Hay algunos síntomas que debemos tener en cuenta para detectar si un caballo está enfermo:
-
Si tiene la respiración y/o el pulso acelerados: la respiración de
un caballo sano está entre las 8 y las 12 inspiraciones por minuto
y su pulso aproximado es de 36-42 latidos por minuto.
- Si muestra un carácter extraño.
- Si presenta síntomas de dolor evidentes.
- Si tiene una temperatura mayor de 38º C.
- Si se tumba en el suelo.
- Si se queda quieto y se niega a andar.
- Si sus heces son pequeñas, líquidas o de un color extraño o bien su orina es de un color extraño.
- Si se muestra abatido y triste.
- Si tiene ojos inexpresivos y apagados, incluso a veces llorosos.
- Si tiene las orejas caídas hacia atras.
- Si lleva la cabeza baja.
- Si el pelo se ha quedado sin brillo y está opaco.
- Si escarba, suda mucho y está inquieto, puede tener un cólico.
- Si saliva en abundancia, puede ser síntoma de haber comido alguna hierba nociva o haberse clavado algo en la boca.
- Si se tambalea al andar, puede haberse envenenado.
-
Si parece que intenta vomitar, arqueando el cuello y el dorso y
haciendo esfuerzos con los músculos de la barriga, puede existir algún
problema en el esófago.
Botiquín de primeros auxilios
Conviene tener siempre uno a mano, y que se encuentre limpio y con todo bien ordenado. Deberá contener:
- Aceite de ricino, para reblandecer.
- Agua oxigenada, para las heridas punzantes del casco (bajo la indicación del veterinario).
- Algodón tamaño hospital.
- Antiséptico, para la limpieza de las heridas.
- Bolsa de frío instantáneo.
- Gasas estériles.
-
Linimento para golpes, para endurecer la piel que ha sufrido una
rozadura o mataduras que han sido ocasionadas por la cincha, una vez ha
sido curada la herida.
- Rollo de apósito.
- Sal de mesa.
- Sulfato de magnesio y glicerina en pomada.
- Termómetro.
- Tijeras.
- Toalla.
- Vendas de varios tamaños.
Enfermedades
Adenitis equina
Es
una enfermedad infectocontagiosa, febril, de curso agudo o subagudo que
afecta el tracto respiratorio superior y ganglios adyacentes
(retrofaríngeos y submandibulares). Se presenta principalmente en
potrillos menores de 2 años de edad y es causada por Streptococcus equi
(bacteria gram +). Es
muy contagiosa, y la principal vía de entrada de la bacteria es por
el tracto respiratorio pero puede también ingresar a través de heridas
que tengan contacto con secreciones purulentas o a partir de leche
materna infectada. Tiene un período de incubación de 3 a 8 días.
Síntomas:
Fiebre, abatimiento, anorexia.
Continúa con una secreción serosa y luego purulenta.
Los ganglios se inflaman, se tornan duros, calientes y dolorosos.
A los pocos días se producen abcesos y se abren hacia el exterior de las bolsas guturales o la retrofaringe.
También presenta tos productiva, disnea y disfagia.
Tratamiento:
El
diagnóstico se realiza a partir de los síntomas, por las lesiones y por
laboratorio a partir de muestras de secreción. El pronóstico es
favorable cuando la enfermedad se limita solo al tracto respiratorio
superior, que generalmente curan en 2 o 3 semanas. En caso de haber
complicaciones el pronóstico es reservado y depende
que órgano esté afectado. El tratamiento médico es eficaz, se recomienda
el uso de antibióticos como la penicilina de depósito o
sulfa-trimetoprim, pero nunca una combinación de ambos.
Los
abscesos deben madurar y debe realizarse un drenaje quirúrgico y lavaje
con antisépticos. Los animales afectados deben ser aislados por la alta
contagiosidad de la enfermedad.
Se recomienda el uso de vacunas en potrillos desde muy temprana edad.
Anemia infecciosa equina
Es
una enfermedad infecciosa, transmisible, provocada por un virus de la
familia Retroviridae. Se caracteriza por una evolución crónica con
períodos de agudización con fiebre, abatimiento, anemia y edemas. La
transmisión de la enfermedad se realiza por medio de picaduras
producidas por artrópodos hematófagos (Tabanus, Stomoxys,
Aedes y Anopheles) o por agujas (la transmisión es siempre mecánica).
Síntomas:
La
enfermedad se puede presentar de distintas formas, desde una
sobreaguda, donde la enfermedad se desarrolla súbitamente y culmina con
la muerte del animal, hasta una forma inaparente que no presenta
síntomas.
La sintomatología típica es fiebre, anemia, edemas enflaquecimiento, etc.
También aparecen síndromes específicos según sea el el órgano afectado (síndrome hepato-renal, síndrome intestinal, etc.).
En
las formas crónicas aparecen períodos de agudización de la enfermedad y
termina con la muerte luego de mucho tiempo de evolución.
Tratamiento:
El diagnóstico médico es difícil ya que los síntomas de la enfermedad no son muy específicos.
El
Test de Coggins es el método de laboratorio de elección para
identificar animales infectados en cualquier período de la enfermedad, a
excepción del período de incubación, que se produce en los primeros 20
días.
No
hay tratamiento para esta enfermedad, sólo la profilaxis que consta de
control periódico por medio del Test de Coggins, aislamiento y
eliminación de los animales positivos, control de vectores así como la
utilización de material descartable y por último estricto control de los
animales que entran o salen del establecimiento.
Todos los animales positivos deberán ser denunciados ante la autoridad
correspondiente.
Arteritis viral equina (EVA)
Es
una enfermedad
virótica infecciosa de los caballos, que produce una variedad de
síntomas
clínicos, especialmente aborto. La enfermedad se transmite tanto a
través del
sistema respiratorio como reproductor. En muchos casos, la enfermedad es
asintomática o presenta síntomas similares a la gripe durante un breve
período
de tiempo. En el caso de yeguas preñadas, el aborto es frecuentemente el
primer, y en ocasiones el único síntoma de la enfermedad. Si bien la
enfermedad fue
confirmada en diferentes razas equinas, el índice más alto de infección
se
detectó en trotones Standardbreds adultos. Esta enfermedad respiratoria, se transmite
mediante la inhalación de partículas provenientes del exudado nasal de caballos
gravemente infectados, lo cual suele suceder durante el traslado de los animales
durante la venta de los mismos, o en exposiciones o carreras. También
puede transmitirse en forma venérea durante el apareamiento, ya sea natural o
mediante inseminación artificial. Cuando una yegua, caballo castrado, o potro
sexualmente inmaduro contrae la enfermedad, el animal elimina el virus por vía
natural y desarrolla una fuerte inmunidad a la reinfección. Por el contrario,
los sementales infectados son muy susceptibles de convertirse en portadores del
virus durante un largo tiempo, y en esa condición transmiten el virus a las
yeguas durante el apareamiento. La
yegua elimina el virus fácilmente, pero una yegua preñada infectada
puede transmitir el virus al feto. Según lo avanzado que esté el
embarazo, el
feto puede infectarse, morir y ser abortado. Si el potrillo infectado
nace, sólo
vivirá unos pocos días.
Síntomas:
Muchos caballos no presentan síntomas. Cuando los síntomas
se presentan en la fase aguda de la enfermedad, pueden manifestarse todos o
cualquiera de los siguientes: fiebre, secreción nasal, pérdida de apetito,
dificultad respiratoria, erupción cutánea, dolor muscular, conjuntivitis y
depresión.
Otros síntomas clínicos son: inflamación alrededor de los ojos y secreción
ocular, inflamación de extremidades, inflamación de genitales en sementales e
inflamación de glándulas mamarias en las yeguas. Otro síntoma en las yeguas preñadas es el aborto.
En
el caso de las yeguas, se debe sospechar su presencia si los
síntomas respiratorios van acompañados de abortos, pero solo se puede
confirmar mediante análisis.
Tratamiento:
No
existe un tratamiento específico. Se recomienda reposo y, en ciertos
casos, antibióticos, que pueden reducir el riesgo
de una infección bacteriana secundaria. Los caballos adultos se
recuperan
completamente de la enfermedad clínica. En el caso de los
sementales recuperados, el virus generalmente permanece en las glándulas
accesorias, de modo que estos sementales portadores continúan segregando
el
virus durante años y siendo una fuente considerable de infección.
Actualmente se dispone de una vacuna con virus vivos avirulentos, que
es
segura, eficaz y económica. La combinación de esta vacuna con el
aislamiento de
los animales vacunados para evitar el contacto con caballos no
infectados puede
prevenir la transmisión. Todos los caballos vacunados deben recibir
vacunas auxiliares anuales para
protegerlos contra la infección y, en el caso de los sementales, para
prevenir el
desarrollo del estado portador. En una o dos generaciones, estas
prácticas
podrían eliminar la población de sementales portadores.
Azoturia
Son
calambres o espasmos que normalmente afectan a las extremidades
posteriores del caballo, y en los casos más graves puede llegar a
afectar a todo el cuerpo. Suele producirse cuando el animal está
realizando ejercicio después de haber disfrutado de una jornada de
descanso.
Síntomas:
El caballo aminora la marcha de repente y sin motivo aparente.
Sus músculos se vuelven rígidos.
Comienza a sudar.
Tratamiento:
Bajarnos del caballo, en caso de que nos encontremos montando.
Dejar que el animal se quede quieto, evitando movimientos excesivos.
Mantenerlo caliente.
El ataque deberá remitir pasado un rato, si no es así deberemos ponernos en contacto con el veterinario
Cojera
Son
fáciles de ver, pero no lo es tanto determinar en qué extremidad tiene
el problema. Para ello deberá examinar cada una de ellas y ver si alguna
está caliente, si tiene alguna herida o algún objeto enganchado en la
herradura. Debemos hacerle trotar, si la cojera está en las extremidades
delanteras, bajará la
cabeza al cargar el peso sobre la mano sana y la subirá al pisar con
la mano enferma. Si la cojera está en las posteriores, el corvejón y la
cadera del pie afectado tenderá a levantarse más al pisar.
Cólicos
Son
fuertes dolores en el vientre, y que se acompañan de alteraciones
funcionales e incluso en la topografía de las vísceras de la cavidad
abdominal.
Pueden ser debidos a múltiples causas, las más habituales son:
- Un cambio repentino en la dieta del animal. Una dieta escasa o
excesiva. Una dieta compuesta por alimentos ricos en energía o muy
ricos en proteína. Una dieta con una cantidad excesiva de fibra bruta
poco digestible. Aguas duras, el agua en cantidad insuficiente o cuando
ésta se administra
excesivamente fría o contaminada.
- Un empacho.
- Una infestación parasitaria en el aparato digestivo (un 30% en
animales guardados en establos y un 90% en los animales en libertad).
La desparasitación rutinaria disminuye la presentación de cólicos de
forma considerable.
Pueden ser de diferentes tipos, entre los más comunes podemos señalar:
Representan
entre el 15 y el 20% de los actos clínicos que desarrolla el
veterinario dedicado a la medicina equina. El cólico es sin duda la
principal causa de muerte en caballos.
Síntomas:
Un
caballo con un cuadro de cólicos dará claros síntomas de inquietud: se
dirige de un lado a otro del box o piquete, escarba o rasca el suelo,
efectúa cambios frecuentes de posición (se acuesta y se levanta),
expresa su dolor con miradas angustiosas orientadas hacia los flancos,
tiende a echarse con cautela o de
manera brusca y suele revolcarse.
Si sospechemos que existe la enfermedad, deberemos observar:
- El tamaño del abdomen (aumento de uno o ambos lados), las heridas y los traumatismos que se producen por el intenso dolor.
-
Sudoración intensa, con importante pérdida de agua y los electrolitos
(que si no se reponen conducen a un estado de shock).
Tratamiento:
Si observemos alguno de estos síntomas, conviene llamar al veterinario de inmediato, ya
que es el único capaz de determinar el diagnóstico real y el
tratamiento adecuado. Además le calmará el dolor y tratará de
restablecer el normal funcionamiento
digestivo.
Mientras llega el veterinario debemos prohibirle comer o beber, evitar que se revuelque y prepararle una abundante cama si vemos que no puede dejar de hacerlo.
En los casos graves puede ser necesaria la intervención quirúrgica para salvar la vida del animal.
Encefalomielitis
Es una enfermedad infecciosa y transmisible, provocada
por un virus de la familia Togaviridae, género Alphavirus y dentro de
este hay 3 tipos de virus: virus de la Encefalomielitis equina del Este
(EEE), Encefalomielitis del Oeste (EEO) y Encefalitis Venezolana
(EEV). La transmisión de la enfermedad se realiza por medio de
insectos hematófagos como el mosquito Culex, Aedes, etc., y a partir de
las aves, que propagan la misma por distintas zonas a través de sus
migraciones. Esta enfermedad se transmite al ser humano (zoonosis).
Síntomas:
Empieza con fiebre, anorexia y depresión.
Después
comienzan los signos nerviosos que al principio son incordinación,
hipersensibilidadal al ruido y al tacto, somnolencia, temblor en
músculos faciales, etc.
Más tarde llega la fase de parálisis con caída del animal e imposibilidad de levantarse o mantener la estabilidad.
Por último puede sobrevenir la muerte.
Tratamiento:
Se
debe combatir la inflamación del sistema nervioso con suero
hiperinmune y se realizarán cuidados del animal para evitar
complicaciones durante el decúbito (tranquilidad, limpieza del box,
buena alimentación, etc.).
Para
la prevención de la enfermedad se usan vacunas bivalentes (EEE Y EEO)
que son obligatorias y se aplican en primavera. La sospecha o aparición
de la enfermedad debe ser denunciada a lo autoridad sanitaria
correspondiente.
Gripe
Es
una enfermedad relativamente fácil de detectar ya que produce un
notable empeoramiento del aspecto del animal, que parece volverse triste
y decaido.
Síntomas:
Tratamiento:
Tomar
la temperatura al animal, para determinar si tiene o no fiebre, en caso
de que tuviera más de 38º llamar al veterinario, ya que nunca
debemos tratar a un animal que tenga fiebre.
Mantenerlo
caliente, con mantas y vendas, asegurándonos de que en la cuadra no
existen corrientes de aire que pueden perjudicarle pero procurando que
esté ventilada.
Para
descongestionarle trataremos de que inhale vapores balsámicos, para lo
cual colocaremos en el fondo de una bolsa unas gotas de este tipo de
compuesto, sobre el cual pondremos un puñado de heno remojado con agua
caliente.
Para aliviar la inflamación de la garganta y reducir el dolor, es conveniente colocar unos paños calientes sobre la misma.
Si
los síntomas persisten después de 24 horas lo más conveniente es llamar
al veterinario, ya que se pueden presentar complicaciones imprevistas.
Gurma o Papera equina
Es
altamente contagiosa y la produce una bacteria llamada Estreptococos
equi. Afecta sobre todo a los criaderos y principalmente a los potros
destetados, hasta de un año de edad, pero
puede afectar también a animales adultos que no estén vacunados. La
enfermedad se transmite de un animal a otro, pudiendo o no presentar
signos evidentes de enfermedad. También se pueden contagiar por medio de
bebederos y comederos comunes, por el alimento o por secreciones de
animales
enfermos.
Es necesario hacer una limpieza y desinfección profundas en todas las
instalaciones pues la bacteria es capaz de sobrevivir meses en el medio
ambiente.
Síntomas:
Fiebre, falta de apetito,
dificultad para tragar o deglutir y para respirar. Además hay secreción con pus
en nariz, inflamación y dolor en la faringe.
Influenza equina
Es una enfermedad aguda, febril y muy contagiosa, cuyo principal signo clinico es la tos.
Síntomas:
Empiezan
con fiebre, una temperatura entre 38,5º y 41º C, y luego aparece
una tos severa. Se puede ver una descarga nasal serosa que si se
complica con agentes secundarios se vuelve purulenta. El estado febril
no debe pasar los 5 días, en caso contrario se sospecharía de
complicaciones. La tos desaparece a las 3 o
4 semanas, siempre que no se haya complicado la enfermedad con agentes
secundarios.
Tratamiento:
Se
hará reposo absoluto a todos los afectados hasta una semana después que
los signos hayan desaparecido. Si la fiebre persiste por más de 5 días
se aplicarán antibióticos, antisépticos broncopulmonares, vitamina C y
soluciones electrolíticas balanceadas. Los equinos desarrollan cierta
inmunidad a partir de la infección natural
o por medio de la vacunación, aunque pueden reinfectarse y diseminar el
virus a pesar de solo mostrar una leve sintomatología. Se
debe inmunizar con vacunas bivalentes a los potrillos a los 6 y 7
meses de edad y todos los animales deben ser vacunados cada 3 meses,
excepto aquellos equinos que estén realizando trabajos muy intensos ya
que después de la vacunación los animales solo pueden efectuar trabajos
livianos por una semana. En aquellos
casos de potrillos nacidos de madres no inmunizadas se comenzará a
vacunar a los 2 meses y aplicar una segunda dosis a los 5 meses.
Laminitis/Infosura
Se
trata de una inflamación de las láminas interiores del casco. Suele ser
debida a desequilibrios vasculares que se traducen en una deficiente
perfusión capilar en el interior del casco, comunicaciones
arteriovenosas, isquema, necrosis de la lámina podal y como consecuencia
dolor. Es un proceso patológico multifactorial y multisistémico.
Las causas son múltiples y variadas puede producirse cuando el animal
entra en contacto con alguno de los factores que se consideran
desencadentanes, como son: ingestión de mucha agua fría, sobreingestión
de cereales, ingestión de pastos frescos, cólicos, infecciones como
neumonías o endometritis, alergia a fármacos, etc.
Síntomas:
Debido
a la inflamación, el casco no puede expandirse para aliviar la presión
por lo que el animal acaba por apoyarse en los talones tratando así de
aliviar el dolor, de esta forma podremos percibir que algo ocurre, ya
que notaremos serias dificultades para el movimiento. Muchos animales
presentan ansiedad, temblores musculares, taquipnea
e hipetermia, las mucosas pueden aparecer congestivas, calor en el borde
del casco y pulso a nivel de las arterias digitales palmares. El
propietario no suele darse hasta que la infosura se encuentra en grado 3
y ya se ha producido degeneración de la lámina.
Tratamiento:
Intentar
aumentar el suministro de sangre a las láminas, mediante dilatación de
los vasos sanguíneos usando acetilpromazina o clenbuterol por vía oral.
Proporcionar
un apoyo al hueso tejuelo a través de la ranilla, para detener el
hundimiento, bien con herraduras de corazón o plantillas de goma para la
ranilla.
Recortar bien los casos.
La cama deberá ser de arena o virutas de papel.
Es preciso también suministrar analgésicos, a veces en dosis altas.
Reposo absoluto en la cuadra.
Llamar sin falta al veterinario.
Pequeñas heridas
Son bastante común en el caballo, sobre todo tras jornadas de trabajo. Una
vez detectada la herida, debemos proceder a su limpieza a fondo y
curarla cuanto antes, puesto que pueden convertirse en un foco de
infección que conlleve la aparición
de dificultades que son del todo evitables. También se deberá evitar que
el caballo las toque.
Tratamiento:
Rociaremos
agua fría sobre la misma, de forma suave, así se contraerán los vasos
sanguíneos, al tiempo que un flujo continuo de agua ayudará a eliminar
toda la suciedad acumulada en la zona, y la sangre coagulada. Una vez limpia, podremos
determinar la profundidad y gravedad de la herida, concluyendo si va a necesitar o no puntos.
Si necesitara puntos, taparemos la herida con un suave vendaje, dejando que el veterinario haga el resto.
Si
es una herida superficial, lavaremos la herida y las zonas que la
rodean con una solución salina, que se puede preparar con una
cucharada pequeña de sal disuelta en un litro de agua. Después la
protegeremos con pomada de cinc o aceite de ricino, y la vendaremos con
una gasa o pañuelo
limpio, con esto pararemos la hemorragia y evitaremos que se infecte.
Si
la herida presenta trozos de madera o de metal clavados, deberá ser
el veterinario el encargado de extraerlos. No conviene apretar la herida
y en ese caso la dejaremos destapada esperando la actuación profesional
lo antes posible.
Una vez pasada la primera fase de "peligro", convendrá comprobar que la vacuna del tétano se encuentre al día.
Rabia equina
Esta enfermedad afecta el sistema nervioso y no se ve frecuentemente en los
caballos, a menos que sean mordidos o atacados por animales silvestres como
perros, zorrillos, mapaches, zorras, tejones y murciélagos.
Síntomas:
Los signos clínicos son muy variados pero comúnmente se presenta fiebre, somnolencia, anorexia, debilidad, incoordinación,
claudicación
aparente, cólico, no pueden tragar, ceguera,
hiperactividad, encefalitis y convulsiones, que
irremediablemente llevan a la muerte del animal.
Se recomienda vacunar a los potros a los seis meses de edad, revacunar al año y seguirlo haciendo anualmente.
Rinoneumonitis
Es
una enfermedad infecto contagiosa, febril, que provoca cuadros
respiratorios en potrillos y abortos en yeguas. Es provocada por
herpervirus equino tipo 1, y se transmite a partir del aparato
respiratorio y digestivos por estar en contacto con objetos contaminados
o fetos abortados.
Síntomas:
En los potrillos son de fiebre, conjuntivitis, rinitis, tos y malestar general.
En
las yeguas es raro que presenten signos clínicos, pero provoca abortos a
las 3 o 4 semanas de adquirir la enfermedad y generalmentes son a
partir del quinto mes de gestación.
Tratamiento:
El
diagnóstico se realiza por los síntomas, por las características de
los fetos abortados y la combinación de signos respiratorios y
reproductivos, se confirma con resultado de laboratorio. El pronóstico
es favorable y generalmente no quedan secuelas de la enfermedad.
Se aplican antibióticos, para impedir la complicación de las lesiones producidas por el virus con bacterias.
Se
recomienda vacunar a los potrillos y las yeguas preñadas. Los
animales afectados deben ser aislados del resto ya que es una enfermedad
muy contagiosa.
Sarna
Es
una de las enfermedades parasitarias más comunes entre los equinos,
sobre todo durante la época de calor, cuando proliferan los mosquitos,
que son una de las principales formas de propagación de este tipo de
enfermedades. La falta de humedad provoca la aparición de polvo y
suciedad, y los ácaros empiezan a proliferar.
Los
diversos tipos de ácaros se asientan en determinadas zonas del cuerpo
del animal, el caballo comenzará a tener un fuerte prurito y el pelo,
antes brillante, se tornará opaco y se llenará de costras y ampollas. A
simple vista localizaremos la sarna a través de una descamación en la
piel que terminará en la caída de la epidermis, llevando poco a poco a
la formación de costras escamosas y a la aparición de grandes llagas
transversales.
Podemos citar tres tipos fundamentales de sarna que aparece en los caballos:
- SARNA SARCÓPTICA: causada por el "Sarcoptes equi", un parásito que se introduce en la piel del caballo, donde deja sus huevos. Se manifestará primeramente
en la cabeza (labios, ojos y orejas), espalda, cuello y en la zona de la silla, desde allí se irá expandiendo
por el cuerpo del animal. La localizaremos porque
comenzará con un fuerte picor, que aumentará en los momentos es que
expongamos al caballo al sol, en el interior de establos calurosos y
durante la noche. Podremos apreciar unos pequeños bultos sobre la piel,
perfectamente perceptibles al tacto. El pelo se agrupará en mechones que
corresponden a cada uno de estos nódulos. El pelo se caerá con
facilidad, dejando pequeñas alopecias. En algunas de estas
calvas podremos localizar llagas, que terminarán por transformarse en
costras espesas. Si la sarna continúa, acabarán por formarse bastas
zonas cubiertas por costras, con llagas que se localizarán
principalmente en el cuello y en la garganta. Llegados a este punto, el
caballo se encontrará claramente desmejorado, se mostrará desganado y
apenas comerá.
- SARNA PSORÓPTICA Y AURICULAR: causada
por el parásito denominado "Psoroptes equi", el cual busca las zonas
del cuerpo provistas de pelo largo, así como las partes de flexión de
las articulaciones. El
modo de contagio es por contacto directo o por transmisión por arneses.
Los lugares preferidos para este parásito será debajo del
mechón de la nuca, debajo de la ingle, en el muslo, axilas y zonas de
la grupa. Le provocará un intenso y desagradable picor, al que suele reaccionar sacudiendo violentamente la cabeza.
- SARNA CORIÓPTICA: también
denominada "Sarna de los pies", puesto que suele comenzar en la zona
de las extremidades posteriores desde donde avanza para cubrir,
principalmente en el caso de los potros, todo el cuerpo. Se
trata del tipo menos contagioso y su avance suele ser lento, en
muchas ocasiones puede estar localizado en una única extremidad
durante largos meses. Su
aparición se hará notar con un fuerte picor, ante el cual el caballo
reaccionará dando pisotones al suelo de manera continuada y mordiéndose
las cuartillas.
Tratamiento:
Debemos
tener en cuenta que los ácaros y parásitos se desarrollan a sus anchas
en la suciedad, por lo que más vale prevenir, por lo que tendremos que
desinfactar las caballerizas, patios, potreros y arneses, con
abundante creolina, lisoformo y agua con sal. Ubicar
y
retirar los bebederos y comederos de las excretas, para evitar que se
contaminen, y por supuesto que nuestro caballo tenga acceso al agua
limpia y fresca durante todo el día. Un caballo realizando ejercicio
al aire libre, estará mucho mejor que en la cuadra, ya que se encontrará
alejado de peligros de infecciones. Retirar el estiércol todos los días
y depositarlo en un estercolero que estará colocado lo más lejos
posible de las caballerizas para que éste se deseque con los rayos del
sol,
y así los
parásitos, los huevos y las larvas sean destruidos por el exceso de
calor.
Para combatirla deberá llevar a cabo los siguientes pasos:
- Esquilado general, incluidas las crines, quemando después todos los pelos cortados.
- Limpiar la piel con un cepillo blando y mucho jabón, cuidando de no dañarlo cuando tenga heridas o costras.l
-
Aplicar cataplasmas con una solución a base de esteres fosfóricos,
que servirá para eliminar la infección, reducir la inflamación,
aliviar las contusiones y limpiar las heridas. Dejarlas puestas un
máximo de 12 horas, pasadas las cuales convendrá repetir la aplicación,
no conviene colocarlos durante más de tres
días seguidos, a no ser por indicación expresa del veterinario, al cual
deberemos llarmar
siempre para consultarle, y nos indicará el mejor tratamiento a seguir.
Una vez curado al animal y para prevenir una nueva aparición, convendrá llevar a cabo algunas medidas de prevención, como seguir
una alimentación intensiva y abundante, en la que pongamos especial
atención a la calidad de los piensos así como al aporte
vitamínico. Administrar reconstituyente con vitamina B12 es siempre
adecuado. Deberán permanecer al aire libre y, si fuera posible, en el pastizal. Tampoco
debemos olvidar separar al animal de los sanos, para evitar el
contagio, teniendo en cuenta que el contacto también puede realizarse
indirectamente, a través de sillas, arneses, establo, etc.
Tétanos
Enfermedad
aguda causada por la toxina de Clostridium tetanis (tetanopasmina). La
enfermedad se caracteriza por espasmos tónicos intermitentes en músculos
voluntarios. Las esporas son viables durante años en el suelo, y el
mecanismo de la infección es igual al que se produce en humanos. La
penetración por heridas, una incubación
de 2 a 50 días, y la tetanopasmina producida bloquea el transmisor
inhibidor, lo que produce los espasmos generalizados.
Síntomas:
Los animales doblan su espina dorsal hacia atrás hasta 45º, y sufren de terribles convulsiones.
Tratamiento:
La
tetraciclina y la penicilina son medianamente eficaces en el
tratamiento, aunque por lo general termina en la muerte de los animales.
Se aplica suero antitetánico.
Tirones
Pueden
producirse en cualquiera de sus extremidades y pueden llegar a ser
muy graves, dejando al caballo parado hasta todo un año y en los peores
casos para siempre.
Causas:
Suelen
ser un mal paso o un terreno demasiado blando, produciéndose más
normalmente en los momentos en que el caballo se encuentra galopando o
saltando.
Tratamiento:
- Ponga hielo en la zona afectada.
- Deje descansar al caballo.
- Llame al veterinario, quien colocará un vendaje anatómico con presión uniforme en la zona.
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