sábado, 12 de noviembre de 2011

CABALLOS DESBOCADOS

Entre las muchas enseñanzas del gaucho, destaca la doma del potro y, en particular, el trabajo que hace para adiestrar la boca del animal, para que, en sus diversas tareas futuras, sin perder su libertad y, en comunicación con el hombre, responda a las riendas del freno con docilidad, elegancia y eficiencia.

El uso de tientos de cuero bien sobado, un trato cariñoso, una educación sólida y bien definida, junto a una disciplina firme, son elementos fundamentales en su formación. De lo contrario sale “duro de boca” y puede “desbocarse” en cualquier momento, como a menudo se constata entre personas groseras y de mala formación ciudadana. Desleales.

En vísperas de conmemorarse el primer año del primer triunfo electoral del pueblo paraguayo, después de casi dos siglos sometido a numerosas votaciones pero a ninguna elección, las esperanzas de cambios reciben la agresión de actores políticos que, en buen número, son simples bestias desbocadas. Su capacitación y educación fracasó.

La libertad de prensa y de la actividad política, sindical y de los movimientos sociales, que surgió tras el Golpe de Estado de 1989, contra el tirano General Alfredo Strossner, provocó un destape oral nacional y todo el pueblo, sometido por décadas, comenzó a hablar de todo y se desbocó, generando un estilo general de conversación irresponsable e improvisada en todos los ámbitos de la actividad.

Entre el mediocre mundillo político, el acrítico ambiente universitario, el círculo de empresarios sin cultura empresarial, los partidos políticos de derecha y de izquierda, sin filosofía, y el voluntarismo de los movimientos sociales, campea la ausencia de prudencia y de razonamiento, de algún signo de rigor en los estudios y análisis y de un mínimo de humildad y autocrítica.

VOLVER A CAMINAR LAS CALLES
El cielo, testigo del júbilo popular que estalló con el triunfo del ex Obispo Fernando Lugo, comienza a obscurecerse, cuando debiera brillar para celebrar la efemérides como una auténtica fiesta popular. El problema es que los elegidos no responden a los anhelos de la mayoría y que la minoría gangsteril sigue inmune e impune.

La ilusión de ser parte de un cambio histórico, que animaba a la mayoría de la población, se debilita y da paso a muchas interrogantes. Por suerte, en el vértice menos negativo, esas dudas significan una expectativa que aún mantiene encendidas las velas de confianza en Lugo por la alternativa que aún representa.

Pueblo estoico, en definitiva. Víctima de ejércitos invasores, que hace 130 años destruyeron a la más avanzada república del subcontinente, aún sin reconstruir, de guerras civiles, de numerosos golpes de palacio, de longevas tiranías, y de 20 años, los últimos, de una búsqueda de vida democrática, que más que transición resultó una vulgar transacción entre politiqueros oportunistas y aventureros de todos los colores.

El 20 de abril 2008 fue un día de fiesta nacional, de bailes en las calles, de abrazos entre personas desconocidas, de alegría inundando los hogares de un pueblo gozoso que volvía a confiar en los discursos de un Presidente de sandalias, humilde, sereno, prometedor de días mejores para todos, sin delincuencia, sin geófagos, sin lujos en la burocracia, sin abusos de familiares y amigos y con justicia social, trabajo y salud.

Pero qué ha pasado desde esos bellos días de hace apenas un año?. Qué cambió?. La tierra y parte del agua siguen en manos de unos pocos avarientos, la desigualdad social aumentó. La corrupción y el prebendarismo campean a las anchas. Ningún plan de gobierno que respete las promesas aparece. Las sandalias desaparecieron de las calles.

Toda tentativa de cambios es corsetada por la rosca sempiterna del poder que, asustada en los primeros meses, recupera fuerzas pese a su acefalía y división en el Partido Colorado y en similar situación en el propio Partido Liberal, con el agravante de que éste es parte del gobierno, aunque los enemigos de Lugo sean minoría en su interior.

Tampoco surge algún proyecto de industrialización, de creación de un país productivo, los núcleos mafiosos siguen operando y la represión se aplica contra los humildes, mientras permanecen intactas las viejas estructuras de especulación financiera y de explotación de los trabajadores. El júbilo ha durado poco para la mayoría esperanzada.La prensa comercial, eterna enemiga en Paraguay y en todo el universo de cualquier tipo de cambios que puedan implantar equidad social, tiene el campo a disposición para manipular a la opinión pública, mediante baratas campañas de desprestigio de Lugo quien, incapaz de instalar poleas de comunicación con el pueblo, aparece como un boxeador que, contra las cuerdas, soporta todos los golpes sin contrarrestar.

En los últimos días, en el inicio de la semana santa, de suma sensibilización para la población paraguaya, los diferentes medios se lanzaron en jauría contra el mandatario, tras surgir la noticia de que, mediante abogados, una joven demandaba al ex Obispo, por incumplimiento de paternidad de un niño de casi dos años.

Todos los noticieros de televisión y radios, y las primeras planas escritas, tomaron el tema como prioritario, lo más importante del país y del mundo, intentando golpear al Jefe de Estado, para hacerlo presa fácil de un juicio político que prepara el parlamento, con el aval, bajo cuerdas, de buena parte de la misma gobernante Alianza Patriótica para el Cambio (APC).

El Legislativo, hostil, aunque sin presentar argumentos válidos, igual está dispuesto a condenarlo, en aplicación de un plan de la oposición que quiere sentar en el sillón al Vicepresidente Federico Franco, liberal en minoría, pero fortalecido en sus torpezas por presuntas componendas pírricas con dirigentes del derrotado Partido Colorado y el ex General y confeso golpista Lino Oviedo.

A diferencia de lo que se esperaba, en una población mayoritariamente católica, el pueblo no se ha dejado engañar por la maniobra y, muchas personas entrevistadas en la calle o lugares de trabajo, responden que Lugo es un ser humano y que, por lo tanto, no es nada raro que tenga algún hijo.

“Que se someta a la prueba de ADN y se termina el problema”, han respondido muchas personas. Mientras tanto, arrecian las versiones que niegan el papel de padre imputado al mandatario, la supuesta denunciante se retracta y sólo queda la prensa y los abogados acusando a Lugo, en lo que puede resultar una nueva y exitosa campaña de desprestigio.

El carácter conventual de su existencia, hizo que la población desconociera la vida personal de Lugo. Pero, desde su irrupción en política, han ido apareciendo imágenes de contrastes y confusión, volcándose la balanza en su contra en lo relacionado con la conducta desprolija y ostentosa de algunos de sus más próximos familiares.

En el capítulo de mal gusto, sobresale igualmente la desmedida ambición de Federico Franco, quien alimenta las pujas internas en el Ejecutivo, formado a instancias de oportunismos electorales, ante lo cual y hasta ahora, Lugo se muestra incapaz de reaccionar, perdiendo la ocasión de cohesionar las fuerzas sociales que lo apoyan.

El Secretario General de la Presidencia, Miguel Angel López Perito, hombre de la primera hora en la construcción de la ganadora APC, presentó esta semana renuncia indeclinable, asestando el golpe más duro que ha recibido Lugo desde que abandonó su papel de Obispo, para lanzarse a la vida política.

Miguelo, como es conocido López entre las fuerzas populares, aparecía como el más sólido puntal del Presidente, tras un año difícil, desgastante, sorteando toda clase de obstáculos para mantener un mínimo de orden en el gobierno. Su renuncia es vista como una baja importante y a destiempo.

Su crédito político, ahora cuestionado, viene desde su militancia en el gremio docente y su resistencia, pagada con cárcel, a la tiranía estronista a fines de la década del 70, durante la “Pascua sangrienta”, donde fueron asesinados numerosos opositores, mayoría campesinos.

En medio de un equipo que destila improvisación, vacilaciones de todo tipo e inocultables codazos y zancadillas, el renunciante se destacó en el último año y medio, ya antes del triunfo electoral, como el cuadro político más libre, ordenado y aplomado entre todos los que rodean al mandatario.La elección de su sucesor es otra tarea difícil para Lugo, más que nunca necesitado de colaboradores equilibrados, pero entre los primeros nombres que adelantan los medios de prensa, sobresalen muchos caballos desbocados.

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