Salud del caballo de polo
¿Cuál es la forma correcta de cepillar a un caballo? ¿Hay algún método efectivo para cortar el pelaje sin asustarlo?
Mantener acicalado a un caballo
es muy importante. Aunque su efecto más visible es cosmético, también
es un aporte a su salud y bienestar general. Es frecuente ver que no se
dedica el tiempo necesario a las tareas de embellecimiento del animal,
quizás debido a los tiempos acelerados inherentes a la programación
del polo.
Los caballos deben ser cepillados regularmente usando cepillos apropiados, rasquetas y trapos.
Es conveniente hacerlo hacia abajo y en dirección a la cola, con
cepilladas largas y firmes. Los cepillos de pelo corto son los mejores
para el cuerpo, mientras que los de cerdas más largas son adecuados
para usar alrededor de la cara.
Los caballos también deben ser lavados regularmente, y no solamente cuando vuelven de un paddock
lleno de barro. Deben usarse jabones suaves, preferentemente con agua
tibia, para aflojar la suciedad y los aceites de la piel. El cepillado
siempre será más efectivo sobre un caballo lavado con regularidad.
Cuidado del pelaje
Para facilitar el enfriamiento (cooling) y para evitar que se enrieden con las riendas, las crines de los caballos de polo son recortadas (roached)
con regularidad. Las crines de la cabeza deben ser cortadas cerca de
la piel y mantenidas de esa manera. Algunos jugadores prefieren dejar la caída de pelo en el medio de la cabeza sin recortarla
para proveer protección contra las moscas cuando el caballo está
pastando. Otros dejan una mata de crines arriba de la cruz para tener
una guía visual de la posición de la montura.
Hay muchas técnicas
del cuidado de un caballo que requieren práctica y paciencia, y el
corte del pelaje es una de ellas. Muchos prefieren no cortarlo, ya que
al hacerlo cambia el color, pierde el brillo y se pone seco.
En la mayoría de los casos se corta después de un largo período de
descanso, como los meses de invierno, cuando el pelaje crece más rápido
y tupido.
Los resultados
varían entre los caballos que han sido desatendidos y aquellos que han
sido cuidados con regularidad, aún manteniendo su pelaje de invierno.
Los pelajes oscuros y los alazanes se aclaran al ser cortados. A
diferencia de los caballos de exhibición, cuyos pelajes
son cortados por pura estética, en el caso del polo el objetivo es,
principalmente, facilitar el enfriamiento (cooling).
Existen en el
mercado varias cortadoras de pelo diseñadas para las diferentes partes
del caballo: las grandes se usan para el cuerpo y las más chicas y
silenciosas para la cabeza, orejas y otras partes sensibles y de
difícil acceso. Antes del corte, las hojas de la afeitadora deben ser chequeadas y reemplazadas si es necesario, además de aceitadas con frecuencia durante el procedimiento.
La mejor manera de empezar es con un buen baño, usando jabón
para eliminar la mayor parte de la suciedad del pelaje. El pelo debe
estar completamente seco antes de empezar a cortarlo; incluso, si es
posible, el baño debe hacerse el día anterior. Así, con el pelo limpio,
las afeitadoras funcionarán con mayor eficacia y sus hojas durarán
más.
Aunque el corte de
pelo no incomoda a algunos caballos, no suele ser un proceso agradable
para la mayoría, así que elija un lugar donde pueda ser atado lejos del
tránsito de personas o vehículos y procure hacerlo en momentos de tranquilidad, como temprano a la mañana o a la tarde, después del alimento. Los caballos más asustadizos deben ser introducidos al proceso de corte gradualmente.
Además de tratar de
no pincharlo o cortarlo con la máquina, hay que intentar no dejar
líneas en el corte. Comience masajeando al caballo gradualmente,
pasando sus manos sobre todas las partes del cuerpo y prestando
especial atención a las áreas que no se tocan habitualmente, como el
vientre y las orejas. Luego encienda la cortadora a cierta distancia del caballo,
déjela funcionando envuelta en un trapo que minimice el ruido, vuelva
al caballo y continúe con el masaje. Cuando esté calmado, levante la
máquina y manténgala a distancia, continúe masajeando y gradualmente
muévala cada vez más cerca, hasta eventualmente reemplazar el masaje
por la cortadora. Cuando el caballo se dé cuenta de que el sonido no
proviene de un insecto que deba ser espantado, se relajará y usted
podrá comenzar a cortar.
El corte debe ser realizado a contrapelo. Comience por las patas, un área en la que el caballo está acostumbrado al contacto con herramientas.
Use movimientos suaves, parejos y cortos en distintas partes del
pelaje; los movimientos cortos evitan las líneas desprolijas. Si el
pelaje está muy largo, será necesario cortarlo primero con una máquina
grande y terminarlo con una más pequeña. Recuerde que se requiere de
gran práctica y paciencia para llegar a los resultados deseados.
Repelente de insectos
Los insectos son un problema importante para los caballos de
polo. Sus defensas naturales se ven disminuidas por estar atados a los
trailers o postes por largos períodos, con sus colas trenzadas y
ensillados. Ningún jugador quiere ver a sus caballos nerviosos o pateando en espacios reducidos, así que los repelentes son una parte importante del cuidado general.
Hay una gran variedad de productos en el mercado. La mayoría contiene ingredientes naturales como el aceite de citronella y la pyretrina;
otros, en cambio, contienen ingredientes sintéticos. Están disponibles
en diferentes formatos y, por supuesto, precios: paños, esprays,
aerosoles, cremas y ungüentos.
Los productos a
base de agua son menos propensos a causar irritaciones o reacciones
alérgicas, aunque no son tan duraderos como las soluciones a base de
aceite. Muchos caballos son alérgicos a estos últimos y
pueden tener severas irritaciones en la piel o quemaduras. Las nuevas
soluciones de propyleno-glycol son más duraderas que aquellas a base de
agua y tienen menores contraindicaciones.
Debe tenerse sumo
cuidado de no rociar con repelente las áreas del pelaje que son
cubiertas por la montura. Por esa razón los paños son preferibles a los
aerosoles, ya que cuando éstos son aplicados en
espacios abiertos es muy difícil asegurarse que el repelente cubra
solamente las partes necesarias.
Pero como los aerosoles son los favoritos, aconsejamos aplicarlos
sobre un paño para distribuirlo sobre el pelaje. Si no va a usar un
paño, tenga mucho cuidado de no rociar los ojos y fosas nasales, tanto
del caballo como los propios.