miércoles, 16 de noviembre de 2011

CABALLOS

Caballos y paracaidistas en el cierre del mes del niño


Intrépidos. Los agasajados tuvieron la oportunidad de montar los caballos amaestrados. Foto: EDH/Lissette Lemus
Las destrezas equinas ocupaban toda su atención. No perdía ni un solo detalle de las acrobacias que los jinetes realizaban.

Al igual que Mónica Rodríguez, de 11 años, decenas de niños disfrutaron de un pequeño agasajo ofrecido por la Brigada Especial de Seguridad Militar (BESM), como parte de la clausura del mes de la niñez y la adolescencia.


Además, esa institución quiso rendir un homenaje a los 48 de los atletas salvadoreños con capacidades especiales que participaron, en junio pasado, en los XIX Juegos Mundiales de Verano de Olimpíadas Especiales, realizados en Irlanda.


La pequeña Mónica, quien se adjudicó en la justa internacional una medalla de plata y otra de bronce en la rama del atletismo, se mostró complacida por la celebración.


A parte de las ‘piruetas’ de los caballos, la menor disfrutó enormemente con un espectáculo aéreo, ofrecido por un grupo de paracaidistas.


“Todo me ha gustado mucho”, dijo la diminuta atleta, con un poco de timidez.

En la celebración también participaron 44 niños internos en el Complejo de Integración Social para la Niñez y la Adolescencia (CISNA), que antes vivían en “situación de calle”.

Asimismo, los hijos de los miembros de la BESM también tomaron parte del festejo.

El director del Instituto Salvadoreño para el Desarrollo Integral de la Niñez y la Adolescencia (Isna), Ismael Rodríguez, explicó que actividades como la desarrollada “persiguen promover el rechazo al consumo de drogas en los niños, adolescentes y jóvenes”.

Por su parte, el ejecutivo de la BESM, Miguel Mejía, se mostró complacido con el desarrollo del evento, al tiempo que calificó como “ justo” el reconocimiento otorgado a los atletas especiales

Una vez concluido el espectáculo ecuestre, los menores disfrutaron de la quiebra de piñatas y de un pequeño refrigerio.

Un grupo de payasos animó la recepción con un peculiar sentido del humor.

Un cómico, que se hace llamar “Por gusto”, se robó el espectáculo al retar a todos los niños a una persecución por las instalaciones de la BESM.

El payaso, con una piñata en la mano, corrió alrededor de una cancha de fútbol durante cinco minutos.

El cansancio pudo más y no tuvo más remedio que caer rendido ante el grupo de infantes que lo perseguía.

Luego de la respectiva ‘buruca’, el comediante casi pierde los pantalones y los zapatos por el ímpetu de los agasajados que trataban de quitarle la piñata.

La actividad contó también con la participación de la marimba Alma Pipil, que, al compás de canciones como “El pirulino” y “Flores negras”, puso a bailar a más de uno de los adultos presentes en el lugar.

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