Pensemos en un carruaje de caballos. Ahora en un Hummer H2. Bien, unamos estos dos antagónicos conceptos. ¿Imposible? No para mentes como la del artista Jeremy Dean. Así nace el Hummer H2 que sustituye su motor V8 de 398 CV por un rústico y nada contaminante ‘dos caballos’.
Este singular vehículo es la piedra angular del proyecto bautizado como ‘Back to the Futurama’, que en inglés significa ‘Regreso a Futurama’. El nombre se inspira en la famosa exposición que tuvo lugar en Nueva York 1939 y que fue avalada por General Motors. En Futurama, el artista Norman Bel Geddes trataba de mostrar el aspecto que tendría el mundo vial veinte años después: aún hoy, ese futuro de autovías eléctricas y automatizadas no se ha cumplido.
Dean ha creado su propio Futurama, toda una crítica a las preferencias automovilísticas de EEUU, donde proliferan los SUV más mastodónticos nada respetuosos con el medio ambiente. ‘La sociedad norteamericana ve en estos modelos una expresión de su estatus social. Esta filosofía nos convierte en los mayores consumidores de petróleo del planeta. Pero, ¿cuánto va a durar esto?’ explica Jeremy Dean. ‘Este proyecto es una visión satírica de lo que será el futuro del automóvil en nuestro país. Como no nos replantemos otras opciones que impliquen una reducción del consumo de combustible, no tendremos más remedio que convertir nuestros coches en carruajes de caballos’.
Para hacer realidad el proyecto, que por ahora sólo puede verse mediante esta recreación, el artista se hizo con un Hummer H2 de segunda mano por 15.000 dólares y se lo llevó al recién estrenado Slick’s Garage de Palmeto (Florida) –un taller dedicado a la costumización de modelos clásicos-. Por ahora hemos podido ver como han cercenado la parte delantera del monstruoso todo terreno, queda eliminar el motor y confeccionar el frontal a modo de diligencia. Este ‘regreso al pasado’, basado en los coches de caballos de EEUU de los años 30, se podrá ver a principios de marzo en la próxima edición del Armory Show neoyorquino, una exposición que reúne cada año las obras de arte más vanguardistas de todo el mundo. Allí no sólo estará el H2 menos ‘gastón’ del mundo, sino también un Cadillac Escalade de iguales características.
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