En cada evento participan aproximadamente 500 caballos,
en 60 categorías y 24 premios especiales. La máxima categoría
es la de Campeón de Campeones. Si un caballo consigue el cetro tres
veces se convierte en "Laureado", título cumbre que solamente
unos cuantos ejemplares han alcanzado, entre los que figuran: Caramelo (1974),
Regional (1972), Cascabel (1977), Sol de Paiján (1982) y Predilecto
(1987). Entre las yeguas ganadoras tenemos: Gitana ( 1970), Ximena (1976),
Regina (1979) y Doña Luisa ( 1991).
Para catalogar a un caballo de paso como modelo ejemplar
se tienen en cuenta las siguientes medidas estética: largo del animal,
largo de cabeza, largo del cuello, ancho del cuello, ancho del pecho, altura
de la cruz, largo de la grupa, perímetro toráxico y esternón
del suelo.
Caballo Peruano de paso entrenando en pleno invierno en
EEUU.
A estas características, se añaden la delicadeza
y vistosidad del llamado "apero nacional" que utiliza el caballo
en su andar. El apero no es más que el conjunto de arreos o avíos
que lleva encima el caballo, conformado por los siguientes elementos: el
terno de cabeza o jato, la falsa rienda, la montura peruana, los estribos
y el pellón.
Así engalanado, el caballo de paso peruano está
listo para participar en las distintas competencias que se realizan en Lima
(Lurín y Cieneguilla), al norte del Perú en Chiclayo, y al
centro, en Huancayo. Estos eventos nacionales convocan a los propietarios
y criadores de caballos de las más finas razas equinas, en una comparsa
marcial que desata un eufórico y multitudinario aplauso del público
espectador.
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