Aires, Martín Rodríguez, declara el decreto con el cual la prohibición de jugar Pato se hace fehaciente: “Todo el que se encuentre en este juego, por la primera vez será destinado por un mes a los trabajos públicos; por dos meses en la segunda, y por seis en la tercera y quedaran sujetos a la indemnización de los daños que causaren”.
"La prohibición de este deporte no se debió a la muerte del pato, si no a la de los participantes, ya que cuando no moría alguno entre las patas de los animales, lo hacía a causa de disputas con facones; por esta misma razón la iglesia católica prohibió dar sepultura cristiana a todo quien muriese en este deporte".
Por suerte, con el avance cultural y la protección a todos los seres vivos, se convirtió en una práctica con reglas que lo moderan, y con una pelota con 6 asas, que reemplaza al pobre animal.
Hoy en día es un deporte similar al Polo, y los jugadores llevan camisas de colores, pantalones y botas de montar. El caballo más utilizado es conocido como criollo de patas cortas, que es una raza descendiente de los caballos utilizados por los españoles en la conquista de Sudamérica.
En 1854, Bartolomé Mitre recuerda al deporte en una de sus odas: “El juego del pato no existe ya en nuestras costumbres, es ya una reminiscencia lejana. Prohibido severamente por las desgracias personales a que daba motivo, el pueblo lo ha dejado poco a poco, sin olvidarlo del todo”.
Ya entrado en el siglo XX, Alberto Castillo Posse, jefe de guardia de seguridad de La Plata organiza una exhibición del deporte que despierta una gran concurrencia y admiración de todos los presentes. En 1938 se reglamentó el deporte y Manuel Fresco, gobernador de la ciudad, levantó la prohibición con un comunicado en el que manifestaba que “los deportes están sujetos a las disciplinas que imponen sus reglamentaciones y dicho juego, en la forma en que se practica en la actualidad, es un deporte sano y vigoroso, similar al polo”. El primer partido de la historia (oficial) del Pato fue disputado un 23 de agosto en la cancha de la Asociación Ameghino de Luján (paradójico destino) y concurrieron a él un buen número de autoridades gubernamentales a quienes se sumaron muchos invitados especiales. El partido fue descripto en una crónica del diario La Nación, por lo que significó también la primera narración de un partido en los medios.
En 1941 se crea la Federación Argentina de Pato que fue estructurándose entre los años 1941 y 1946, y que nucleaba a instituciones de este deporte, como "Campos de Pato", "El Cencerro", "Centinela", "Rodeo", "Los Indios", etc. El primer campeonato de Pato se denominó "Intercampos" y lo ganó el Club "Pato Corrales". Posteriormente se creó el Torneo Máximo "Honorable Congreso de la Nación" y lo obtuvo también "Pato Corrales", en 1943, 1944 y 1945.
En el año 1946 se compitió el "Campeonato Argentino de Pato" y obtuvieron este galardón:
1946: "Cencerro"
1947: "General Las Heras"
1948: "Cencerro"
1949: "Cencerro"
1950: "Cencerro"
1951: "El Centinela"
1952: "El Centinela"
1953: "El Centinela"
1954: "El Centinela"
1956: "La Enramada"
1947: "General Las Heras"
1948: "Cencerro"
1949: "Cencerro"
1950: "Cencerro"
1951: "El Centinela"
1952: "El Centinela"
1953: "El Centinela"
1954: "El Centinela"
1956: "La Enramada"
Como las características iniciales del juego cayeron en desuso, por su peligrosidad, luego fue reglamentado de forma que se pudiera competir sanamente: y se estableció una cancha rectangular de 220 metros de largo por 90 metros de ancho, como medidas máximas. En el centro se trazan dos líneas de 6 metros por 4 metros de separación, para marcar la posición inicial de los jugadores en el juego. Los arcos se colocaban en la mitad de las cabeceras, realizados en hierro con parantes acolchados, con un diámetro de un metro, y con una red de 1,40 metros de profundidad.
Lo que antes era un pato ahora es una pelota de cuero blanco, con cámara de goma, y con seis asas de cuero, con un diámetro de 40 centímetros de asa a asa, con un peso total de 1.250 gramos.
Los jugadores son cuatro por bando, de 1 a 4. Los períodos de juego son de 8 minutos y la duración máxima es de 6 períodos, con un intervalo entre cada uno, de 5 minutos.
El pato debe ser recogido y lanzado con la mano derecha.
El 16 de septiembre de 1953, el entonces presidente Juan Domingo Perón firma el Decreto Nº 17.468 en el que establece que el Pato será el “Deporte Nacional”.
En 1970 el Pato se introduce en Francia y en España y la práctica en esos países requirió de una modificación de las reglas del Pato a las condiciones de espacio y costo de los caballos europeos, y se nombró el deporte como “Horseball”. Nombre con el cual se lo practica en la mayoría de los países europeos, Israel, EEUU, Canadá y Brasil.
http://www.argentina.ar/thumbs.php?id=1941&h=370
En 2006, la Federación Argentina de Pato y la Federación Internacional de Horseball, convinieron la modificación del reglamento de Horseball adaptándolo al Pato, logrando llamar a este deporte “Pato-Horseball”. Ese mismo año, en el Predio Ferial de Buenos Aires se realizó el Primer Campeonato del mundo de Pato-Horseball, donde Portugal obtuvo el primer premio y la Argentina quedó segunda. Además de los dos países mencionaron participaron de la competición Austria, Alemania, Francia, Italia, España, Inglaterra, EEUU, Canadá y Brasil. En julio de este año, Portugal organiza un nuevo Mundial de Pato-Horseball.
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