El caballo blanco en la India
En la antigüedad, en la India, se sacrificaba un
caballo blanco con el fin de asegurar la prosperidad del reino.
Soltaban al corcel blanco más bello del reino en dirección nordeste. El
Príncipe heredero y algunos jóvenes guerreros, debían seguir todos sus
desplazamientos durante un año.
Éstos debían preservar su libertad y, sobre todo,
impedir que se emparejara con ninguna yegüa. Encarnación del sol, su
carrera era sagrada y los territorios atravesados pertenecían de oficio
al soberano.
Cuando transcurrido un año, el caballo volvía a su
punto de partida (empujado por los jinetes) la hora de su muerte se
acercaba. Este rito solar era practicado al acercarse el fin de un
reinado, con el objetivo de que el soberano trasmitiera a su hijo mayor,
su gloria y su territorio.
Los caballos blancos en Persia
Los persas le atribuían un importante papel
religioso a los caballos blancos. Los habitantes de Cilicia debían
darle uno al día al rey de Persa, que era la encarnación de Mithra, el
dios de la Luz y el dueño de los vastos pastos. Mithra conducía un
carro tirado por cuatro caballos blancos inmortales. Los caballos
blancos eran sacrificados en un culto dedicado a este Dios.
Los caballos blancos en China
En China, se veneraba a las yeguas blancas de
Kubilay Khan, nieto de Gengis Kan y el primer emperador chino, fundador
de la dinastía del Yuan.
En el momento de la fiesta blanca de la primavera,
los allegados de Khan reunían mil yeguas y sementales de una blancura
inmaculada. Cuando estas yeguas pasaban a través del país, nadie se
atrevía a atravesar el camino. Acercarse era considerado como una
profanación. Sólo el "hijo del cielo" y sus parientes más cercanos
podían beber la leche de las yeguas sagradas.
Los Celtas
Los celtas también honraban a los caballos. A su
muerte, los caballos no eran comidos ni abandonados para que se los
comieran los buitres o depredadores carroñeros, sino que eran
sepultados.
Los caballos blancos fueron consagrados, en
particular las yeguas, como símbolos de la fertilidad. Los jefes
participaban en ritos de fecundidad con yeguas blancas con el fin de
aportar prosperidad a su pueblo.
Como hemos podido ver, el caballo blanco ha desempeñado un papel importante en diferentes culturas a lo largo de la historia.
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