domingo, 5 de mayo de 2013

EQUITACIÓN TERAPEUTICA

El Ayuntamiento de El Boalo ha abierto el plazo de solicitudes para unos cursos de "Equitación terapéutica", dirigido a jóvenes, niños y mayores que tienen alguna minusvalía o buscan recuperación psicológica y física. El curso, que durará 58 horas, se impartirá en Mataelpino. Comienza el próximo 18 de septiembre y termina el 4 de octubre. El plazo de inscripción permanece abierto y está subvencionado por el IMIDRA, Instituto Madrileño de Investigación y Desarrollo Rural, Agrario y Alimentario. El efecto beneficioso del movimiento del caballo se conoce desde antiguo. Ya en su época, los griegos aconsejaban practicar equitación con el fin de mejorar el estado anímico de los enfermos incurables, incluso el propio Hipócrates, 460 antes de Cristo ya hablaba del saludable trote de los caballos. Más tarde, en el siglo XVII, la medicina utilizaba la equitación como método para combatir la gota, enfermedad que por entonces causaba auténticos estragos. Los primeros datos contrastados nos llegan de 1875, año en el que el neurólogo francés Chassiagnac descubrió que un caballo en movimiento mejora el equilibrio, el movimiento articular y el control muscular de los pacientes. Experimentó con esta idea y concluyó que montar a caballo mejoraba el estado de ánimo y que era particularmente beneficioso para los parapléjicos y pacientes con trastornos neurológicos. Pero el auténtico auge de la hipoterapia en Europa surge a partir de los años 50 y 60, desarrollándose principalmente en Alemania. En este país se experimentó por aquel entonces con el método que en nuestros días se utiliza, basado principalmente en el establecimiento de una relación directa entre el movimiento del caballo y la respuesta del paciente. Según expertos y doctores en la materia, este curso ofrece un conjunto de efectos positivos y beneficiosos para el alumno. El jinete mejora su equilibrio vertical y horizontal, regula el tono muscular y adquiere mejor coordinación motriz fina y gruesa, experimenta la disociación de la cintura pélvica y la cintura escapular, indispensable para la marcha sana en bipedestación. Motar a caballa a horcajadas equivale a caminar sentado. También cuenta con resultados positivos psicológicos porque el jinete siente una sensación de bienestar general, mejora de autoestima y autoconfianza. Desarrolla la constancia y el hecho de montar le transmite mayor seguridad alejando los temores, lo que se transmite a la vida diaria. Desde un punto de vista educativo, este curso mejora la capacidad de atención y concentración, cualidades indispensables para una preparación educativa. El dominio temporo-espacial promueve el pensamiento preoperativo. Por último, también es positivo desde una vertiente social porque la actitud permite desarrollar el respeto, la responsabilidad, la constancia y el amor hacia los animales. La actitud positiva que el alumno/a ha adquirido se sí mismo/a, facilita una mayor integración tanto familiar como social.

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