El caballo de los sueños
Caballo de los sueños. Cada noche tenía el mismo sueño. Caballo de los sueños. Un caballo negro con la piel brillante, muy fuerte y sano me aparecía en cada sueño desde hacía varios meses. Al dormirme veía su imagen. Soñaba cosas como que estaba en peligro, y él siempre me rescataba. Me parecía raro, porque a mí los animales no me iban mucho. No me gustaban ni los pequeños animales ni los grandes, ninguno. Podía ver a animales heridos y no me daban pena. Gente maltratándolos y nada, no sentía nada. ¡No tenía sentimientos! Solo pensaba en mí, en mí y… en mí. Era una persona muy presumida, solo me importaba mi físico. Al estar tanto tiempo el caballo apareciéndose en mis sueños, me asusté un poco. Se lo dije a mis padres, a ellos les daba igual. Me empezaba a dar cuenta, de qué vida tenía. Cualquier chica de mi edad, desearía vivir como yo, mis padres eran ricos y yo tenía todo lo que quería, pero nadie se daba cuenta de que me faltaba lo más importante, el cariño. A mí nadie me había dado cariño, por eso no sentía nada por nadie, solo me importaba yo. No sabía a quién contar todo lo que me estaba ocurriendo. Todo era extraño.
Querido Diario:
Es la primera vez que escribo un diario, así que me voy a presentar. Me llamo Alicia, tengo quince años y vivo en Madrid.
Los sueños del caballo, mis pensamientos sobre mis padres… todo me resulta extraño. No sabía a quién contárselo porque nunca he tenido ningún problema. Me he dado cuenta que no tengo una amiga de verdad, solo puedo contar con amigas para ir de compras o reírnos un rato. Me acabo de dar cuenta que una amiga es algo más que eso, y no me siento realmente bien. Respecto a mis padres, los dos siempre están trabajando y siempre desde pequeña he estado sola en casa, bueno sola no, con los criados. Pero nunca he sentido el cariño de la familia, tengo un vacío dentro de mi… no se qué hacer. Me e dado cuenta de todo esto porque ahora cada noche tengo sueños con un caballo negro. Sé que me quiere decir algo, y no sé el que. Esta mañana se lo he contado a mi madre y me ha dicho: “Alicia que es una tontería que me da igual, por favor vete de aquí que estoy trabajando”. Cada vez que recuerdos estas palabras… no quiero seguir escribiendo de esto. El caballo negro de mis sueños. Yo nunca había sentido nada por ningún animal, es que me daban igual, como si eran preciosos o estaban enfermos, es que no sentía nada. Me estoy sintiendo fatal. Muchas veces he visto animales heridos los he visto y he seguido andando. Nunca he acariciado a un gato, un perro… no sé lo que se siente. Que mala persona soy… no me lo puedo creer. Esto me cuesta escribirlo pero vi que algunos chicos estaban matando a gatos pequeños, yo me reí y les animé. Yo pensaba que era feliz…pero creo que no. Mis padres nunca me enseñaron a querer. Me siento sola, vacía.
Querido diario:
Hace unos días que no escribo, pero es que tampoco como, tampoco hablo. No tengo fuerzas para seguir viviendo… MIS PADRES NO ME QUIEREN Y YO TAMPOCO QUIERO A NADIE.
Querido diario:
El otro día fui con mis padres a una doma de caballos, para verlos, a mi padre le gustan. Entonces me dirigía al baño, cuando me encontré al caballo de mis sueños. Me quede parada, no sabía cómo reaccionar. Era él. Estaba muy nerviosa. Entonces cerré los ojos conté hasta tres y cuando los volví a abrir, ya no estaba, pero había un papel que decía: Alicia, soy yo, quien tú piensas, gracias a mí has reflexionado sobre tu vida. Solo quería que supieras lo importante que es el amor. No solo a los animales si no a tus padres. Demuéstrales que tú eres mucho mejor que ellos. Vales mucho. Suerte en tu vida.
Cuando leí esta carta lloré, lloré y lloré. El caballo de mis sueños era el único que se había preocupado de verdad por mí.
Querido diario:
He cambiado radicalmente, cada día me siento mejor y con más fuerza. Mis padres están cambiando al ver que les doy cariño, mi familia está en el mejor momento. Respecto a lo de los animales, me he comprado un caballo negro, parecido a él, sé que no es el mismo, porque cuando le vi en el baño, sentí algo inexplicable, pero cada vez que lo veo me recuerda a él y hace que me sienta feliz. También me he comprado un perro dálmata, cada día lo quiero más y me da muchísimo cariño. Los cuido mucho y estoy realmente feliz. He conocido a una chica con la que antes no me hablaba, sin embargo ahora es mi mejor amiga. Nunca sabré porque se me apareció en mis sueños, pero gracias a él me ha cambiado la vida y soy feliz. Lo siento diario, pero nuestra relación se acaba aquí, ya tengo una amiga a quien contarle lo que me ocurre cada día. Pero gracias por dejarme contar lo que me pasaba. NUNCA TE OLVIDARÉ, CABALLO DE MIS SUEÑOS.
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