::SABER SI EL CABALLO ESTÁ ENFERMO::
En numerosas ocasiones resulta muy fácil ver que un animal
está enfermo: muestra un estado abatido y triste, ojos inexpresivos,
cabeza baja y color apagado...Pero debemos darnos cuenta de que
algo falla antes de que su estado se muestre de forma tan obvia.
A continuación listamos algunas de las señales que
nos facilitará nuestro caballo para indicarnos que no se
encuentra bien, preste atención a ellas porque pueden prevenir
una enfermedad grave:
* Respiración y/o pulso acelerados: tenga en cuenta que
la respiración de un caballo sano ronda entre las 8 y las
12 inspiraciones por minuto y que su pulso aproximado es de 36-42
latidos por minuto.
* El caballo se tumba en el suelo.
* Se queda quieto y se niega a andar.
* Sus heces son pequeñas, líquidas o de un color extraño;
o bien su orina es de un color extraño.
*Cojea: las cojeras son fáciles de ver, pero no lo es tanto
el determinar en qué extremidad tiene el problema. Para ello
deberá examinar cada una de ellas y ver si alguna está
caliente, si tiene alguna herida o algún objeto enganchado
en la herradura. Además haremos trotar al caballo, sabiendo
que:
o Si la cojera está en las extremidades delanteras, bajará
la cabeza al cargar el peso sobre la mano sana y la subirá
al pisar con la mano enferma.
o Si la cojera está en las posteriores la cadera del pie
afectado tenderá a levantarse más.
::AZOTURIA::
Descripción: Se trata de calambres o espasmos que normalmente
afectan a las extremidades posteriores del caballo si bien en los
casos más graves puede llegar a afectar a todo el cuerpo.Suele
producirse cuando el animal está realizando ejercicio después
de haber disfrutado de una jornada de descanso. Síntomas:
* El caballo aminora la marcha de repente y sin motivo aparente.
* Sus músculos se vuelven rígidos.
* Comienza a sudar.
Tratamiento:
* Bajarnos del caballo, en caso de que nos encontremos montando.
* Dejar que el animal se quede quieto, evitando movimientos excesivos.
* Mantenerlo caliente.
* El ataque deberá remitir pasado un rato, si no es así
deberemos ponernos en contacto con el veterinario
::BOTIQUÍN DE PRIMEROS AUXILIOS::
Descripción:
Si pretendemos estar en disposición de poner solución
a los pequeños problemas que presente nuestro caballo, resulta
imprescindible que en nuestra caballeriza exista un botiquín
que para ser completo deberá tener todos estos elementos:
* Algodón tamaño hospital.
* Aceite de ricino; muy útil para reblandecer.
* Sulfato de magnesio.
* Antiséptico, para la limpieza de las heridas.
* Sal de mesa.
* Rollo de apósito.
* Vendas (grandes y normales).
* Agua oxigenada, sólo para las heridas punzantes del casco
(siempre bajo la indicación del veterinario).
* Linimento para golpes, a utilizar para endurecer la piel que ha
sufrido una rozadura o mataduras que han sido ocasionadas por la
cincha, una vez ha sido curada la herida..
* Sulfato de magnesio y glicerina en pomada.
* Tijeras.
* Termómetro.
* Bolsa de frío instantáneo.
* Gasas estériles.
* Toalla.
Conviene que este botiquín se encuentre siempre limpio y
con todos sus elementos ordenados, de tal manera que en caso de
urgencia sepamos a donde debemos acudir de manera inmediata.
Todos aquellos que se encarguen del cuidado del caballo deberán
conocer la existencia de este botiquín y su contenido.
::CABALLO ENFERMO, CABALLO SANO::
Descripción:
Existen numerosos determinantes que nos ayudarán a saber
si nuestro caballo está padeciendo cualquier tipo de enfermedad,
algo que podremos llegar a saber realizando un sencillo examen del
animal.
Hay dolencias como las heridas, que resultan muy fáciles
de localizar y tratar, pero existen otras que son de carácter
interno y por lo tanto es mucho más difícil llegar
a saber de su existencia.
A continuación le señalamos una serie de elementos
que le ayudarán a diferenciar entre un caballo sano y otro
que presenta alguna enfermedad.
CABALLO SANO:
* Ojos limpios y brillantes.
* Capa brillante, sin caída de pelo.
* A la hora de comer lo hará bien, mascando con facilidad.
* Orina casi transparente o de color amarillo pálido.
* Sus extremidades y cascos deberán estar fríos, sin
ningún tipo de inflamaciones.
* Al andar, repartirá el peso uniformemente entre sus cuatro
extremidades (sin embargo, tenga en cuenta que el cambio constante
del peso de una extremidad a otra, sobre todo en las delanteras,
no es un buen síntoma.
* Su temperatura correcta se sitúa alrededor de los 38ºC.
* Su pulso, en reposo, oscilará entre las 36 y 42 pulsaciones
por minuto.
* Su respiración, también en reposo, variará
entre las 8 y las 12 inspiraciones por minuto, debiendo hacerse
con suavidad y sin esfuerzo.
CABALLO ENFERMO:
* El aspecto general de un caballo enfermo es de abatimiento y
tristeza.
* Las orejas estarán caídas hacia atrás, la
cabeza baja y los ojos se mostrarán inexpresivos y apagados
(incluso en ocasiones le llorarán).
* Su pelo habrá perdido el aspecto brillante y se mostrará
opaco.
* En caso de que observemos que se echa sin un motivo claro, debemos
tener en cuenta que es un síntoma de enfermedad.
* Si observamos que escarba, que suda mucho y que se muestra inquieto,
lo haremos ver por un veterinario, puesto que todos ellos son síntomas
de un cólico.
* Para determinar la existencia de una contusión, palparemos
la zona, ésta existirá si observamos calor (en ocasiones
vendrá acompañada de una clara inflamación).
* Aunque las cojeras pueden resultar evidentes, en ocasiones resulta
difícil concluir en qué extremidades se encuentra
la dolencia, para poder ponerle solución. Una forma de saberlo
es la siguiente:
o En primer lugar miraremos los cascos, tratando de ver si alguno
está caliente o si existe alguna herida o piedra encajada.
o Después palparemos toda la extremidad.
o A continuación, haremos que el caballo trote, teniendo
en cuenta lo siguiente: si la cojera se encuentra en los anteriores,
bajará la cabeza al cargar el peso en la mano buena y la
levantará al pisar con la mano que le produce dolor. En caso
de que la cojera se encuentre en las extremidades posteriores, el
corvejón y la cadera del pie afectado parecerán levantarse
más al pisar.
Por supuesto, todo lo aquí comentado nos servirá
como un primer acercamiento a un posible problema, en caso de que
comprobemos que éste exista o de que simplemente observemos
que el aspecto general del caballo empeora, lo más adecuado
será ponernos en contacto con el veterinario, el único
que podrá determinar la existencia de la enfermedad y el
tratamiento más adecuado en cada caso.
::TIRONES::
El caballo puede sufrir tirones en cualquiera de sus extremidades
y éstos pueden ser muy graves, dejando al caballo parado
hasta todo un año y en los peores casos para siempre.
Las causas que los producen suelen ser un mal paso o un terreno
demasiado blando, produciéndose más normalmente en
los momentos en que el caballo se encuentra galopando o saltando.
Tratamiento:
Si nota que su animal sufre un tirón, deberá actuar
de la siguiente forma:
* Ponga hielo en la zona afectada.
* Deje descansar al caballo.
* Llame al veterinario, quien seguramente colocará un vendaje
anatómico con presión uniforme en la zona.
::SARNA, DETECCIÓN Y CUIDADOS::
La piel del caballo es una parte expuesta constantemente a infecciones
y enfermedades parasitarias que, además de resultar enormemente
molestas para el animal, pueden llegar a suponer un serio riesgo
para su vida.
La sarna es, sin lugar a dudas, una de las enfermedades parasitarias
más comunes entre los equinos; por ello conviene conocerla
bien, saber cuáles son sus diferentes manifestaciones, el
por qué aparece en determinados caballos y cómo debemos
luchar contra ella. Algo que se hace aún más importante
durante la época de calor, cuando proliferan los mosquitos
(una de las principales formas de propagación de este tipo
de enfermedades) y la falta de humedad provoca la aparición
de polvo y suciedad en la que los ácaros se encuentran a
sus anchas.
TIPOS DE SARNA
La sarna del caballo surge por la acción de diversos tipos
de ácaros que se asientan en determinadas zonas del cuerpo
del animal. Debido a esos ácaros, el caballo comenzará
a tener un fuerte prurito y el pelo, antes brillante, se tornará
opaco y se llenará de costras y ampollas.
Podemos citar tres tipos fundamentales de sarna que aparece en los
caballos:
* SARNA SARCÓPTICA: causada por el “Sarcoptes equi”,
un parásito que se introduce en la piel del caballo, donde
deja sus huevos.
Este tipo de parásito se manifestará primeramente
en la cabeza (labios, ojos y orejas), espalda, cuello y en la zona
de la silla; desde estos lugares se irá expandiendo por el
cuerpo del animal.
Localizaremos este tipo de sarna de la siguiente forma:
o Comenzará con un fuerte picor, que aumentará en
los momentos es que expongamos al caballo al sol, en el interior
de establos calurosos y durante la noche.
o Podremos apreciar unos pequeños bultos sobre la piel, perfectamente
perceptibles al tacto.
o El pelo se agrupará en mechones que corresponden a cada
uno de estos nódulos.
o El pelo se caerá con facilidad, dejando pequeñas
alopecias. En algunas de estas calvas podremos localizar llagas,
que terminarán por transformarse en costras espesas.
o Si la sarna continúa, acabarán por formarse bastas
zonas cubiertas por costras, con llagas que se localizarán
principalmente en el cuello y en la garganta.
o Llegados a este punto, el caballo se encontrará claramente
desmejorado, se mostrará desganado y apenas comerá.
* SARNA PSORÓPTICA Y AURICULAR: causada por el parásito
denominado “Psoroptes equi”, el cual busca las zonas
del cuerpo provistas de pelo largo, así como las partes de
flexión de las articulaciones.
El modo de contagio es por contacto directo o por transmisión
por arneses.
Debajo del mechón de la nuca, debajo de la ingle, en el muslo,
axilas, zonas de la grupa... son los lugares preferidos por este
parásito que provocará un intenso y desagradable picor
en el animal.
El caballo suele reaccionar ante este picor sacudiendo violentamente
la cabeza.
* SARNA CORIÓPTICA: también denominada “Sarna
de los pies”, puesto que suele comenzar en la zona de las
extremidades posteriores desde donde avanza para cubrir, principalmente
en el caso de los potros, todo el cuerpo.
A pesar de esto se trata del tipo de sarna menos contagioso y su
avance suele ser lento, en muchas ocasiones puede estar localizado
en una única extremidad durante largos meses.
Por supuesto su aparición se hará notar con un fuerte
picor, ante el cual el caballo reaccionará dando pisotones
al suelo de manera continuada y mordiéndose las cuartillas.
A simple vista localizaremos la sarna a través de una descamación
en la piel que terminará en la caída de la epidermis,
llevando poco a poco a la formación de costras escamosas
y a la aparición de grandes llagas transversales.
CÓMO COMBATIR LA SARNA
Ahora que conocemos las formas y síntomas que pueden presentar
los diferentes tipos de sarna, conviene saber cómo actuar
ante ella.
En primer lugar debemos hacer fuerte hincapié en la necesidad
de mantener las caballerizas y elementos que tengan que ver con
el caballo perfectamente limpios. Debemos tener en cuenta que los
ácaros y parásitos se desarrollan a sus anchas en
la suciedad, por lo que nunca está de más que las
caballerizas, patios, potreros y arneses se desinfecten con abundante
creolina, lisoformo y agua con sal.
Es muy importante ubicar y retirar los bebederos y comederos de
las excretas, para evitar que se contaminen; eso sin olvidarnos
de que es fundamental que nuestro caballo tenga acceso al agua limpia
y fresca durante todo el día.
Mantener al caballo fuera de la caballeriza, al aire libre y realizando
ejercicio bajo el efecto curativo del sol, es siempre recomendable;
no sólo estará más alegre sino que además
lo mantendremos por más tiempo alejado del peligro que supone
el contacto con sus excrementos.
Retirar el estiércol todos los días resulta una tarea
prioritaria; una vez retirado, este estiércol deberá
ser depositado en un estercolero que estará colocado lo más
lejos posible de las caballerizas para que éste se deseque
con los rayos del sol, de este modo los parásitos, los huevos
y las larvas serán destruidos por el simple exceso de calor.
Un buen cuidador deberá llevar a cabo un control de desparasitación
para todos los caballos. Un control que deberá ser respetado
correctamente si queremos evitar la infestación, la sobrecarga
parasitaria, la contaminación ambiental, la transmisión
a otros caballos e incluso la reinfestación de los animales.
Este programa de desparasitación deberá tener en cuenta
múltiples variables; desde el tipo de parásitos existentes
y su cantidad en el animal afectado, el tipo de tratamiento llevado
a cabo, el estado de las caballerizas, el estado de los alrededores...
Vigilaremos muy de cerca los medicamentos dados, cambiándolos
a menudo para evitar que los parásitos generen su propia
resistencia.
De cualquier manera y en caso de que su animal se contagie con la
sarna, para combatirla deberá llevar a cabo los siguientes
pasos:
* Lo primero que hay que hacer es proceder al esquileo general,
incluidas las crines y a la consiguiente quema de todos los pelos
cortados.
* Continuaremos limpiando la piel con un cepillo blando y mucho
jabón. En esta limpieza deberemos poner especial cuidado
en las costras aparecidas a causa de la sarna, para no dañar
innecesariamente al animal.
* Aplicaremos cataplasmas con una solución a base de esteres
fosfóricos. El uso de cataplasmas sirve para eliminar la
infección, reducir la inflamación, aliviar las contusiones
y limpiar las heridas; deben dejarse puestas un máximo de
12 horas, pasadas las cuales convendrá repetir la aplicación;
además no conviene colocarlos durante más de tres
días seguidos, a no ser por indicación expresa del
veterinario.
No nos cansaremos nunca de señalar la enorme importancia
de llamar al veterinario en el momento en que advirtamos cualquier
problema en nuestro animal. El es el único que, tras realizar
un examen exploratorio, podrá determinar el alcance de la
enfermedad y, por supuesto, el tratamiento más adecuado a
seguir.
Una vez curado al animal y para prevenir una nueva aparición,
convendrá llevar a cabo algunas medidas de prevención,
como son:
* Seguir una alimentación intensiva y abundante, en la
que pongamos especial atención a la calidad de los piensos
así como al aporte vitamínico. Administrar reconstituyente
con vitamina B12 es siempre adecuado.
* Los animales afectados deberán permanecer al aire libre
y , en caso de ser posible, en el pastizal.
Ni que decir tiene que los animales afectados deberán ser
separados de los sanos, teniendo en cuenta que el contagio entre
un animal enfermo y otro que no lo está es relativamente
sencillo, pudiendo producirse por contacto directo o indirecto (sillas,
lugares de cobijo...); toda precaución es poca.
Y como solemos indicar, una correcta alimentación, una adecuada
rutina de limpieza y un programa de ejercicios adecuados es la mejor
prevención para cualquier enfermedad. Cuidemos correctamente
a nuestro animal para no tener que lamentar sus enfermedades.
::LAMINITIS::
Se trata de una inflamación de las láminas interiores
del casco. Suele ser debida a un cambio en la dieta en el que se
introduce una alimentación mucho más rica o bien a
un exuberante pasto nuevo.Síntomas:Debido a la inflamación,
el casco no puede expandirse para aliviar la presión por
lo que el animal acaba por apoyarse en los talones tratando así
de aliviar el dolor; de esta forma podremos percibir que algo ocurre,
ya que notaremos serias dificultades para el movimiento.Tratamiento:
* Reducir de forma drástica la comida.
* Aplicar calor.
* Colocar el casco en una solución caliente de sulfato de
magnesio (que verteremos sobre un cubo).
* Vendar la zona sin apretar.
* Para paliar el dolor podemos disolver unas cuantas aspirinas (alrededor
de cinco) en un poco de agua, las mezclamos con miel y harina y
untamos toda esta mezcla en la lengua cada cuatro horas hasta que
el veterinario nos de un analgésico más adecuado.
* Llamar sin falta al veterinario.
::HERIDAS::
Descripción: Es muy común que nuestro animal se produzca
múltiples rasguños y heridas, en principio no deben
preocuparnos excesivamente pero deberemos prestar especial atención
al lugar donde se producen y a su curación (observar si tarda
excesivo tiempo en sanar).Tratamiento:Lo más importante es
limpiarla a fondo, con el fin de que el animal no contraiga otras
enfermedades, para ello le recomendamos que siga las siguientes
instrucciones:
* Lave la herida con un chorro abundante de agua fría:
esto ayudará a contraer los vasos sanguíneos al tiempo
que eliminaremos la suciedad y la sangre coagulada, con lo que podremos
analizar mejor la herida.
* También puede utilizar una solución salina para
lavar la herida y las zonas circundantes: una cucharada de sal de
mesa disuelta en un litro de agua.
Además conviene que tenga en cuenta los siguientes puntos:
* Si se trata de una herida superficial, le recomendamos que la
proteja con aceite de ricino.
* En caso de que la herida sea importante y resulte obvia la necesidad
de dar puntos, deberemos tapar la herida con un vendaje ligero,
dejando todo lo demás en manos del veterinario.
* Nunca hurge en una herida para determinar su profundidad.
* Si se produce una hemorragia, deberá intentar cesarla presionando
la herida con una venda, para lo cual colocaremos previamente una
gasa o pañuelo limpio sobre la misma.
* En caso de que existan trozos de madera, metal o algún
otro objeto clavados en la herida, deje al veterinario la tarea
de retirarlos y deje la herida destapada.
* Evite que el caballo se toque las heridas.
* Compruebe que la vacuna del tétano está al día.
De cualquier manera debe tener en cuenta que usted sólo
puede realizar una primera cura y que todo aquello que implique
cualquier tipo de complicación deberá dejarlo en las
manos expertas de un veterinario.
::GRIPE::
Se trata de una enfermedad relativamente fácil de detectar
ya que produce un notable empeoramiento del aspecto del animal,
que parece volverse triste y decaido. Síntomas:
* Ojos llorosos.
* Mucosidad.
* Temblores.
* Pulso y respiración acelerados.
Tratamiento:
* Tomar la temperatura al animal, para determinar si tiene o no
fiebre (la tendrá si el termómetro indica más
de 38º), en caso de que así sea deberemos llamar al
veterinario, nunca trataremos a un animal que tenga fiebre.
* Mantenerlo caliente, con mantas y vendas; asegurándonos
de que en la cuadra no existen corrientes de aire que pueden perjudicarle
pero sí que está ventilada.
* Para descongestionarle trataremos de que inhale vapores balsámicos;
para ello le colocaremos en el fondo de una bolsa unas gotas de
este tipo de compuesto, sobre el cual pondremos un puñado
de heno remojado con agua caliente.
* Para aliviar la inflamación de la garganta y reducir el
dolor, es conveniente colocar unos paños calientes sobre
la misma.
* Si los síntomas persisten después de 24 horas lo
más conveniente es llamar al veterinario, ya que se pueden
presentar complicaciones imprevistas.
::SABER SI EL CABALLO TIENE FIEBRE::
Si observa que su caballo se comporta de manera extraña,
tal vez sea porque tiene fiebre. Si no dispone de un termómetro
a mano para comprobarlo, le proponemos que pruebe a tocarle las
orejas; si éstas están calientes, es un síntoma
de que la fiebre está allí.
Claro está que el calor en las orejas puede ser producido
por otras causas, pero una cosa es del todo cierta, si el caballo
tiene las orejas frías puede estar tranquilo porque no tiene
fiebre.
::CURAR PEQUEÑAS HERIDAS::
Las heridas son, por desgracia, algo bastante común en el
caballo, sobre todo tras jornadas de trabajo.
Aunque en principio no tienen porque suponer ningún problema,
lo cierto es que conviene que procedamos a su limpieza y curación
cuanto antes, puesto que pueden convertirse en un foco de infección
que conlleve la aparición de dificultades que son del todo
evitables.
Lo primero que deberemos hacer cuando localicemos una herida es
limpiarla a fondo. Para ello rociaremos agua fría sobre la
misma, de forma suave; con esto conseguiremos contraer los vasos
sanguíneos, al tiempo que un flujo continuo de agua ayudará
a eliminar toda la suciedad acumulada en la zona, así como
la sangre coagulada.
Una vez que la hayamos limpiado con el agua, podremos determinar
la profundidad y gravedad de la herida, concluyendo si va a necesitar
o no puntos. En caso de que sea evidente que así va a ser,
nos limitaremos a tapar la herida con un suave vendaje, dejando
el resto del trabajo al veterinario.
Si nos encontramos fuera de casa, deberemos ser capaces de valorar
si el caballo será o no capaz de volver por sus propios medios.
No conviene correr riesgos, en caso de duda siempre es recomendable
localizar un medio de transporte.
En caso de que se trate de una herida superficial y queramos proceder
a su curación, comenzaremos por lavar la herida y las zonas
que la rodean con una solución salina (se preparará
con una cucharada pequeña de sal disuelta en un litro de
agua). Tras esto, las protegeremos con pomada de cinc o aceite de
ricino.
Por supuesto el objetivo de esta primera cura debe ser el de proteger
la herida de tal manera que se controle la hemorragia, al tiempo
que evitar que se infecte.
En caso de que la herida presente trozos de madera o de metal clavados,
deberá ser el veterinario el encargado de extraerlos. No
conviene apretar la herida y en ese caso la dejaremos destapada
esperando la actuación profesional lo antes posible.
Por supuesto y una vez pasada la primera fase de “peligro”,
convendrá comprobar que la vacuna del tétano se encuentre
al día.
::EL COLICO EQUINO::
Los cólicos pueden ser de diferentes tipos, entre los más
comunes cabe señalar:
* Cólico espasmódico: produce en el caballo dolores
fluctuantes.
* Cólico hepático: producido por el paso de un cálculo
por las vías biliares.
* Cólico renal: debido al paso de un cálculo por las
vías urinarias.
* Cólico de torsión: producido por la torsión
del intestino del caballo.
Se trata de fuertes dolores de vientre que sufre el caballo que
pueden ser debidos a múltiples causas; las más habituales
son:
* Un cambio repentino en la dieta del animal.
* Un empacho.
* Una infestación parasitaria.
Síntomas:Podremos advertir que el caballo está sufriendo
un cólico si vemos que se muestra inquieto, se revuelve y
empieza a sudar.Tratamiento:
* Prohibirle comer o beber.
* Evitar que se revuelque y prepararle una abundante cama si vemos
que no puede dejar de hacerlo.
* En caso de que estos dolores se prolongen deberá llamar
al veterinario
Etimológicamente el término “Cólico”
significa "dolor de colon". En nuestros días el
significado de este vocablo se ha extendido y ahora se considera
cólico a cualquier dolor localizado en la cavidad abdominal.
En definitiva, se trata de dolencias del aparato digestivo caracterizadas
por dolor, y que se acompañan de alteraciones funcionales
e incluso en la topografía de las vísceras de la cavidad
abdominal.
Todos los que estamos relacionados con el mundo de los caballos
hemos oído hablar en alguna ocasión de los temidos
cólicos, que actualmente representan entre el 15 y el 20%
de los actos clínicos que desarrolla el veterinario dedicado
a la medicina equina.
El cólico es sin duda la principal causa de muerte en caballos.
Conocer esta enfermedad, sus síntomas y tratamientos, es
por tanto de vital importancia para cualquier cuidador.
POR QUÉ LOS CÓLICOS PERJUDICAN AL CABALLO
El caballo es, sin dudas, el animal que más sufre las consecuencias
de los cólicos; la causa está íntimamente relacionada
con múltiples y variadas cuestiones que tienen que ver con
las características físicas y de comportamiento del
animal.
Una de las más importantes es la que viene determinada por
las propias condiciones anatómicas de los caballos: ellos
poseen un intestino con una longitud aproximada de 30 a 35 metros
y con una marcada variación en su tamaño. A esto debe
sumarse un estómago de tamaño reducido, caracterizado
por un rápido tránsito gástrico, lo que provoca
que durante el día deba vaciar varias veces su contenido,
enviando al intestino alimentos con insuficiente grado de digestión.
Otro de los motivos fundamentales son los errores en la nutrición;
fundamentalmente relacionados con la calidad y cantidad de la ingesta
suministrada.
Pero además debemos tener en cuenta el trabajo que a diario
realiza el animal, el excesivo ejercicio, los enfriamientos, la
administración de bebidas frías... son todos factores
de riesgo que ponen al caballo en las condiciones perfectas para
ser “atacado” por un cólico.
CAUSAS DETERMINANTES DE LA ENFERMEDAD
El cólico puede ser definido como el dolor percibido por
el animal que padece un cuadro de abdomen agudo con localización
en el aparato gastrointestinal o en los órganos genitourinarios.
Sabemos que los animales perciben el dolor, porque el mismo genera
un conjunto de anomalías perjudiciales para todo el organismo.
Las principales causas de cólicos en equinos podemos encontrarlas
en la propia alimentación y en los parásitos del aparato
digestivo.
* Motivos alimenticios:
* Una dieta escasa.
* Una dieta excesiva.
* Dieta compuesta por alimentos muy ricos en energía o muy
ricos en proteína
* Dieta con una cantidad excesiva de fibra bruta poco digestible.
* Aguas duras, el agua en cantidad insuficiente o cuando ésta
se administra - excesivamente fría o contaminada.
* Parásitos del aparato digestivo: es la causa más
frecuente de cólico en los caballos: - hasta un 30% en animales
estabulados y el 90% en animales en libertad.
* La desparasitación rutinaria disminuye la presentación
de cólicos de forma considerable.
SÍNTOMAS DE LA ENFERMEDAD
Si un caballo sufre un cólico, dará signos evidentes
de ello. Conviene estar atentos, cuanto antes interceptemos la enfermedad,
mayor posibilidad tendremos de sanar al animal.
En primer lugar es importante la observación del estado general
y del comportamiento del equino durante algunos minutos. Un caballo
con un cuadro de cólicos dará claros síntomas
de inquietud: se dirige de un lado a otro del box o piquete, escarba
o rasca el suelo, efectúa cambios frecuentes de posición
(se acuesta y se levanta), expresa su dolor con miradas angustiosas
orientadas hacia los flancos, tiende a echarse con cautela o de
manera brusca y suele revolcarse.
En caso de que sospechemos de que existe la enfermedad, deberemos
observar otra serie de signos importantes:
* El tamaño del abdomen (aumento de uno o ambos lados),
las heridas y los traumatismos que se producen por el intenso dolor.
* La presencia de comida en el comedero.
* Ausencia de orina en la cama.
* Posibles dificultades para orinar.
* Modificaciones en la materia fecal.
* Sudoración intensa, con importante pérdida de agua
y los electrolitos (que si no se reponen conducen a un estado de
shock).
CONDUCTA A SEGUIR
En caso de que observemos alguno de los síntomas antes expuestos,
conviene que nos pongamos en contacto con el veterinario de inmediato.
La rápida intervención del profesional se hace imprescindible,
ya que es el único capaz de determinar el diagnóstico
real y el tratamiento adecuado; a lo que procederá tras un
exhaustivo análisis del animal. Además y lo que no
es menos importante, calmará el dolor y tratará de
restablecer el normal funcionamiento digestivo.
Pero además, existen una serie de Medidas preventivas que
podemos llevar a cabo:
* Prohibirle comer o beber.
* Evitar que se revuelque y prepararle una abundante cama si vemos
que no puede dejar de hacerlo.
El tratamiento, que siempre deberá ser determinado por el
veterinario, dependerá de la causa que lo origine, pero en
reglas generales se calma el dolor para evitar autolesiones y se
administran antiespasmódicos.
En los casos graves puede ser necesaria la intervención quirúrgica
para salvar la vida del animal.
LA MEJOR CURA, LA PREVENCIÓN
Como con cualquier enfermedad, prevenir la aparición del
cólico es siempre la mejor opción. Para ello es necesario
disminuir las causas que predisponen a desencadenar un cuadro de
este tipo.
Procuraremos corregir las alteraciones de los dientes, deberán
efectuarse tratamientos contra los parásitos gastrointestinales
y se proscribirán las bebidas frías.
Deberá controlarse estrictamente el racionamiento, es decir,
la calidad y la cantidad de los alimentos suministrados. Conviene
recordar que los equinos son sumamente sensibles a cualquier alteraciones
en su alimentación, que puede ser una de las principales
causas de enfermedad. Si el caballo se encontrase estabulado, será
conveniente distribuir el alimento en varias tomas al día.
Debemos recordar que los caballos, por sus características
anatómicas, no pueden vomitar, por lo tanto, se puede producir
una dilatación gástrica, con el riesgo de ruptura
del órgano y posterior muerte.
Si el cólico es detectado a tiempo, el animal sanará
casi con total seguridad. Que su estado sea el adecuado tras la
enfermedad dependerá de diferentes puntos, como la propia
causa que provocó el cólico, la rapidez con que se
reconocen los primeros síntomas, la realización inmediata
de un adecuado tratamiento, la respuesta al tratamiento efectuado,
la presencia de complicaciones generales (deshidratación,
shock, etcétera), el restablecimiento de la fisiología
gastrointestinal normal...
:: CUÁNDO DEBE LLAMAR AL VETERINARIO::
Existen algunos problemas o heridas que podemos solucionar nosotros
mismos, pero existen otras en los que será de vital importancia
llamar al veterinario.
Hágalo cuanto antes siempre que:
* El caballo tenga una temperatura mayor de 38º C.
* Si ha sangrado abundantemente o tiene cortes de importancia.
* Si muestra un carácter extraño.
* Si presenta síntomas de dolor evidentes.
* Si saliva en abundancia; puesto que puede ser el síntoma
de haber comido alguna hierba nociva o haberse clavado algo en la
boca.
* Si se tambalea al andar (puede haberse envenenado).
* Si parece que intente vomitar, arqueando el cuello y el dorso
y haciendo esfuerzos con los músculos de la barriga (puede
existir algún problema en el esófago).