viernes, 2 de diciembre de 2011

HIPOTERAPIA


Hipoterapia
El término Hipoterapia (del griego “Hippos”, caballo) se define como la alternativa terapéutica basada en la aplicación del movimiento multidimensional del equino para el tratamiento de diferentes dolencias físicas y psicológicas en personas humanas.

Se ha demostrado que con esta técnica se obtienen resultados positivos. Niños autistas son capaces de abrazar a su caballo; algo fuera de lo común porque estos niños no abrazan ni a sus familiares en la mayoría de los casos; existen jóvenes en silla de ruedas que han logrado caminar; niños hiperactivos que consiguen obtener estados de relajación, etc.


El movimiento del caballo produce un efecto beneficioso conocido desde la antigüedad. Los griegos aconsejaban practicar la equitación para mejorar el estado anímico de los enfermos incurables. Posteriormente, en el siglo XVII, la medicina siguió utilizando la equitación como método para combatir la gota, enfermedad que en aquella época causaba verdaderos problemas.


En el año 1875, el neurólogo francés Chassiagnac reveló que un equino en movimiento mejora el equilibrio, el movimiento articular y el control muscular de los pacientes. Experimentó con esta idea y acabo concluyendo que montar a caballo mejoraba el estado de ánimo, además de ser benecioso para las personas parapléjicas y con trastornos neurológicos.


El auténtico auge de la hipoterapia en el continente europeo surge a partir de la década de los años 50 y 60, desenvolviéndose primordialmente en Alemania. En este país se experimentó con la relación directa existente entre el desplazamiento del caballo y la respuesta del enfermo.


Este tratamiento es el único por medio del cual el paciente está expuesto a movimientos de vaivén que son muy similares a los que realiza el cuerpo humano al andar. El paciente se ve obligado a reaccionar e interaccionar frente a una serie de estímulos producidos por el trote del animal. De esta manera, se crea reacción que no es sólo muscular sino también sensorial. Está demostrado que el paciente experimenta una mejoría global.


A nivel físico la Hipoterapia ha demostrado ser capaz de mejorar el equilibrio y la movilidad. En general, con esta terapia se han observado:


Efectos fisiológicos:
incremento de la capacidad de percepción de los estímulos, debido al movimiento.
Efectos psíquicos:
se estimula la atención y la concentración frente a otros movimientos.
Efectos físicos:
el caballo posee una temperatura corporal y un volumen muy superiores al ser humamo. Por esta razón, existe una importante transmisión de calor y solidez al ser abrazado y tocado por un niño.

El caballo al trote transmite al jinete un total de 110 movimientos distintos a cada minuto. No existe ni un solo músculo ni zona corporal en el cuerpo al que no se tranfiera un estímulo. En conclusión, podemos afirmar con total seguridad los efectos beneficiosos de esta terapia en pacientes con déficit de movimiento y problemas neurológicos severos.

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