jueves, 31 de mayo de 2012

ENFERMEDADES DE CABALLOS

Enfermedades de la Piel, inflamación de la piel (dermatitis);
Siendo de carácter infeccioso, parasitario y alérgico. En los estabulados, es más frecuente que se preenten las tiñas por infección micótica, acné, erupciones por Staphylococcus aureus. Se presenta con bultos pequeños y duros, grandes ronchas y eccema ocasionado por sustancias alimentarias que producen alergsia, u otras sustancias que existen en el lecho del animal, o por picaduras de mosca.
Enfermedades del Caballo:
Un animal al encontrarse sano trabaja bien, el no encontrarse en óptimas condiciones, disminuye su rendimiento.
El caballo puede tener infecciones leves o trastornos del hueso, tal es el caso del espigón, sin embargo es capaz de realizar las tareas. Pero siempre tenemos que estar pendientes de que el animal, aun cuando pueda cumplir sus tareas, no sufra.
Esto te puede ayudar a saber si tu caballo esta sano o enfermo :
Realizar este examen sencillo te ayudara a saber si tu caballo esta sano o padece alguna enfermedad.
El caballo esta sano si:
Tienes los ojos limpios y brillantes.
El caballo comerá toda la ración y no dejara comida.
Tiene un pulso entre 35 y 42 pulsaciones por minuto en reposo.
Su orina será transparente o de color amarillo pálido.
En las extremidades no presenta inflamaciones y la temperatura de estas es inferior a la del cuero.
Tiene una temperatura cercana a los 38 º C.
La respiración, en reposo, estará entre 8 y 12 inspiraciones por minuto, sin presentar brusquedad ni esfuerzo.
Tendrá un pelo brillante y sin una caída de pelo excesiva. Mantiene un apoyo firme en sus cuatro patas y no cojea.
El caballo esta enfermo si:
Tiene aspecto de tristeza, cansancio y abatimiento.
Los ojos se muestran pálidos e inexpresivos o lloran.
Tiene un pelaje sin brillo o una caída excesiva de pelo.
Se mantiene tumbado o retoza mucho tiempo sin motivo aparente.
Si al tocarlo observamos que reacciona con dolor o tiene alguna zona inflamada.
Cojea o tiene el casco en mal estado.
Si remueve la cama, esta inquieto, o suda en exceso.
Estos síntomas son orientativos, recuerda que en caso de duda, siempre es mejor llamar a tu veterinario que es el único que puede saber si realmente esta enfermo y el tratamiento mas adecuado que deba seguir el caballo.
Enfermedad es la situación en la que se altera la estructura del cuerpo.
Dicha alteración tiene una causa (etiología), con un ciclo de evolución y restablecimiento (patógena), el desenlace (pronóstico) y medios de tratamiento o control, criterios que son aplicables a todo tipo de afecciones, pudiéndose hacer subdivisiones, cuando se plantean dudas acerca de los diversos orígenes de la afección. Si presenta alguno de estos síntomas es de vital importancia llamar al veterinario:
Cuando llamar al veterinario:
Es muy importante saber cuándo tenemos que llamar al veterinario, y siempre que presenta alguno de estos síntomas es de vital importancia:
El caballo tenga un temperatura superior a los 38º C.
Presente síntomas de dolor evidentes en alguna zona de su cuerpo.
Si ha sangrado abundantemente o tiene heridas y/o cortes de importancia.
Si saliva en abundancia (sin haber hecho esfuerzo físico).
Esto puede ser síntoma de haber comido alguna hierva nociva o venenosa o tener algun objeto clavado en la boca.
Si se tambalea al andar también puede ser síntoma de envenenamiento. Si parece que intenta vomitar (arquea el cuello y el dorso y hace esfuerzos con los músculos de la barriga).
Estos sintomas son orientativos, recuerda que en caso de duda, siempre es mejor llamar a tu veterinario que es el unico que puede saber si realmente esta enfermo y el tratamiento mas adecuado que deba seguir el caballo.
Enfermedades de lor Órganos Genitales
La yegua: Los órganos genitales de la yegua están compuestos por ovarios, trompas de Falopio, útero, cuello del útero, vagina, vulva y glándulas mamarias.
Las enfermedades primarias de estos órganos son relativamente raras, pero, son frecuentes los trastornos secundarios, como son los tumores de ovario y las infecciones uterinas por especies de Klebsiella o Pseudomonas, o el exantema coital.
Las infecciones uterinas por estreptococos y otros de bacterias aparecen cuando existen anomalías de conformación de la vulva y del periné, que facilitan la entrada de aire a través del tracto genital.
Los casos mejor conocidos como inflamación de las glándulas mamarias, son bastante escasos ya que no es común la práctica de ordeña artificial en las yeguas, siendo más común en las vacas.
Se presenta con mayor frecuencia en las yeguas estériles, las que están criando un potro y en las que han dejado de hacerlo recientemente.
Las yeguas mayores de un año e incluso las que no llegan a esta edad pueden resultar asimismo afectadas.
En la mayor parte de los casos, se hincha y se torna dolorosa la mitad de la ubre, molestias, al ser de gravedad, puede presentarse cojera en los miembros posteriores. Produciendo hinchazón abultada en la parte anterior de la glándula o en dirección ascendente, en la zona situada entre los miembros posteriores. Los casos de mastitis pueden tratarse mediante la administración de antibióticos por vía intramuscular o intramamaria.
Principales tipos de enfermedades:
Infertilidad Enfermedades de la preñez.
El semental Enfermedades del potro recien nacido.
Enfermedades del potro durante los dos primeros años de vida.
Infertilidad. Se caracteriza por una reducción relativa de la actividad reproductora, con relación a los resultados previstos, su origen puede atribuirse a la yegua o al semental. La definición patológica, es aquella que dificulta que la yegua quede preñada, debido a una ligera infección del útero, ó tal vez a una disminución de la calidad del semen del macho, impidiendo la concepción.
La esterilidad. Consiste en una total incapacidad para concebir, se produce por anomalías cromosómicas, senilidad, trastornos indurativos del útero, bloqueo en las trompas de Falopio o tumores ováricos.
La infertilidad del semental. Puede ser temporal en ocasiones es causada por ligeras lesiones que pueden llegar a ser permanentes.
Los síntomas, van desde una disminución de la libido (reducción de la capacidad de erección, de efectuar la introducción del pene o de eyacular, de montar a la yegua) o manifestaciones de la existencia de un semen de baja calidad (es decir un bajo número de espermatozoides, escasa motilidad).
Al igual que ocurre en la yegua, el semental puede ser infecundo en algunas circunstancias, tal es el caso en que se le somete a un excesivo trabajo, o la atención es mínima, lo cual no ocurre si su manejo es en condiciones óptimas. La mayor parte de los sementales deben ser capaces de producir un 70 % de preñeces en un grupo de 40 yeguas, a una tasa de 2,5 coitos por cada yegua, en cada temporada de acoplamiento.
Todos los niveles de producción inferiores a estas tasas son posibles; cuando un individuo es incapaz de dejar preñada al menos a una de todas las yeguas presentadas, se dice que es estéril. Sin embargo, con fines prácticos, se considera totalmente infecundos a los sementales que no pueden lograr una tasa de fertilidad de más del 20%.
Enfermedades de la preñez.La gestación de la yegua tiene una duración de 320 a 360 días.
Los alumbramientos entre los 300 y los 320 días se consideran prematuros: ya que presentan pequeñez, debilidad, y dificultades para sobrevivir. Los que nacen con menos de 300 días se consideran abortos y no tienen posibilidades de vida.
Las posibles causas de que un aborto se presente van desde infecciones bacterianas, víricas o micóticas. Los microbios causantes de la infección atacan la placenta y/o órganos del feto, destruyendo su capacidad para vivir o desarrollarse normalmente.
De las causas no infecciosas del aborto no se tiene mucha información, algunas son ocasionadas por trastornos genéticos, hormonales, inmunológicos, o circulatorios, sin embargo, no existe un conocimiento detallado del tema, solamente nos queda la información teórica para el diagnóstico.
En la actualidad, existe sólo una forma de aborto de carácter epidémico;
El cual es producido por Herpes virus equino tipo 1., este virus ataca el sistema respiratorio, la causa por la cual produce abortos en relativas ocasiones se desconoce. Se presenta con mayor frecuencia a partir del 7º al 9° mes de la gestación, en ocasiones puede presentarse más tarde, incluso cerca del termino del embarazo. Suele ser espontáneo, sin que exista desarrollo mamario previo, expulsando las membranas fetales junto con el feto, o un poco más tarde.
Los signos que presentan los potros que nacen en fecha próxima al final teórico de la gestación muestran septicemia (debilidad creciente) muriendo antes de cumplirse los cuatro días desde el nacimiento. En cuyo caso, la yegua presenta un desarrollo mamario normal, con presencia de calostro en la ubre.
Las causas no infecciosas, es la existencia de gemelos, que es la más frecuente. La placenta de la yegua cubre la totalidad de la superficie interna del útero, y por tanto la capacidad es múltiple en cuanto al área de fijación al existir dos fetos. Existen tres tipos de situaciones que pueden dar lugar a gemelos de tamaños iguales o desiguales. En la mayoría de los casos, uno de los dos muere, dando lugar a la expulsión de ambos en forma de aborto, entre el 7º y el 9º mes de la preñez.
El aborto micótico es causado por hongos, se conoce como el más frecuente presentándose en el 9° mes. Consiste en que la placenta se engrosa, produciendo un exudado denso y parduzco en la superficie.
El hongo que lo produce se va extendiendo progresivamente por la zona y va destruyendo poco a poco el tejido placentario, ocasionando la mala nutrición del feto ocasionando adelgazamiento, el aborto se produce ya que debilita o muere el feto y, por ello, causando la expulsión del útero. Empero los factores capaces de producir este tipo de trastornos pueden presentarse después de los primeros 300 días de gestación; en cuyo caso, los potros son prematuros, aunque nazcan al término, llegan a sufrir trastornos como septicemia o debilidad, reduciendo sus posibilidades de vida fuera del útero materno.
Semental. Los órganos están formados por testículos, epidídimo, conducto deferente, glándulas accesorias, escroto y pene en su cubierta. Alteraciones primarias, que consisten en tumores de los testículos o infecciones producidas por especies de Klebsiella son poco frecuentes.
El semental puede sufrir exantema costal que es una infección venérea, producida por virus, y contraída al efectuar el coito con una yegua infectada, se caracteriza por el desarrollo sobre el pene de unas vesículas diminutas, que se rompen y dan lugar a pequeñas úlceras. Es necesario que el animal permanezca en reposo sexual durante unos diez días, para que se produzca su curación. En caso contrario, las úlceras pueden confluir y dar lugar a un dolor intenso.
Los genitales externos son más propensos a lesiones, debido a que el acto coital es controlado por el hombre y existe el riesgo de que una yegua que no se encuentre en la fase apropiada de celo resista al semental. Las lesiones más frecuentes son los hematomas del pene, aunque pueden aparecer golpes sobre el escroto, produciendo hinchazón, para su recuperación se requiere de períodos prolongados de reposo.
Enfermedades del potro recién nacido. Los cuatro primeros días posteriores al nacimiento se les denomina período neonatal, dado que éste es el tiempo en que se establecen los ajustes más importantes, salvo los relativos al alimento, que capacitan al potro para llevar una existencia independiente de la yegua. En este período se empiezan a manifestar también los síntomas de las enfermedades características de esta etapa. Como ya hemos visto, muchos de estos trastornos tienen su origen en la vida intrauterina.
Las enfermedades neonatales se dividen en cuatro grupos, de los cuales los tres últimos son de causa no infecciosa:
Grupo 1
: infecciones producidas por bacterias o virus.
Los síntomas que se presentan son: pérdida gradual del reflejo de succión, debilidad progresiva e incapacidad para adoptar la posición de succión. Pudiendo culminar en un estado de coma, convulsiones, etc., hasta la muerte.
Grupo 2: síndrome de desorientación neonatal (SDN) el cual se manifiesta por importantes trastornos del comportamiento. Entre ellos se encuentran convulsiones, pérdida del reflejo de succión e incapacidad para reconocer y seguir a la madre.
La terminología antigua denomina a los potros afectados de diferentes maneras. El trastorno está asociado a lesiones cerebrales producidas por hemorragia o edema; ello da lugar a intensos trastornos bioquímicos o respiratorios y a efectos secundarios debidos al comportamiento alterado y al estado metabólico.
Grupo 3: Alteraciones anatómicas, el paladar hendido, la boca de loro, las contracturas de tendones, la rotura de vejiga y diversas deformidades de la cabeza, del cuerpo o de los miembros, pueden ser hereditarias o desarrollarse a causa de alteraciones del crecimiento fetal, se atribuyen a infecciones víricas, deficiencias en la nutrición o por la administración de fármacos. Sin embargo, faltan datos concretos acerca del tema, lo cual hace que, actualmente, la etiología de los aspectos anatómicos equinos sea objeto de estudio.
Grupo 4: Anemia izo inmune o Ictericia hemolítica del potro recién nacido.
Enfermedad que se caracteriza por la fuerte destrucción de los hematíes del potro por la acción de los anticuerpos que recibe al ingerir el calostro producido por la yegua.
Los anticuerpos que son sustancias anti-hematíes, se forman en el torrente sanguíneo de la yegua, a consecuencia del factor hereditario el cual se localiza en los hematíes del potro.
Algunos glóbulos rojos del feto cruzan la placenta y pasan a la circulación de la yegua durante la fase de desarrollo fetal, actuando de modo semejante a una vacuna, estimulando a los tejidos maternos para que produzcan un anticuerpo específico contra los glóbulos rojos del potro.
Los anticuerpos se agrupan en el calostro, junto con los que tienen un carácter protector, y son absorbidos a través del intestino delgado, inmediatamente después de la primera ingestión de alimento que sigue al parto.
El potro desarrolla una ictericia que crece progresivamente, aumenta la frecuencia cardiaca y el ritmo respiratorio al hacer ejercicio, en la mayor parte de los casos, el potro muere en los primeros tres días.
Si es detectado a tiempo dicho trastorno, puede prevenirse, evitando la ingestión de calostro durante las primeras 24 horas de vida, período durante el cual se coloca al potro un bozal y se le administra calostro de otra yegua; después será alimentado con leche artificial. Si es conveniente puede mamar la leche de su propia madre tras un plazo de 24 horas, ya que el intestino delgado ha perdido ya la capacidad para absorber el anticuerpo.
El cólico meconial, que es producido por alteraciones digestivas en el paso de los primeros excrementos, es una alteración relativamente simple, que se incluye en el grupo 2.
El tratamiento de las afecciones neonatales las cuales en su mayoría son sintomáticas; tal es el caso de la incapacidad para levantarse, mediante el auxilio de ayudantes y con cuidados generales, dicha incapacidad para levantarse a mamar obliga a alimentar al potro con biberón; la falta del reflejo de succión el cual se soluciona alimentando al potro mediante una sonda gástrica; incapacidad para mantener la temperatura corporal, calentando el pesebre del animal, y la deshidratación, con fluido terapia intravenosa y transfusiones de sangre completa o de plasma;
El tratamiento específico consta de la administración de antibióticos contra las infecciones, la corrección quirúrgica de la rotura de vejiga y la transfusión de glóbulos rojos en los casos de ictericia hemolítica.
Enfermedades del potro durante los 2 primeros años de vida
Cuando los potros se encuentran en el periodo de destete pueden sufrir algunos trastornos, como artritis infecciosa y diarrea producida por bacterias, rotavirus, hongos o parásitos (producidos fundamentalmente por el Strongyloides westerii).
Al llegar a una edad avanzada o los que han cumplido el año están predispuestos a enfermedades óseas, ya que durante los primeros 18 meses de vida, los huesos largos de los miembros se desarrollan con gran rapidez.
Éste es el motivo, por el cual son vulnerables a los trastornos del crecimiento producidos por desequilibrios alimentarios, infecciones o alteraciones que son el resultado de la crianza, como la sobrealimentación y la falta de ejercicio. Algunos caballos nóveles pueden tener una predisponibilidad hereditaria a estos trastornos óseos, encontramos contracturas de los miembros anteriores como rigidez de las patas delanteras y claudicación, las curvaturas de las patas y la epifisitis.
La epifisítis se produce en la etapa en que se cierra la placa de crecimiento situada al extremo de los huesos largos.
Como cuando las placas de crecimiento del extremo inferior de la caña se cierran cuando el potro tiene de 6 a 9 meses, y las del extremo inferior del antebrazo y las de la tibia, a los 18-24 meses. Algunos de los síntomas de la epifisitis son hinchazones firmes y dolorosas que aparecen sobre la zona de la placa de crecimiento; tumefacciones que las encontramos con mayor frecuencia en la cara interna del miembro, exactamente encima de las cernejas y sobre las rodillas (corvejón).
Hay varias teorías respecto a la etiología de la epifisitis; de las cuales encontramos una que explica el proceso como una consecuencia de concusión, especialmente en animales con exceso de peso o que reciben una dieta con cantidades desproporcionadas de calcio y fósforo, sobre todo de fósforo.
La hipoplasia cerebelosa es probablemente una enfermedad, hereditaria, la cual afecta a los caballos árabes y de algunas otras razas. Los síntomas, son el cabeceo y la creciente falta de coordinación de los miembros.
También encontramos particularmente susceptibles a los potros con la presencia de neumonía vírica e infecciones pulmonares por Corynebacterium equi, que es el causante de la neumonía estival.
Sofocación. Puede presentarse en cualquier tipo de caballo, no importando edad o tipo. El síntoma más dramático es una eliminación brusca y abundante, a través de los orificios nasales, saliva de color verde o pardo, de acuerdo a la dieta del animal. La expresión es de ansiedad y podemos encontrarlo con la cabeza en el abrevadero, pasando agua por la boca, pero sin tragarla.
Este trastorno se produce por la presencia de una bola de alimento seco o de objetos (como trozos de madera) alojados en el esófago o en la garganta. El tratamiento con tranquilizantes suele resultar eficaz.
Enfermedades Oculares.
El ojo del caballo es vulnerable a traumatismos capaces de producir úlceras de la córnea, las cuales pueden llegar a penetrar en el interior. Al ocurrir ésto puede haber pérdida del líquido intraocular, originando un colapso del globo. Por otra parte es posible, que cure, dejando una cicatriz o catarata corneal.
Las cataratas del cristalino se deben a traumatismos, o son por causa hereditaria o infecciosa.
La oftalmía periódica es ocasionada por ataques recidivantes de inflamación de las estructuras pupilares. Siendo esta enfermedad de curso progresivo y suele dar lugar a pérdida de la visión en el ojo afectado. El tercer párpado es lugar de aparición frecuente de cierto tipo de tumor maligno.
Enfermedades y Trastornos de los Huesos.
Este tipo de enfermedades, son poco comunes en los caballos, suelen presentarse por trastornos en el crecimiento de ejemplares hasta la edad de dos años. En los adultos, suelen presentarse algunos trastornos debido a un desequilibrio alimentario. Se perciben con agrandamientos, alrededor del espolón y por encima de las rodillas o del corvejón, los cuales son producidos por inflamación de la placa de crecimiento de los potros y ejemplares de hasta un año, y en el caso de los caballos adultos se dá cuando se presenta un agrandamiento de la cabeza, debilitando y deformando los huesos.
Las razones de este tipo de trastornos varían desde deficiencias en la nutrición, los cuales pueden ser causados por traumatismos o infecciones. Esto puede explicarse de acuerdo a que el hueso no es una estructura estática o aislada de sus relaciones con las articulaciones o adhesión a los ligamentos o músculos.
El hueso se encuentra cubierto de una fina membrana conocida como periostio en la superficie externa, y en la superficie interna por el endoostio. Estas membranas moldean la forma del hueso, construyendo y destruyendo la sustancia ósea, la cual se nutre a causa de los vasos sanguíneos, formados de calcio y fósforo que se encuentran depositados en un sistema de conductos o espacios rodeados por células óseas.
Los trastornos óseos pueden percibirse en forma de bultos, pudiendo ser dolorosos, pequeños o grandes, en ocasiones producen cojera. Se les denomina espigones, huesos en anillo, superior e inferior; osículos, esparaván óseo; mataduras o protuberancias de la espinilla; osteítis pedal o como diría el veterinario exostosis o excrescencia ósea. Estas alteraciones se deben a la inflamación del periostio y al crecimiento de esta fina membrana sobre la superficie del hueso.
La reacción suele extenderse a los tejidos vecinos, produciendo una hinchazón fibrosa que precede al depósito de hueso de nueva formación por debajo del revestimiento perióstico. La manifestación más típica es el desarrollo de espigones. En cuyo caso, el ligamento que une el espigón con la caña puede estar afectado, ocasionando una reacción fibrosa que se desplaza en forma visible sobre la piel en el lugar de la reacción. Transcurrido el tiempo, se desarrolla el hueso nuevo y el espigón se vuelve calloso disminuyendo gradualmente el tamaño en un largo periodo de tiempo.
Los espigones son producidos generalmente por fracturas en la parte más delgada del tallo óseo, produciendo un callo. El callo se fija y une la parte fracturada, al igual que ocurre cuando se fractura un hueso más largo, esto es posible siempre que los extremos se encuentren inmovilizados.
Los corvejones salientes son el resultado de fracturas por sobrecarga del hueso de la cafía. Difíciles de visualizar en las radiografías, ya que suelen confundirse por su aspecto al de las grietas sobre la porcelana. No obstante, provocan una inflamación del periostio y un agrandamiento doloroso en la zona donde se encuentran.
Cuando se desgarran los ligamentos el periostio puede dañarse así como las cápsulas articulares en el lugar donde se insertan en el revestimiento externo del hueso. Dando lugar a la aparición de osículos y de sesamoiditis. En cuyos casos, la reacción suele seguir siempre la misma evolución, caracterizada por calor, dolor e hinchazón locales.
En este tipo de trastornos encontramos la Artritis que es la inflamación de una articulación provocando hinchazón, calor y dolor al moverla. Las articulaciones están compuestas de diversas estructuras, pueden estar dañadas una o varias de ellas; en ocasiones los síntomas que se producen son los propios de una torcedura articular, por lo que es importante que el veterinario determine la naturaleza exacta del trastorno. Al presentarse una hinchazón dolorosa a nivel de la articulación del espolón puede deberse a una torcedura que haya afectado a la cápsula articular, a un ligamento de sustentación o a las superficies articulares.
La articulación está formada de cartílago, que es un tejido más blando que el hueso, puede remplazar células perdidas por desgaste. Cualquier proceso que dañe la superficie articular, como una infección o un traumatismo, produce una reacción inflamatoria, o artritis.
La hinchazón (de la artritis), se produce por el aumento de líquido sinovial que ayuda a que la cápsula se abombe. Su consistencia es blanda y se detecta en determinados puntos que encontramos alrededor de la articulación.
El área artrítica de la superficie articular es similar a una úlcera, puede curarse o se va haciendo más profunda, hasta alcanzar el hueso que se encuentra por debajo, el cual en ocasiones reacciona produciendo nuevo hueso, tratando de reparar la lesión.
El nuevo hueso resulta demasiado frágil o demasiado abundante, de forma que no sirve para que se realice una reparación funcional de la articulación. Se aprecian las consecuencias en forma de excrecencias óseas que parten de la superficie articular. De éstas se desprenden pequeños fragmentos, que quedan libres en la cavidad articular y se denominan comúnmente ratones articulares.
Fracturas. Todos los huesos del cuerpo pueden sufrir una fractura, con mas facilidad los frágiles como el del pie, la cuartilla, los sesamoideos y los del carpo, la caña y la pelvis. Pueden ser simples o compuestas, los fragmentos fracturados pueden encontrarse muy separados o bien haciendo protrusión a través de la piel.
El tratamiento general debe consistir en la inmovilización de la parte afectada por medio de un vendaje o soporte de escayola, o por fijación interna.
Heridas. Cuando se tiene un buen manejo y cuidado de los animales es casi imposible que sufran golpes, heridas o mataduras, porque éstas generalmente son provocadas por descuidos de las personas.
Los golpes mas comunes suelen ser al sacar al animal de su caballeriza porque puede salir bruscamente por lo que se recomienda que tenga un ancho de puerta para salir sin golpearse y el suelo al mismo nivel que el del box. También es frecuente los resbalones en suelos como en los de los pasillos por lo que se recomienda “arrugarlo” o empedrarlo.
Aunque las heridas, en principio, no tienen que suponer ningún problema es conveniente limpiarla y curarla cuanto antes, ya que pueden convertirse en un foco de infección que pueda ocasionar trastornos mas graves. Para esto es recomendable contar con un botiquín en nuestras caballerizas.
Lo primero que tenemos que hacer al descubrir una herida es limpiarla. Para limpiarla utilizáramos agua fría sobre la herida de forma suave para contraer los vasos sanguíneos al mismo tiempo que eliminará la suciedad acumulada en la herida.
Una vez limpiada podemos determinar la gravedad de la herida (sin hurgar en la herida), si es una herida profunda (que necesite puntos) pondremos una gasa estéril y un vendaje para evitar la perdida de sangre y llamar al veterinario que será el que se encargue del resto del trabajo.
Si es una herida superficial, volveremos a lavar la herida y las zonas que la rodean con una solución salina (una cucharada de sal por litro de agua). Una vez bien lavada protegemos la herida con aceite de ricino o pomada de cinc. Esta primera cura ha de servir para tapar la hemorragia y desinfectar la herida.
Una vez curada es conveniente comprobar que la vacuna del tetanos se encuentre al dia.
Si la herida tiene trozos de madera o metal, no hurgue en la herida, el veterinario es el único cualificado para extraérselos.
Botiquín. Para estar en disposición de poder solucionar los pequeños problemas que le puedan surgir a nuestros caballos es imprescindible disponer en un lugar cercano un botiquín completo que deberá contener:
Algodón tamaño hospital, aceite de ricino (útil para reblandecer), sulfato de magnesio, antiséptico (para la limpieza de las heridas), sal de mesa, rollo de apósito, vendas (grandes y normales), agua oxigenada (sólo para las heridas punzantes del casco), linimento para golpes y mataduras (roces), sulfato de magnesio y glicerina en pomada, tijeras, termómetro, bolsa de frío instantáneo, gasas estériles y toalla.
El botiquín se debe encontrar siempre limpio y con todos sus elementos ordenados, de tal manera que en caso de urgencia sepamos a donde debemos acudir de manera inmediata. Todos aquellos que se encarguen del cuidado del caballo deberán conocer la existencia de este botiquín y su contenido.
Heridas. Traumaticas en EquinosLas heridas traumáticas son todas aquellas producidas en accidentes como golpes, desgarros, cortes rectos e irregulares que se caracterizan por ser de apariencia muy variable, normalmente contaminadas, muy inflamadas, con zonas de tejido muerto (necrosis), hemorragia o coágulos y muy dolorosas. Estas pueden ser abiertas; superficiales (que incluyen piel y subcutáneo) o profundas, afectando estructuras ligamentosas, tendinosas, musculares, vasos sanguíneos, nervios e incluso articulaciones y huesos.
Algunas heridas son cerradas (golpes o contusiones) pudiendo contener en su interior coágulos y tejido muerto o desvitalizado.
Antes de hablar del manejo de estas heridas, es necesario hacer un comentario general sobre el proceso de cicatrización, el cual no es más que las diferentes etapas por las que pasa un tejido lesionado hasta su total curación; a saber, tenemos: Inflamación, Limpieza, Reparación y Maduración. Estas fases no se dan por separado sino que son eventos simultáneos que se sobreponen unos a otros en la medida que la cicatrización se lleva a cabo.
La fase Inflamatoria; que puede durar de 4 a 6 horas. En ella se dan cambios vasculares que previenen o reducen la perdida de sangre y le abren camino a las células inmunológicas (glóbulos blancos) como una primera línea de defensa contra sustancias extrañas. En esta fase se liberan sustancias químicas que producen los signos clásicos de dolor.
La fase de Limpieza se presenta entre 6 y 12 horas después de ocurrida la herida y se caracteriza por un aumento de estas células inmunológicas (glóbulos blancos) para luchar contra bacterias y otras sustancias contaminantes con el fin de prevenir una potencial infección.
La fase de Reparación inicia después de 12 horas de ocurrida la herida y dura aproximadamente 15 días (tiempo en el que se alcanza la máxima resistencia de la herida), este se caracteriza por la formación de tejido de granulación (tejido irregular en forma de “gránulos” de color rosado a rojo intenso que va creciendo de adentro hacia afuera) sobre el cual se regenerara la nueva piel (epitelización).
La fase de Maduración se describe como la organización del tejido colágeno y la formación de la cicatriz. Esta última posee una resistencia y flexibilidad menor en comparación con los tejidos sanos (normales).
Existen varios factores que determinan el tipo de tratamiento de una herida traumática. La naturaleza de la herida, el estado de salud del animal, el tiempo transcurrido antes de ser atendida la lesión y el grado de contaminación.
La naturaleza de la herida se refiere a las dimensiones y ubicación que hacen difícil poder unir los bordes libres con alguna sutura. Los desgarros promueven grandes pérdidas de tejido y si sumamos a esto una herida ubicada por debajo de la rodilla o corvejón seguramente no se podrá realizar dicha sutura.
El grado de contaminación tal vez sea el elemento más determinante entre el éxito y el fracaso del tratamiento de una herida traumática. Si una herida se mantiene contaminada, esta desarrollará una infección y la cicatrización se verá comprometida. Si la herida va a ser suturada, el objetivo principal del tratamiento de urgencias debe estar dirigido hacia una limpieza y desinfección vigorosa con el fin de reducir la contaminación; sin embargo, de no poder hacerse, es preferible dejar la herida abierta para que cicatrice por segunda intención (es decir, que la herida va a cerrar por si sola sin necesidad de suturarla).
El estado del animal se refiere principalmente a su condición corporal; así tenemos que animales mal nutridos, parasitados, descompensados, delgados y débiles requerirán de atenciones especiales y la cicatrización de la herida se verá retardada. El tiempo transcurrido antes de ser atendida la lesión determinará si la herida puede suturarse o no. A este tiempo se le conoce como “período de oro” y se calcula entre 6 y 8 horas después de ocurrida la herida.
Después de ese tiempo, las probabilidades de éxito en el cierre de la herida con sutura decrecen rápidamente.
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La cicatrización
por segunda intención deja en muchas ocasiones cicatrices irregulares. Estas no deben de ser un dolor de cabeza ya que muchas de ellas pueden corregirse quirúrgicamente, otras pueden tratarse por algunas semanas con cremas que modifican la apariencia y disimulan muy bien el defecto.
Se ha descrito que la mejor forma de lavar una herida es usando agua limpia y solución jabonosa de yodo; luego la desinfección con solución de yodo al 0,1%. Dicha solución se prepara de forma práctica agregando 5 ml de yodo solución (Povidine o Betadine solución al 10%) en 500 ml de solución salina estéril (Cloruro de Sodio # 16).
La solución resultante debe aplicarse a presión utilizando una pequeña bomba de lavado (Water Pick) o en su defecto con una jeringa de 60 ml y una aguja calibre 18 a una distancia de 10 a 15 cm. de la herida (personalmente esta técnica es la que más uso y con muy buenos resultados).
En muchas ocasiones se observa el uso del Agua Oxigenada para desinfectar una herida contaminada; sin embargo, el peróxido de hidrógeno al 3% (agua oxigenada) no es un agente antimicrobiano muy efectivo y destruye el esfuerzo que está haciendo el organismo en los estadios iniciales del proceso de cicatrización.
Otro error que se comete con frecuencia en el tratamiento de heridas es el uso de corticosteroides. Si bien, ellos tienen efecto antiinflamatorio, también inhiben en mayor o menor grado al sistema inmunológico predisponiendo la herida a potenciales infecciones y retardando la cicatrización.
¿Una vez que tenemos una herida limpia y “desinfectada”, que hacemos?. Pues esto dependerá del tipo de herida y de su ubicación. Por regla general, toda herida que cicatrice por segunda intención debe ser vendada; en especial si se ubica en miembros ya que se está más cerca del suelo y de potenciales contaminantes. Con los vendajes se cometen 2 errores frecuentes; el primero relacionado con la frecuencia y el segundo con el retirado y aplicación del nuevo vendaje.
Los vendajes deben ser cambiados cada 48 o 72 horas, no todos los días y mucho menos varias veces al día ya que los cambios continuos no permiten que el tejido avance en la cicatrización ni dejan trabajar las pomadas o ungüentos que se deben colocar sobre la herida.
Al retirar los vendajes se debe trabajar con delicadeza ya que el tejido de granulación en formación se desprende con facilidad. En práctica, se aplica abundante agua limpia con solución yodada para remover áreas del vendaje que pudieran adherirse por las secreciones, luego limpio y desinfecto antes de aplicar los ungüentos y vendar nuevamente.
El vendaje suele estar compuesto por apositos de gasa que envuelven en su interior algodón hipoalergénico, cubierto por una venda elástica de nylon o algodón no descartable.
El tipo de crema o ungüento a usar dependerá del tipo de herida que estemos tratando. En práctica se utiliza pomadas y cremas a base de Nitrofurazona o Sulfadiazina de Plata si lo que quiero es promover tejido de granulación, Sulfato de Cobre o Perclorato de Hierro si lo que quiero es controlar la proliferación de tejido fibroso o “carnigón”.
Siempre utilizo fuera de las heridas cualquier ungüento a base de Lindano o Aceite de Pino como repelente de moscas para evitar cualquier miasis (gusaneras en la herida) y en ocasiones; si la herida es muy extensa, lo aplico sobre el vendaje.
En el caso de heridas cerradas o abiertas parcialmente suturadas es conveniente incluir uno o más drenajes para promover el lavado natural de la herida, dejándolo por un período de 3 a 5 días. Sin embargo, si el tipo de drenaje es de 2 vías para lavado continuo o periódico, entonces pudieran dejarse por más tiempo.
En todo tratamiento de heridas traumáticas debe considerarse la aplicación sistémica (intramuscular o endovenosa) de antibióticos y antiinflamatorios NO ESTEROIDEOS. El tiempo y dosificaciones dependerán del estado del animal, tipo de lesión y grado de contaminación.
Enfermedades del Aparato Cardiovascular
A diferencia de los humanos los caballos no sufren ataques cardiacos, producidos por coágulos que bloqueen las arterias coronarias produciendo afecciones agudas o muerte súbita. De las alteraciones más frecuentes encontramos la ruptura de una arteria, que da lugar a una hemorragia fatal.
Esto puede ocurrir en cualquier lugar del cuerpo, pero se presenta con mayor frecuencia en forma de hemorragia nasal oepistaxis, que es causada por una hemorragia en los pulmones o de una de las bolsas guturales; existen casos de rotura de la aorta a nivel del pecho o del abdomen, como consecuencia de la actividad de larvas parásitas; también, puede darse durante el parto, con la rotura de arterias que riegan el útero y/o la vagina.
En algunos informes encontramos que los caballos sufren lesiones de tipo obstructivo en las arteriolas, dando lugar a alteraciones de los huesos del miembro anterior, sobre todo a los sesamoideos de la cerneja y de los naviculares de los piés.
Las arritmias cardiacas son frecuentes, así como los bloqueos parciales y fibrilación auricular.
Actualmente, desconocemos la definición del bloqueo cardiaco parcial, podemos añadir que se trata de una alteración sin consecuencias funcionales.
Sin embargo la fibrilación auricular afecta de forma trascendental el rendimiento, al disminuir la actividad de bombeo del corazón. Las arritmias son diagnosticadas mediante un electrocardiograma. Pueden percibirse por soplos cardiacos en caballos de todas las edades, en ocasiones es difícil interpretar su importancia cuando no existen otros signos de enfermedad cardiaca.
Los soplos se clasifican en grados, dependiendo su intensidad de acuerdo al lugar que ocupan en relación con los dos tonos cardiacos fundamentales, en sistólicos o diastólicos; y según la posición en que se encuentran en relación con las partes subyacentes del corazón, ésto es, con las válvulas cardiacas (mitral, aórtica, tricúspide o pulmonar).
Enfermedades Parasitarias Los parásitos son organismos que viven a expensa de otros, sin que les perjudiquen. Algunos producen graves consecuencias como el gusano Strongylus vulgaris y el del S. edentatus, cuyo ciclo vital es por medio de una fase larvaria que viaja en los vasos sanguíneos en el primer caso y en el peritoneo en el segundo.
Los parásitos se desarrollan en estado de vida libre, sin la necesidad de estar asociados al huésped. Su existencia transcurre dentro o en la superficie del cuerpo. Las principales enfermedades endo y ectoparasitarias del caballo son:
Teniasis, sin presentar ningún síntoma es ocasionado por la Anoplocephala perfoliata.
Ascariasis ocasiona diarrea en los potros, cólicos, bronconeumonía es ocasionada por el Parascaris equorum.
Estrongilosis que produce diarrea, deterioro físico, cólicos, anemia, los parásitos que la produce son; el Strongylus vulgaris, Strongylus edentatus o el Strongylus equines.
Miasis, produciendo gastritis, hemorragia rectal, el parásito que la produce es el gastrophilus intestinalis.
Oxiuriasis los síntomas son el constante frotamiento con la cola el causal es el Oxyuris equi.
Enfermedades Infecciosas. Causadas por microorganismos como los gérmenes o microbios. Existen tres grupos principales los cuales son: virus, bacterias y hongos. Subdividiéndose en familias, géneros y especies.
Dentro del grupo de las bacterias encontramos a los estreptococos, los estafilococos y la Klebsiella, que se diferencían al microscopio, por medio de los cultivos y en exámenes bioquímicos, sexológicos y de otros tipos, que ayudan a distinguir las formas más estrechamente relacionadas.
Los microbios son capaces de vivir en la superficie de la piel o en las mucosas que tapizan las cavidades del cuerpo, tal es el caso de boca, vagina, etc. Invaden tejidos y se resguardan en el interior de las estructuras corporales, como hígado, riñones o huesos.
Algunos que se encuentran dentro del cuerpo, forman parte de un sistema de beneficio mutuo, no todos son dañinos, como las bacterias del colon y del ciego, los cuales digieren la celulosa y las fibras del alimento del caballo.
Cada microbio posee una capacidad relativamente desarrollada para invadir el cuerpo y causar daños a este término se le denomina virulencia, la cual es notoria en la práctica de acuerdo a la gravedad de la enfermedad que ocasiona y la velocidad de transmisión en la población equina.
Como es el caso de la bacteria Streptococcus equi, causal de la enfermedad conocida como adivas, la cual produce en el caballo un estado febril que se propaga rápidamente entre los otros huéspedes de la cuadra. También tenemos al Streptococcus pyogenes el cual produce enfermedades del útero.
Éstas varían de acuerdo a las circunstancias ambientales. Como la bacteria E coli.
La cual es ubiquitaria y la encontramos en las heces de los caballos y en el intestino. Puede vivir en el suelo, sin consecuencias, puede causar diarrea en los potros, presentando características epidémicas aumenta su virulencia con el contagio de un animal a otro, aumentando la gravedad. El causal es la falta de resistencia del potro.
Un factor importante en la relación entre microbio y huésped es la inmunidad. La cual se adquiere mediante la capacidad de células especiales del cuerpo que producen anticuerpos, los cuales neutralizan el microbio invasor.
El anticuerpo tiene que ser específico del microbio, o de lo contrario no tendrá efecto impidiéndole el establecimiento en los tejidos. Es así como las vacunas ayudan al individuo a desarrollar inmunidad; siendo artificial, pero su modo de producirse es análogo al de la natural.
Independientemente de la inmunidad, los individuos varían en su respuesta a la infección, debido a factores predisponentes que hacen al organismo susceptible.
Enfermedades del Sistema Nervioso. Las lesiones de los nervios se presentan con cierta parálisis en determinadas áreas del cuerpo o algunas zonas pierden sensibilidad.
Entre las más frecuentes encontramos:
1) Parálisis radical, con problema para el progreso del miembro.
2) Parálisis facial, donde el labio superior se encuentra desviado al lado opuesto donde está la lesión.
3) Parálisis supraescapular, en la cual se atrofian los músculos del hombro.
4) Hemiplejia laríngea, los síntomas son rugidos y silbidos causada por una alteración funcional del nervio recurrente que inerva los músculos latíngeos. Se ha encontrado que esta afección posee una base hereditaria.
5) Enfermedad del tambaleo; descoordinación que afecta al miembro posterior y a veces a los anteriores; producida por una comprensión de la médula espinal en la zona en que pasa a través de las vértebras del cuello. Es incurable sedebe a traumatismos o defectos congénitos de los huesos vertebrales.
6) Temblor; afección de los miembros posteriores, se identifica por movimientos de agitación del miembro posterior y de la cola, al quererlo flexionar para bajarlo hacia el suelo. Existe un trastorno nervioso que provoca exagerados movimientos de retirada en el miembro posterior. Dichas afecciones son consideradas como invalidantes, de causa desconocida.
Enfermedades del Hígado.
El hígado filtra la sangre que transporta los productos de la digestión desde el intestino y, por tanto, cumple un papel estratégico en la asimilación de proteínas, carbohidratos y grasas ingeridas en la dieta.
Desintoxica los productos de la digestión o actúa sobre las sustancias tóxicas del alimento (o sobre los fármacos administrados por boca o mediante inyecciones), transformando los compuestos nocivos en sustancias inofensivas.
Forma parte del sistema de defensa del organismo; colabora en la regulación del nivel de proteínas en el torrente circulatorio; produce la bilis, tratando de esta forma los pigmentos innecesarios y llevando a cabo, además, una función vital para los procesos digestivos del intestino; actúa como un almacén de azúcar en forma de glucógeno; y almacena, asimismo, las enzimas que intervienen en los innumerables sistemas metabólicos básicos para la vida.
Diversos tipos de lesiones pueden alterar una o más de sus funciones y provocar la aparición de síntomas de enfermedad.
Puede aparecer ictericia por enfermedades hemolíticas, en las que se libera una excesiva cantidad de pigmento de los hematíes al torrente circulatorio, debido a infecciones bacterianas o víricas o por alteraciones izo inmunes; a causa de este trastorno, se sobrecarga el hígado que normalmente está encargado de secretar estos pigmentos hacia la bilis.
En lugar de eliminarse, el pigmento vuelve al torrente circulatorio, en forma alterada, y satura los tejidos y las membranas, haciendo que las partes visibles tomen un color amarillo.
El propio hígado puede lesionarse por infecciones o tóxicos y quedar incapacitado para eliminar cantidades normales de pigmento, que llegan a él a través de la sangre. Este tipo de alteraciones produce también ictericia, pero, en tales casos, se pueden alterar, además, algunas de las diversas funciones del hígado, lo cual a veces ocasiona adelgazamiento y trastornos nerviosos, a medida que el hígado deja de cumplir sus funciones digestivas y de desintoxicación.
Son ejemplos de estos trastornos la anemia infecciosa equina y la intoxicación por hierba lombriguera o por metales.
La inflamación del hígado se conoce con el nombre de hepatitis.
Enfermedades del Aparato UrinarioEl caballo presenta menor predisposición a las enfermedades urinarias en comparación con otros animales. Existen pruebas de la presencia de problemas renales cuando el caballo encuentra dificultades al acomodarse en el establo o presenta sensibilidad en la región dorsal.
La causa se debe a algunos tipos de cólico y lesiones de los músculos lumbares o de la columna vertebral.
Los potros recién nacidos pueden adquirir una infección renal por E. coli o por Actinobacillus equu1¡ (BVE), las cuales causan abscesos diminutos y múltiples y algunos de los síntomas de la enfermedad del potro adormecido.
Los casos de cálculos o de infecciones de la vejiga o de la uretra son raros. Cuando aparecen estos trastornos, los síntomas son intentos reiterados de acomodarse en el pesebre, junto con la eliminación de una orina que contiene proteínas, pus y células purulentas y/o sangre.
Enfermedades del Aparato Respiratorio
Encontramos la neumonía, bronquitis, tos y silbidos. La tos puede ser producida por una diversa variedad de virus, de los cuales están los de la gripe, herpes y rinovirus, también por infecciones de tipo bacterial secundario, que ocasionan el catarro nasal.
Puede presentarse por alergias al polvo de mohos o de heno y paja, y puede ser el único síntoma del llamado huélfago, que en su forma más conocida da lugar a intensas dificultades respiratorias, con un doble esfuerzo respiratorio.

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