1ª Historia de caballos
O’Hanlon en sus libro Raíces profundas, Principios básicos de la terapia y de la hipnosis de Milton Erickson nos cuenta la siguiente historía que ocurrió al profesor Erickson.
Un día que Erickson regresaba de la escuela un caballo desbocado pasó
junto al grupo de estudiantes y se refugió en un corral buscando algo
de agua que beber. El animal sudaba abundantemente. Una vez calmado el
caballo Erickson saltó al lomo y como el caballo tenía puestas las
bridas las tomó y dijo ¡Arre!. Erickson le dirigío a la carretera .
Sabía que el animal tomaría la dirección correcta de vuelta a su casa.
El caballo trotó y galopó. De vez en cuando el caballo salía de la
carretera y continuaba por el campo. Erickson simplemente le hacía
regresar a la carretera. Después de unos seis kilómetros el caballo
entro en un corral y el granjero se acercó a Erickson y le dijo “Hola
muchacho, dónde lo encontraste?” “En el pueblo desbocado y perdido” “¿Cómo
sabías que esta era su granja?” “No lo sabía, el caballo lo sabía. Todo
lo que hice fue mantener su atención puesta en el camino”.
2ª Historia de caballos
Martin Seligman, psicologo y creador de la psicología positiva, en su libro Aprenda optimismo recuerda
la conversación que mantuvo con un setentón medio calvo, en el vuelo
que le llevaba desde Filadelfia a San Francisco. Era 1982 y Seligman lo
único que deseaba era un vuelo tranquilo y principalmente en silencio.
Pero John Leslie nada más que se sentó le alargó su mano y comenzó una
larga charla que duro todo el viaje y comenzó con las siguientes
palabras. “Me dedico a la cría de caballos. Cuando llego a una
encrucijada todo cuando debo hacer es pensar qué lado quiero que vaya el
caballo, y él lo hace. En mi trabajo, educo a personas… y todo cuando
debo hacer es pensar que quiero de ellas y así lo hacen.”
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