Al ritmo del caballo peruano de paso
Cuenta la leyenda que el purasangre árabe, una de las razas más antiguas del mundo, encantaba con su hermosura y hechizaba a los artistas. Sus cualidades para los deportes, la guerra y la devoción a su amo fueron tal que hicieron de este animal el más misterioso y bello ejemplar. Pero fue en el siglo XVI que la leyenda se volvió a escribir con la conquista española de estas tierras. Los caballos fueron traídos por primera vez al Perú y con el pasar de los años se dio origen al majestuoso y único caballo peruano de paso.
Cuenta la leyenda que el purasangre árabe, una de las razas más antiguas del mundo, encantaba con su hermosura y hechizaba a los artistas. Sus cualidades para los deportes, la guerra y la devoción a su amo fueron tal que hicieron de este animal el más misterioso y bello ejemplar. Pero fue en el siglo XVI que la leyenda se volvió a escribir con la conquista española de estas tierras. Los caballos fueron traídos por primera vez al Perú y con el pasar de los años se dio origen al majestuoso y único caballo peruano de paso.
Su cuerpo es compacto, musculoso, ancho y profundo, característico por poseer extremidades alargadas y a la vez fuertes; la cabeza es plana y ancha con ojos grandes, brillantes y expresivos y su color predominante es el castaño. Así es el caballo peruano de paso.
Pero ¿qué es lo que hace a este animal diferente a otras razas equinas en el mundo? Pues su particular andar y su velocidad intermedia. Debido a que la cabalgadura tiene un suave balanceo horizontal da, al que la monta, una sensación especialmente agradable y única. Es por ello que el 28 de noviembre de 1992 fue declarado patrimonio cultural del Perú.
Los chalanes son sus jinetes y su vestimenta, tan típica como histórica, consta de un sombrero de paja y pañuelo blanco al cuello; de un poncho color habano o vicuña, que es el más vistoso y tradicional, ya que data de los primeros concursos; el cinturón o correa que sujeta los pantalones, y el calzado o botas negras o marrones.
La Asociación Nacional de Criadores y Propietarios del Caballo Peruano de Paso (ANCPCPP), es la única entidad reconocida oficialmente a nivel nacional e internacional, encargada de la conservación, fomento de la crianza, selección y juzgamiento del caballo peruano de paso, así como del cuidado y uso del apero
y la enfrenadura tradicional que lo distinguen. Es, además, la que realiza cada año el concurso nacional de caballos de paso que tiene lugar en la hacienda Mamacona, al sur de Lima.
Cuenta la leyenda que el purasangre árabe, una de las razas más antiguas del mundo, encantaba con su hermosura y hechizaba a los artistas. Sus cualidades para los deportes, la guerra y la devoción a su amo fueron tal que hicieron de este animal el más misterioso y bello ejemplar. Pero fue en el siglo XVI que la leyenda se volvió a escribir con la conquista española de estas tierras. Los caballos fueron traídos por primera vez al Perú y con el pasar de los años se dio origen al majestuoso y único caballo peruano de paso.
Cuenta la leyenda que el purasangre árabe, una de las razas más antiguas del mundo, encantaba con su hermosura y hechizaba a los artistas. Sus cualidades para los deportes, la guerra y la devoción a su amo fueron tal que hicieron de este animal el más misterioso y bello ejemplar. Pero fue en el siglo XVI que la leyenda se volvió a escribir con la conquista española de estas tierras. Los caballos fueron traídos por primera vez al Perú y con el pasar de los años se dio origen al majestuoso y único caballo peruano de paso.
Su cuerpo es compacto, musculoso, ancho y profundo, característico por poseer extremidades alargadas y a la vez fuertes; la cabeza es plana y ancha con ojos grandes, brillantes y expresivos y su color predominante es el castaño. Así es el caballo peruano de paso.
Pero ¿qué es lo que hace a este animal diferente a otras razas equinas en el mundo? Pues su particular andar y su velocidad intermedia. Debido a que la cabalgadura tiene un suave balanceo horizontal da, al que la monta, una sensación especialmente agradable y única. Es por ello que el 28 de noviembre de 1992 fue declarado patrimonio cultural del Perú.
Los chalanes son sus jinetes y su vestimenta, tan típica como histórica, consta de un sombrero de paja y pañuelo blanco al cuello; de un poncho color habano o vicuña, que es el más vistoso y tradicional, ya que data de los primeros concursos; el cinturón o correa que sujeta los pantalones, y el calzado o botas negras o marrones.
La Asociación Nacional de Criadores y Propietarios del Caballo Peruano de Paso (ANCPCPP), es la única entidad reconocida oficialmente a nivel nacional e internacional, encargada de la conservación, fomento de la crianza, selección y juzgamiento del caballo peruano de paso, así como del cuidado y uso del apero
y la enfrenadura tradicional que lo distinguen. Es, además, la que realiza cada año el concurso nacional de caballos de paso que tiene lugar en la hacienda Mamacona, al sur de Lima.
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