Argentina: el polo se abre al uso de caballos clonados
El mundo del polo en Argentina se encuentra sumergido en un acalorado debate por la incorporación de caballos clonados en las competiciones.
La llegada de la
a esta modalidad deportiva empezó cuando uno de sus principales
referentes, Adolfo Cambiaso, considerado el Maradona del polo argentino,
inició relaciones con un estadounidense para preservar la genética de varios de sus ejemplares mediante la clonación.
“En el sector hay toda una conversación de qué va a ocurrir con los
clones. Hay un debate interno grande”, dijo a BBC Mundo Guillermo
Buchanan, el presidente de la comisión de veterinarios de la Asociación
Argentina de Criadores de Caballos.
“Nosotros estimulamos todos los métodos de reproducción artificial y
mejoramiento genético. Pero en este caso se trata de la copia de un , y ahora estamos viendo cómo reglamentarlo”, agregó.
No sólo Cambiaso está incursionando en esta posibilidad, sino que se
supo de varios otros jugadores que habrían adquirido caballos clonados
recién nacidos. Se estima que cada uno tiene un valor de venta que
supera los US$ 100.000.
“A los jugadores les atrae la idea de perpetuar la genética de una o un caballo excelente, o recuperar la genética de un caballo castrado”, señaló Buchanan.
Dilemas
En diferentes países del mundo, como Estados Unidos o Corea del Sur, ya existe un clic
mercado de clonación de , específicamente .
Pero en el mundo equino hay una diferencia. La genética es fundamental para determinar el valor del animal, sobre los llamados pura sangre.
“Aún no hay garantías de que puedan ser identificados como tales. Los
caballos tienen una ficha genética personalizada y esto es algo que no
se ha conseguido aclarar con la clonación”, indicó el .
Esto significa que aún no se sabe si el descendiente de un caballo
clonado tendría los datos genéticos del ADN original de donde surgió la
copia, o si tendría los del clon. Y esto es crucial para su
categorización.
“Además. hay que ver si esto se convierte en un mercado muy numeroso en el que los criadores de caballos pueden perjudicados”, aseveró Buchanan.
No obstante, los veterinarios y criadores descartan que un equino clonado otorgue una ventaja deportiva al jugador.
Desempeño
En Argentina, ya hay un laboratorio que logró clonar con éxito el primer caballo.
El ejemplar se
BS Ñandubay Bicentenario, y fue creado el año pasado en el laboratorio
Bio Sidus, por científicos del Laboratorio de Biotecnología Animal de la
Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires, y del Consejo
Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet).
“Partiendo de ejemplares de buen desempeño pero sin capacidad
reproductiva (debido a castración u otros motivos), esta tecnología
permitirá obtener clones equinos con igual genética y, en consecuencia,
las mismas características destacadas del ejemplar de élite “donante”,
pero ahora sí con capacidad reproductiva. Esta tecnología de clonación
es de particular importancia para caballos de salto, polo o endurance“, le dijo en un comunicado el laboratorio a BBC Mundo.
Para algunos jugadores, sin embargo, la preservación genética de
algunos ejemplares, no garantiza un desempeño óptimo en la cancha.
“Sabemos que la genética la tienen, pero no serán criados de la misma manera que los animales y eso influye en cómo rinden”, dijo a BBC Mundo Raúl Laplacette, jugador y presidente del club de polo La Araucaria.
“Aunque de ninguna manera estoy en contra de este avance, porque creo que hay que ir progresando “, agregó.
“La genética tiene que ver en un 30% del desempeño del caballo, después influyen muchas cosas, como el en que se crían, el amanse, la alimentación y el adiestramiento“
Guillermo Buchanan, presidente de la comisión de veterinarios de la Asociación Argentina de Criadores de Caballos.
“La genética tiene que ver en un 30% del desempeño del caballo,
después influyen muchas cosas, como el ambiente en que se crían, el
amanse, la alimentación y el adiestramiento
“, explica por su parte, Buchanan.
En Estados Unidos ya habría ejemplares clonados participando en competiciones de polo con regularidad.
En Argentina, esta “revolución” está apenas empezando.
“Aunque ya hay clones de yeguas buenas, faltan algunos años para que
crezcan, se domen y entrenen y puedan participar en competencias”,
señaló Laplacette.
“Apenas los caballos clonados tienen uno o dos años y es a los cinco o
seis cuando se les considera listos para el deporte”, apuntó.
Tiempo suficiente para que el sector discuta el tema y tenga listo un reglamento “sin prisa, pero sin pausa”, dice Buchanan.
El primer tema a definir en esta normativa sería si es obligatorio o
no identificar el caballo clonado que participe en una competencia.
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