LA ENFRENADURA DEL CABALLO PERUANO DE PASO
INTRODUCCION
La
característica preeminente del Caballo Peruano de Paso es su ambladura,
y específicamente, su profundidad de piso en el paso del “paso llano”.
No existe otra raza equina que iguale en velocidad y suavidad de
desplazamiento en el aire precitado al Caballo Peruano de Paso, lo que
determina que esta característica ha sido, es y será el motivo principal
de su crianza y selección.
Dentro de la raza existen ejemplares de “piso natural”, que nacen y se desarrollan manteniendo el
aire del paso llano, y existen ejemplares cuyo piso natural no es
precisamente el paso paso llano. Estos últimos requieren de una distinta
y más prolongada cultura de enfrenadura para lograr hacerlos “entrar en
piso”.
El
propietario del Caballo Peruano de Paso ha sido el actor principal en
su selección. Requirió del caballo para el trabajo de su tierra y como
elemento de transporte. Durante los últimos años, la aplicación del
Decreto Ley 17716 ha determinado el cambio de la tenencia de la tierra,
motivando la desactivación de la crianza a nivel nacional, y entre otros
efectos, la emigración de chalanes y enfrenadores. En estas lamentables
circunstancias, se ha hecho difícil alcanzar la enfrenadura al nivel
que la técnica lo recomienda.
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MODO DE SUJETAR AL CABALLO CHUCARO
El
laceador deberá ser diestro en su oficio; puesto que la aprehensión del
chúcaro encierra riesgos y peligros. La lazada corrediza hecha de
cuerda, o cuero preferentemente, debe alcanzar la cabeza e introducirse
en el pescuezo. Una vez laceado el animal, se le templara con cautela, a
fin de evitar torceduras del pescuezo que ocasiones lesiones- muchas de
ellas permanentes- como roturas de tendones, daños a la región
cervical, etc. El laceo se deberá practicar en un lugar adecuado,
evitando la interposición de elementos- como tocones, árboles, arbustos,
etc.- que puedan atrapar el lazo y ocasionar un tirón brusco.
Si
el animal no es laceado en un corral, deberá conducírsele a uno que
cuente con un bramadero fuerte en su centro. El bramadero deberá ser de
sección circular y de superficie lisa, al objeto de permitir el
deslizamiento de la lazada, la que de ninguna forma deberá quedar
montada o prisionera, puesto que por efecto de un tirón puede reventar y
ocasionar la caída de nuca del chúcaro con su consiguiente muerte o
lesión. En caso de que la lazada se aprisione, el animal puede ahogarse.
Cuando
ya se tiene al animal próximo al bramadero, se le colocara el tapaojo y
un jaquimón de suela o cuero suave y plano. Debe evitarse el material
trenzado porque ocasiona lastimaduras en la nuca y hocico, que
contribuyen a hacer de este momento “un animal mezquino”. El jaquimón
estará dotado en el extremo de la hocicada de un tornillo de fierro con
juego, al que comúnmente se le denomina “numero ocho”. A este elemento
se le atara una soga o cabestro de una longitud que exceda en una cuarta
el largo de los posteriores del animal aproximadamente, al objeto de
evitar la encabestradura o lastimaduras de las cuartillas, que muchas
veces devienen en cojeras incurables.
El
tapaojo debe quitarse antes de soltar al chúcaro, empero el jaquimón
con el cabestro deberán permanecer hasta alcanzada la docilidad del
animal. La acción del ramal se logra cuando el animal lo pisa,
ocasionando que incline la cabeza al lado del miembro que lo tira. Esta
acción facilita también el doble, siento y cejo en el momento que
corresponde su enseñanza.
El
cabestro suelto permite alcanzar diariamente al animal, para poder
manosearlo y efectuar su limpieza. Los primeros días se le sacara del
pesebre, si es necesario acompañado de otro caballo, o de una persona
que lo arree; enseñándole así a cabestrear; algunas personas prefieren
hacer exclusivamente esta labor, valiéndose de un lazo o soga que pasa
por el anca, el cual es tirado con una mano, y el cabestro es sujetado
con la otra.
EDUCACION EN EL TORNO
Una
vez “hecho” el animal al cabestro, deberá ejercitarse alrededor de un
torno de acuerdo a su edad y fortaleza. Al potrillo de hasta un año
nunca se le ejercitara en torno cerrado, solo se le dará unas cuantas
vueltas amplias a ambas manos. Los potrillos de 2 o 3 años deberán ser
introducidos al torno corto al objeto de que comiencen a cuartear, lo
que significara un avance para el momento y día en
que se ensille. L apersona que enseña ala animal a cabestrear debe
iniciar tarea a trote lento, cabestreando por ambos lados. Una fase más
avanzada consiste en lograr que el animal “meta las patas”; estos dos
últimos conceptos son generales puesto que existen animales que son
“naturales de pisos”, y otro que no cubren.
MOMENTO DE ENSILLAR
El
apero de amansar es corriente y liso. El tapaojo que se utiliza para
dar la primera silla debe ser grande. Se acercara al animal al
bramadero, se le taparan los ojos, se le cuadrara, se le manoseara el
lomo, luego se le colocara los sudaderos o sobrepelos, para luego
colocar suavemente la montura con la cincha y guarnición atadas. No es
aconsejable utilizar carona en las primeras sillas. Luego de desatar la
cincha, esta es sujetada suavemente, verificando que este equilibrada
entre las argollas de la montura, luego se colocara la baticola en su
lugar. Al ajustar la cincha hay que observar de no hacerlo con
brusquedad, puesto que hay animales que reaccionan tirándose al suelo, a
los que se denomina “cinchones”. El no ajustar la cincha lo suficiente
ocasiona que la montura se corra, pudiendo aun voltearse, de manera de
quedar en la barriga del animal, ocasionando la caída de los sudaderos y
la reacción del animal que sale dando corcovos y patadas, pudiendo
romper la montura y ocasionar daños mayores. Es recomendable encebar la
baticola y verificar que no queden pelos entre esta. La guarnición se
bajara y la arretranca se fijara a cuatro dedos sobre la punta de los
corvejones. Se dará el largo de tiros adecuado a fin de que queden
sueltos, pero que impidan que el animal meta los posteriores fuera del
tiro.
La
ventaja de colocar la guarnición desde la primera silla reside en
lograr el acostumbramiento del animal desde su inicio. Luego se
destaparan los ojos, para hacer cabestrar al animal, dándole torno a dos
manos; primero abierto y luego cerrado.
Luego
se colocaran la falsa rienda y el bozal, que deberá ser de grosor
medio, debiendo tener las orejas una separación de dos dedos y medio.
Las orejas muy juntas ocasionan un castigo muy severo. Las muy separadas
demandan mayor esfuerzo del chalan. El uso de la sortija entre las
orejas es perjudicial porque impone demasiado castigo que puede
traducirse en “el coleo” y “aburrimiento al bozal”. Si el bozal se
coloca suelto, acciona a manera de serrucho, ocasionado daño a la
ternilla; si se coloca muy ajustado, el animal puede corcovear y tratar
de quitárselo con las manos. El bozal se fijara a tres dedos sobre los
ollares. A animales de ternilla delgada y flexible debe colocárseles
bozales con protección.
Una
vez colocada la falsa rienda y atada a la cabeza de la montura, se
procede a pasear nuevamente al animal, luego se bajara el tapaojo para
poner los estribos de cajón que en la primera oportunidad irán largos, a
fin de evitar que el animal introduzca un caso de los posteriores. En
animales de brío, los estribos irán puestos al revés. Luego se les dará
torno, inicialmente abierto, puesto que sentirá la acción de los
estribos y podrá hacer extraños, luego se irá cerrando el torno para
tener un mayor control del animal. Finalmente se le bajara nuevamente el
tapaojo, se pondrán los estribos correctamente, se verificara la
tensión de la cincha, se determinara que la baticola no esté templada y
finalmente se procederá a montarlo.
PRIMERA SILLA, DOBLE Y QUEBRANTO
El
chalan verificara que el tapaojo impida la visión del animal, entregara
el cabestro al chalan del madrina, sujetara los dos senos de la falsa
rienda y las crines del caballo con la mano izquierda, se pondrá en
forma recta frente a ala estribera izquierda, introduciendo el pie.
Puede valerse del antebrazo izquierdo para apoyarse. Con la mano derecha
cogera el borren posterior derecho de la montura. Introducirá el pie
derecho en su estribo y colocara la penca detrás de su pantorrilla
derecha. N o debe colocarse nunca la penca alrededor de la montura. Se
levantara el tapaojo con la mano derecha, y se cogerá de los senos de la
falsa rienda con ambas manos, en el espacio que permita alargar y
sujetar.
La
madrina debe de ser dócil y estar acostumbrada a cabestrear. El chúcaro
saldrá por el lado derecho, e ira de cabestro de preferencia en un
tramo recto, para dar vueltas muy amplias a ambas manos. Tan pronto
pueda, el chalan iniciara el “lomeo”, que no son materia del presente
resumen. Tan pronto se pueda se detendrá al animal para doblarlo, lo que
se consigue recogiendo un seno de la falsa rienda (con la mano y
aproximadamente a cuatro dedos del bordón o segundo barril). El seno
contrario pasara por encima de la nuca con el objeto de sujetar y poder
acomodar la posición de la cabeza, y se pisara el estribo contrario.
Deberá hacerse doblar sujetando con la falsa rienda de mando a la altura
del primer bordón o barril, de manera que el animal entregue detrás de
la pantorrilla del chalan.
La
experiencia enseña que los animales entregan con más facilidad a un
lado que al otro. Esto, entre otras causas, se debe a que algunos
animales menean por un solo lado, lo que les ocasiona la costumbre de
voltear con más facilidad para el lado que maman. Generalmente, los
animales que son cabestreados de un solo lado, entregan con más
facilidad para ese lado.
N
o se debe practicar el doble al pecho, porque no se le resta arrogancia
al acto, y no se consigue el objetivo de enfrenadura ni el encare que
se persigue. El extremo de doblar al dorso se practica solo en mulares.
Una
vez lograda esta prueba, es conveniente trabajar el animal en círculo e
irlo cerrando paulatinamente hasta alcanzar el centro. En esta posición
se obligara al animal a seguir describiendo círculos sobre el sitio,
accionando sus cuatro miembros y poniendo especial cuidado en evitar el
apoyo sobre el lado de la acción, porque se puede ocasionar distensiones
de la espalda que tardan mucho en curarse. Una vez ejecutados estos
movimientos con seguridad, se procederá a sacar al animal describiendo
un espiral hasta alcanzar el círculo inicial. Luego se le dará al animal
el mismo trabajo por la mano contraria.
Invariablemente,
desde que se comienza a trabajar un animal, se levantara el pie del
estribo del lado a que se va a voltear; esto servirá para tocarlo, o si
es necesario, darle un planazo para que salga y comience a cuartear
lanzando o “botando” el anca respectiva. Si el caballo ejecuta este
movimiento con naturalidad, no requiere de castigo; empero si el caballo
es “quedado” o “lerdo” requerirá del castigo con los dos estribos.
Estas acciones favorecen a la enfrenadura de rienda pareja o contraria,
puesto que el animal aprenderá a voltear al lado en que siente
levantarse el estribo. Esta operación debe estar acompañada por el
corrimiento de la falsa rienda contraria hacia la nuca.
SIENTO
Constituye
la próxima prueba a enseñar. Se logra progresivamente de la siguiente
manera: sacando al animal de frente se le enseñara primero a “meter” uno
de los posteriores, para cuyo efecto se tomara el seno de la falsa
rienda del lado que se desea que el animal meta más corta, al objeto de
reunir más poder al tirar. Simultáneamente el chalan procederá a
desplazar más peso en el estribo del lado posterior que está trabajando,
apoyándose en la batea de la montura, y recogiendo con más fuerza la
falsa rienda del mismo lado, retrayéndola hacia la cabeza de la montura y
efectuando un movimiento de muñeca que permite dar el toque adicional
de presión requerido.
Logrando
meter un posterior, se repetirá el procedimiento para el posterior
contrario hasta finalmente realizar el trabajo a rienda pareja, jalando
la falsa rienda hasta la parte inferior y central de la cabeza de la
montura, apoyándose en ambos estribos con la misma intensidad y
sacándolos hacia los antebrazos del animal, realizando con las nalgas
presión sobre la batea de la montura y con las piernas presión sobre el
borren delantero, e inclinando el cuerpo hacia atrás, hasta conseguir
que el animal meta los posteriores “juntos”. Lograda esta prueba se
podrá decir que el animal esta “sentado”.
Con
el asiento se persigue igualar los pisos de algunos animales, y a
mejorar el piso de otros, sobre todo de los que dejan un posterior por
efecto de una mala educación de cabestro.
No
debe abusarse del siento porque puede traer como consecuencia
relajaciones y derramamientos. Debe realizarse en terreno adecuado para
evitar daño en los corvejones.
CEJO
La
enseñanza de esta prueba debe realizarse después de que el animal ha
aprendido a sentar. Corresponde a uno de los movimientos más difíciles
para el caballo, experimentando en su ejecución una gran contracción del
dorso y la región lumbar. Se sujetara la falsa rienda de la misma forma
que para ejecutar el asiento.
El
chalan templara los senos de la falsa rienda mediante la acción de las
muñecas, inclinando el cuerpo hacia adelante, apoyándose ligeramente en
los estribos. Tan pronto el animal de un paso atrás, se aflojara
ligeramente la falsa rienda. Se ajustara y soltara la falsa rienda en la
medida que se exija hasta conseguir la perfección del desplazamiento
regresivo.
Existen
animales renuentes a realizar esta prueba. Es aconsejable cuadrarlos
frente a una pared, de manera que naturalmente tiendan a buscar la
salida dando un paso atrás.
Deben
de tomarse las providencias del caso para los animales que acusen
tendencia de pisarse los cascos y cuartillas posteriores con los
anteriores. Estas pisaduras pueden ocasionar los llamados “sapos”.
Muchas veces estos animales se caen o dejan trabados.
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TRABAJO EN CIRCULOS
El
chalan hará que su cabalgadura describa un circulo grande. El recorrido
lo efectuara con ambas manos. Luego dentro de este gran círculo
desarrollara también con ambas manos cuatro círculos dispuestos a manera
de cruz. Se aconseja dar dos vueltas a cada círculo por mano,
deteniendo y doblando después de cada uno. Debe enseñarse al animal a
hacer esta prueba con arrogancia.
Luego
se procederá a realizar el número ocho, utilizando dos círculos de
cuatro metros de diámetro. Se obligara al animal a redondear el primero y
luego a entregar a ambos lados al estribo. El chalan ayudara con “aire”
al caballo pisando el estribo contrario, y escondiendo el interior;
asimismo se acompañara con el cuerpo, para dar mayor facilidad que el
corcel apoye los delanteros.
Todas
estas acciones constituyen el principio de la rienda pareja, en que se
trabaja al animal con el cuerpo y la rienda contraria.
COLOCACION DEL FRENO O BOCADO
Se
apreciara la conformación de la boca del animal, al objeto de
determinar defectos v.gr. comisuras cortas o boquiconejuna, etc.
Especial cuidado merece la observación interior de la quijada en el
lugar donde se apoya el puente, constatando si es redonda o triangular.
Se verificara el ancho de la boca.
La
enfrenadura de CPP requiere de distintos bocados, que difieren en su
largo de puente, en el tamaño de la almendra, en la dimensión de las
piernas, en su peso, en la barbada etc.
Para
animales de comisuras cortas deberán utilizarse bocados livianos, de
puente delgado y almendra pequeña. Cabe notar que en estos animales el
bocado descansa cerca del colmillo. Un bocado tosco ocasionara un gran
fastidio a este tipo de animales, pudiendo llegar a desesperarlos,
tratando de quitarse el bocado con los anteriores.
El
bocado va sujeto a una cabezada, que deberá ser delgada y suave,
provisto de una hebilla de espiga en la parte superior. De no contar con
este tipo de hebilla, se recurrirá a una hebilla doble, la que debe ser
presionada con la correa contraria de la cabezada, a fin de evitar
corrimientos.
Es
aconsejable sujetar una bolsita a la almendra que contenga azúcar o
chancaca. Es conveniente poner el bocado durante una semana, manteniendo
al caballo atado al bramadero. Después de este tiempo, el animal
aprenderá a colocar la lengua bajo el puente y no “jugar” con ella.
Al
animal se le dará aproximadamente seis sillas con el bocado puesto sin
riendas, debiendo cuidar que la hocicada pase por la parte interna y
superior de las piernas del bocado, evitando ajustar el bocado en la
medida que cause molestia.
Finalmente se le colocara al bocado unas riendas muy livianas, logrando que el animal este de cuatro riendas.
CUATRO RIENDAS
Deberá
procederse a llevar al animal describiendo los tornos anteriormente
mencionados, cuidando de redondear o cerrar al corcel. En esta primera
salida, y en algunas de las subsiguientes, el chalan deberá, al momento
de doblar, levantar el pie a la altura de la carona, al objeto de evitar
que el animal se golpee la boca a la entrega. De esta manera se evita
que el animal sea “mezquino a la entrega”.
Durante
aproximadamente las seis primeras sillas, las riendas irán atadas a la
cabeza de la montura. Posteriormente se llevaran en la parte superior de
las manos. Se irán recogiendo de acuerdo a los progresos de la
enfrenadura. Se utilizara el dedo meñique para separar la rienda de la
falsa rienda; de manera de ir “ tocando” el freno paulatinamente hasta
emparejar su tensión con la de la falsa rienda. Una vez acostumbrado el
animal al freno, se le llevara con las cuatro riendas sueltas. En caso
de que el animal reaccione “apoyándose en ellas”, se procederá a
sentarlo, haciéndolo luego salir despacio, y aflojándole las riendas. El
objeto de esta práctica es evitar que el animal quede con la “boca
dura” o “cargado al bocado”.
En
caso de que el animal “quede empicado” o comience a hacerlo, se tratara
de golpearlo con la falsa rienda en los carrillos. No debe usarse el
freno a estas alturas porque el animal es todavía muy sensible a él. El
chalan deberá en esta etapa del entrenamiento no solo coger frenos
livianos, sino riendas livianas.
De
cuatro riendas se le trabajara al animal en circulo abierto, cuatro
argollas, número ocho, siento y cejo , tal como se menciono
anteriormente, tirando con más fuerza de la falsa rienda, hasta hacerlo
“parejo” a las cuatro riendas.
Este avance en la enfrenadura no supone que el animal este entrenado.
Algunas
personas estiman que logradas todas las pruebas descritas, y ayudando
al animal luego de quitar la falsa rienda con un bozalillo o con una
gamarrilla para evitar que el animal picotee, se habrá logrado enfrenar a
un animal. Esta idea a más de estar equivocada puede ocasionar que se
desaproveche todo lo enseñado. Una vez que el animal pueda trabajarse
solo con freno, debe procederse a ponerle pellón.
TRABAJOS DE FRENO
Una
vez realizadas las pruebas a satisfacción con las cuatro riendas, se
ejecutara solo con el freno, empezándose por los círculos abiertos,
debiéndose hacer una a cada mano; haciendo que en cambio el animal se
entregue al estribo.
Se sentara logrando que el animal meta los posteriores.
Ya
no se jalaran las riendas hacia arriba y en dirección del hombro
contrario del chalan. Se ayudara al animal con el cuerpo, obteniéndose
una rápida respuesta a los llamados que se haga.
En
el caso del siento, se hará a sola mano, jalando suavemente las riendas
tomadas cortas, al objeto de que el llamado sea lo más corto y bajo
posible.
Al
cejar, debe ayudarse al animal inclinando el cuerpo, evitando que ceje
excesivamente rápido. La utilización de la rienda coja es un artificio
cuya ejecución no implica el uso de las dos manos. Consiste en jalar un
seno más que el otro.
El
castigo se ejecutara por medio del azote. Deberá darse detrás del
estribo y en la barriga. Puesto el freno nunca deberá castigarse en el
brazuelo. El castigo también puede ser ejecutado a la pierna. El modo de
ejecutarlo es como sigue: se toma la penca con la mano derecha por la
mitad, se levanta hasta alcanzar la altura del chalan, bruscamente se
describirá un arco de circulo dirigiéndola donde se quiere dar.
Cuando
se ponen las espuelas al instante que se castiga, se dice que se está
“empalmando” al animal. La primera vez que se pone, debe hacerse de
costado para no “rajar” al animal. Debe cuidarse de no “hincar” a la
cabalgadura en las primeras puestas. No es necesario hacerlo sangrar
porque puede ocurrir que después se las coma o sea que no les haga caso a
ellas.
Siempre
es aconsejable el uso de la gamarrilla, para evitar daño a los asientos
de la boca. Luego puede quitarse esta y cambiarlo por un bozalillo
después, que solo sirve para que el animal no abra la boca. Este último
va por el contorno del hocico y no directamente sobre el bocado como la
primera que lleva correas para ajustar o aflojar. Solo se le quitara el
bozalillo cuando el animal haya aprendido a llevar la boca “quieta”.
Después
del empalme se usara el poncho, que se debe acomodar de manera que
queden dos puntas a cada lado. El chalan deberá llevar las manos fuera
del poncho.
Concluye
la enfrenadura, cuando el animal ejecuta todas las pruebas antes
mencionadas a satisfacción y obedeciendo a los llamados que se le
efectúan con la mano izquierda en forma natural, e incluso a rigor
haciendo todo lo que el chalan quiera, sin requiebros ni espantos, sobre
todo sin rechazos.
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ALGUNOS CONSEJOS FINALES
No deberá montarse un caballo sin antes fijarse en ciertos detalles básicos como:
Se verá que la cincha este ajustada y la correa de cinchar en su sitio, debidamente atada.
Se
deberá tener presente que la baticola y guarnición deben estar en su
sitio, no excesivamente templada ni floja que después cuando camine se
ponga a un lado; lo mismo que la guarnición, y sobre todo los tiros, que
no estén demasiado largos ni cortos sino normales.
Los
estribos a la medida del chalan que los va a usar. No deberá olvidar
que hay dos formas de cortar o alargar los estribos, uno las acciones y
otros las espigas.
Si no se conoce al caballo se le tapara los ojos.
Antes de montar, unas palmadas a la montura caen muy bien.
No
se debe olvidar dar torno a un caballo siempre antes de montarlo; hemos
visto caer a muchos chalanes por montar apurados, sin dar torno al
caballo y después han tenido que hacerlo, por estar embotijado,
perdiendo en esta forma más tiempo, además que pudo el chalan sufrir un
accidente y/o aprender maña el animal, por un detalle que para muchos es
insignificante.
Si el caballo esta de bozal se deberá ver que la hocicada este en su sitio y sobre todo con su ajuste y amarre normales.
Antes
de montar, el chalan pisara con la punta de pie derecho la espuela del
pie izquierdo y con el pie izquierdo la espuela del pie derecho; esto se
hace con la finalidad de que las espuelas estén igualmente caídas en
ambos pies, sino es así, antes de montar deben igualarlos.
Nunca se usaran las espuelas teniendo en uso medios zapatos, sino con zapatos altos o botines.
El
caballo deberá quedarse quieto sin moverse al montarlo, una vez montado
se arreglara el poncho sentándose sobre él y metiendo entre las piernas
la parte delantera, sacara las manos en medio del poncho dejando así
caer cuatro puntas: dos hacia adelante y dos hacia atrás.
También
es clásico en nuestro medio el uso del poncho fino de vicuña y el de
seda o de hilo en el verano, pudiendo este ser blanco.
Todo
esto le parecerá al lector demasiado largo y de mucha pérdida de
tiempo, pero el chalan con la práctica lo hace rápidamente con simple
mirada o ejecución.
Una
vez montado y acomodado se le hará caminar al caballo sacándolo
despacio, luego de unos diez metros se le sentara parejo, para acto
seguido sacarlo en sus pisos e irlo alargando según las tenga, pudiendo
volver a sentarlo si le hace falta. Nunca se sacara rápido o
sobreandando. Este es un término moderno y sobre todo no deberá
olvidarse que no son pisos finos muchas veces censurado por Jurados,
entendidos y aficionados de antes, usado tal vez por las necesidades de
apuro de un Mayordomo de Campo o de algún apuntador, pero nunca de un
maestro entrenador, patrono o aficionado. Nunca se le sacara de sus
pisos haciéndolo correr, sino que si es de mucho termino puede
malograrse.
No debe olvidarse nunca que al apearse hay que amarrar de las riendas y del cabestro al caballo.
Debe
tenerse en cuenta y muy presente que para un Concurso de Enfrenadura la
preparación y las figuras para el son distintas, pues se califica un
caballo que se supone este terminado o sea hecho-sobre todo cuando es a
rigor- siendo las figuras pedidas las siguientes: Torno a ambas manos,
Caracol a ambas manos, hacer número ocho tanto de paseo como pegando la
cabeza del animal al estribo y no al pecho, sentar y cejar. Para una
mejor demostración, se pide el seis destapado, sentar y cejar
nuevamente.
Dejo
constancia de que para la rienda pareja desde el principio hay otros
trabajos y formas que enseñar a la cabalgadura, siendo esta más fina y
sobre todo más elegante cuando es bien enseñada y ejecutada. No
enviciar al caballo haciéndole incluso practica. En cualquiera de las
dos enfrenaduras, tanto la de la rienda pareja como la de la rienda
coja, lo importante es que el animal quede dócil al freno, cuartee bien
sin enredarse, ejecute los movimientos con soltura y normalidad al
entregar, sentar y cejar.
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