miércoles, 10 de abril de 2013

CABALLOS Y ENFERMEDADES





CABALLOS
 




 

 
 
Hay algunos síntomas que debemos tener en cuenta para detectar si un caballo está enfermo:
    - Si tiene la respiración y/o el pulso acelerados:   la respiración de un caballo sano está  entre las 8  y las  12 inspiraciones por minuto y   su pulso aproximado es de 36-42 latidos por minuto.
     
    - Si muestra un carácter extraño.
     
    - Si presenta síntomas de dolor evidentes.
     
    - Si tiene  una temperatura mayor de 38º C.
     
    - Si se tumba en el suelo.
     
    - Si se queda quieto y se niega a andar.
     
    - Si sus heces son pequeñas, líquidas o de un color extraño o bien su orina es de un color extraño.
     
    - Si se muestra abatido y triste.
     
    - Si tiene ojos inexpresivos y apagados, incluso a veces llorosos.
     
    - Si tiene las orejas caídas hacia atras.
     
    - Si lleva la cabeza baja.
     
    - Si el pelo se ha quedado sin  brillo y está opaco.
     
    - Si escarba, suda mucho y está inquieto, puede tener un cólico. 
     
    - Si saliva en abundancia, puede ser  síntoma de haber comido alguna hierba nociva o haberse clavado algo en la boca.
     
    - Si se tambalea al andar, puede haberse envenenado.
     
    - Si parece que intenta vomitar, arqueando el cuello y el dorso y haciendo esfuerzos con los músculos de la barriga, puede existir algún problema en el esófago.
     
Botiquín  de primeros auxilios
 
Conviene tener siempre uno a mano, y que se encuentre limpio y con todo bien ordenado. Deberá contener:
    - Aceite de ricino,  para reblandecer.
     
    - Agua oxigenada, para las heridas punzantes del casco (bajo la indicación del veterinario).
     
    - Algodón tamaño hospital.
     
    - Antiséptico, para la limpieza de las heridas.
     
    -   Bolsa de frío instantáneo.
     
    - Gasas estériles.
     
    - Linimento para golpes,  para endurecer la piel que ha sufrido una rozadura o mataduras que han sido ocasionadas por la cincha, una vez ha sido curada la herida.
     
    - Rollo de apósito.
     
    - Sal de mesa.
     
    - Sulfato de magnesio  y glicerina en pomada.
     
    - Termómetro.  
     
    - Tijeras.
     
    - Toalla.
     
    - Vendas de varios tamaños.
 
Enfermedades
 
Adenitis equina
 
Es una enfermedad infectocontagiosa, febril, de curso agudo o subagudo que afecta el tracto respiratorio superior y ganglios adyacentes (retrofaríngeos y submandibulares). Se presenta principalmente en potrillos menores de 2 años de edad y es causada por Streptococcus equi (bacteria gram +). Es muy contagiosa, y   la principal vía de entrada de la bacteria es por el tracto respiratorio pero puede también ingresar a través de heridas que tengan contacto con secreciones purulentas o a partir de leche materna infectada. Tiene un período de incubación de 3 a 8 días.
 
Síntomas:
Fiebre, abatimiento, anorexia.
Continúa con una secreción serosa y luego purulenta.
Los ganglios se inflaman, se tornan duros, calientes y dolorosos.
A los pocos días se producen abcesos y se abren hacia el exterior de las bolsas guturales o la retrofaringe.
También presenta tos productiva, disnea y disfagia.
 
Tratamiento:
El diagnóstico se realiza a partir de los síntomas, por las lesiones y por laboratorio a partir de muestras de secreción. El pronóstico es favorable cuando  la enfermedad se limita solo al tracto respiratorio superior, que generalmente curan en 2 o 3 semanas. En caso de haber complicaciones el pronóstico es reservado y depende que órgano esté afectado. El tratamiento médico es eficaz, se recomienda el uso de antibióticos como la penicilina de depósito o sulfa-trimetoprim, pero nunca una combinación de ambos.
Los abscesos deben madurar y debe realizarse un drenaje quirúrgico y lavaje con antisépticos. Los animales afectados deben ser aislados por la alta contagiosidad de la enfermedad.
Se recomienda el uso de vacunas en potrillos desde muy temprana edad.  
 
 
Anemia infecciosa equina
 
Es una enfermedad infecciosa, transmisible, provocada por un virus de la familia Retroviridae. Se caracteriza por una evolución crónica con períodos de agudización con fiebre, abatimiento, anemia y edemas. La transmisión de la enfermedad se realiza por medio de picaduras producidas por artrópodos hematófagos (Tabanus, Stomoxys, Aedes y Anopheles) o por agujas (la transmisión es siempre mecánica).
Síntomas:
La enfermedad se puede presentar de distintas formas, desde una sobreaguda, donde la enfermedad se desarrolla súbitamente y culmina con la muerte del animal, hasta una forma inaparente que   no presenta síntomas.
La sintomatología típica  es fiebre, anemia, edemas enflaquecimiento, etc.
También aparecen síndromes específicos según sea el el órgano afectado (síndrome hepato-renal, síndrome intestinal, etc.).
En las formas crónicas aparecen períodos de agudización de la enfermedad y termina con la muerte luego de mucho tiempo de evolución.
 
Tratamiento:
El diagnóstico médico es difícil ya que los síntomas de la enfermedad no son muy específicos.
El Test de Coggins es el método de laboratorio de elección para identificar animales infectados en cualquier período de la enfermedad, a excepción del período de incubación, que se produce en los primeros 20 días.
No hay tratamiento para esta enfermedad, sólo la profilaxis que consta de control periódico por medio del Test de Coggins, aislamiento y eliminación de los animales positivos, control de vectores así como la utilización de material descartable y por último estricto control de los animales que entran o salen del establecimiento. Todos los animales positivos deberán ser denunciados ante la autoridad correspondiente.  
 
 
Arteritis viral equina (EVA)
 
Es una enfermedad virótica infecciosa de los caballos, que produce una variedad de síntomas clínicos, especialmente aborto. La enfermedad se transmite tanto a través del sistema respiratorio como reproductor. En muchos casos, la enfermedad es asintomática o presenta síntomas similares a la gripe durante un breve período de tiempo. En el caso de yeguas preñadas, el aborto es frecuentemente el primer, y en ocasiones el único  síntoma de la enfermedad. Si bien la enfermedad fue confirmada en diferentes razas equinas, el índice más alto de infección se detectó en trotones Standardbreds adultos.   Esta enfermedad respiratoria, se transmite mediante la inhalación de partículas provenientes del exudado nasal de caballos gravemente infectados, lo cual suele suceder durante el traslado de los animales durante la venta de los mismos, o en exposiciones o carreras. También puede transmitirse en forma venérea durante el apareamiento, ya sea natural o mediante inseminación artificial. Cuando una yegua, caballo castrado, o potro sexualmente inmaduro contrae la enfermedad, el animal elimina el virus por vía natural y desarrolla una fuerte inmunidad a la reinfección. Por el contrario, los sementales infectados son muy susceptibles de convertirse en portadores del virus durante un largo tiempo, y en esa condición transmiten el virus a las yeguas durante el apareamiento. La yegua elimina el virus fácilmente, pero una yegua preñada infectada  puede transmitir el virus al feto. Según lo  avanzado que esté el embarazo, el feto puede infectarse, morir y ser abortado. Si el potrillo infectado nace, sólo vivirá unos pocos días.
 
Síntomas:
Muchos caballos   no presentan síntomas. Cuando los síntomas se presentan en la fase  aguda de la enfermedad, pueden manifestarse todos o cualquiera de los siguientes: fiebre, secreción nasal, pérdida de apetito, dificultad respiratoria, erupción cutánea, dolor muscular, conjuntivitis y depresión.
Otros síntomas clínicos son: inflamación alrededor de los ojos y secreción ocular, inflamación de extremidades, inflamación de genitales en sementales e inflamación de glándulas mamarias en las yeguas. Otro síntoma  en las yeguas preñadas es el aborto.
En el caso de las yeguas, se debe sospechar su  presencia  si los síntomas respiratorios van acompañados de abortos, pero solo se puede  confirmar mediante análisis.
 
Tratamiento:
No existe un tratamiento específico. Se recomienda  reposo y, en ciertos casos, antibióticos, que pueden reducir el riesgo de una infección bacteriana secundaria. Los caballos adultos se recuperan completamente de la enfermedad clínica. En el caso de los sementales recuperados, el virus generalmente permanece en las glándulas accesorias, de modo que estos sementales portadores continúan segregando el virus durante años y siendo una fuente considerable de infección. Actualmente se dispone de una vacuna con virus vivos avirulentos, que  es segura, eficaz y económica. La combinación de esta vacuna con el aislamiento de los animales vacunados para evitar el contacto con caballos no infectados puede prevenir la transmisión.   Todos los caballos vacunados deben recibir vacunas auxiliares anuales para protegerlos contra la infección y, en el caso de los sementales, para prevenir el desarrollo del estado portador. En una o dos generaciones, estas prácticas podrían eliminar la población de sementales portadores.
 
 
Azoturia
 
Son calambres o espasmos que normalmente afectan a las extremidades posteriores del caballo, y en los casos más graves puede llegar a afectar a todo el cuerpo. Suele producirse cuando el animal está realizando ejercicio después de haber disfrutado de una jornada de descanso.  
 
Síntomas:
El caballo aminora la marcha de repente y sin motivo aparente.
Sus músculos se vuelven rígidos.
Comienza a sudar.
 
Tratamiento:
Bajarnos del caballo, en caso de que nos encontremos montando.
Dejar que el animal se quede quieto, evitando movimientos excesivos.
Mantenerlo caliente.
El ataque deberá remitir pasado un rato, si no es así deberemos ponernos en contacto con el veterinario
 
 
Cojera
 
Son fáciles de ver, pero no lo es tanto determinar en qué extremidad tiene el problema. Para ello deberá examinar cada una de ellas y ver si alguna está caliente, si tiene alguna herida o algún objeto enganchado en la herradura. Debemos hacerle trotar, si la cojera está en las extremidades delanteras, bajará la cabeza al cargar el  peso  sobre la mano sana y la subirá al pisar con la mano enferma. Si la cojera está en las posteriores, el corvejón y la cadera del pie afectado tenderá a  levantarse  más al pisar.
   
 
Cólicos
 
Son fuertes dolores en el vientre,    y que se acompañan de alteraciones funcionales e incluso en la topografía de las vísceras de la cavidad abdominal.
Pueden ser debidos a múltiples causas, las más habituales son:
      - Un cambio repentino en la dieta del animal. Una dieta escasa o excesiva. Una dieta compuesta por alimentos ricos en energía o muy ricos en proteína.   Una dieta con una cantidad excesiva de fibra bruta poco digestible. Aguas duras, el agua en cantidad insuficiente o cuando ésta se administra excesivamente fría o contaminada.
      - Un empacho.
      - Una infestación parasitaria en el aparato digestivo (un 30% en animales guardados en establos y un 90% en los animales en libertad). La desparasitación rutinaria disminuye la presentación de cólicos de forma considerable.
 
Pueden ser de diferentes tipos, entre los más comunes podemos señalar:
    - Cólico espasmódico: produce en el caballo dolores fluctuantes.
    - Cólico hepático: producido por el paso de un cálculo por las vías biliares.
    - Cólico renal: debido al paso de un cálculo por las vías urinarias.
    - Cólico de torsión: producido por la torsión del intestino del caballo.
Representan entre el 15 y el 20% de los actos clínicos que desarrolla el veterinario dedicado a la medicina equina. El cólico es sin duda la principal causa de muerte en caballos.  
 
Síntomas:
Un caballo con un cuadro de cólicos dará claros síntomas de inquietud: se dirige de un lado a otro del box o piquete, escarba o rasca el suelo, efectúa cambios frecuentes de posición (se acuesta y se levanta), expresa su dolor con miradas angustiosas orientadas hacia los flancos, tiende a echarse con cautela o de manera brusca y suele revolcarse.
Si sospechemos  que existe la enfermedad, deberemos observar:
    - El tamaño del abdomen (aumento de uno o ambos lados), las heridas y los traumatismos que se producen por el intenso dolor.
    - La presencia de comida en el comedero.
    - Ausencia de orina en la cama.
    - Posibles dificultades para orinar.
    - Modificaciones en la materia fecal.
    - Sudoración intensa, con importante pérdida de agua y los electrolitos (que si no se reponen conducen a un estado de shock).  
Tratamiento:
Si observemos alguno de estos  síntomas, conviene llamar al veterinario de inmediato, ya que es el único capaz de determinar el diagnóstico real y el tratamiento adecuado. Además le calmará el dolor y tratará de restablecer el normal funcionamiento digestivo.
Mientras llega el veterinario debemos prohibirle comer o beber, evitar que se revuelque y prepararle una abundante cama si vemos que no puede dejar de hacerlo.
En los casos graves puede ser necesaria la intervención quirúrgica para salvar la vida del animal.
 
 
Encefalomielitis
 
Es una enfermedad infecciosa  y transmisible, provocada por un virus de la familia Togaviridae, género Alphavirus y dentro de este hay 3 tipos de virus: virus de la Encefalomielitis equina del Este (EEE), Encefalomielitis del Oeste (EEO) y Encefalitis Venezolana (EEV).   La transmisión de la enfermedad se realiza por medio de insectos hematófagos como el mosquito Culex, Aedes, etc., y a partir de las aves, que propagan la misma por distintas zonas a través de sus migraciones. Esta enfermedad se transmite al ser humano (zoonosis).
 
Síntomas:
Empieza con fiebre, anorexia y depresión.
Después comienzan los signos nerviosos que al principio son incordinación, hipersensibilidadal al ruido y al tacto, somnolencia, temblor en músculos faciales, etc.
Más tarde llega la fase de parálisis con caída del animal e imposibilidad de levantarse o mantener la estabilidad.
Por último puede sobrevenir la muerte.
 
Tratamiento:
Se debe  combatir la inflamación del sistema nervioso con  suero hiperinmune y se realizarán cuidados del animal para evitar complicaciones durante el decúbito (tranquilidad, limpieza del box, buena alimentación, etc.).
Para la prevención de la enfermedad se usan vacunas bivalentes (EEE Y EEO) que son obligatorias y se aplican en primavera. La sospecha o aparición de la enfermedad debe ser denunciada a lo autoridad sanitaria correspondiente.  
 
 
Gripe
 
Es una enfermedad relativamente fácil de detectar ya que produce un notable empeoramiento del aspecto del animal, que parece volverse triste y decaido.
 
Síntomas:
    - Ojos llorosos.
    - Mucosidad.
    - Temblores.
    - Pulso y respiración acelerados.
Tratamiento:
Tomar la temperatura al animal, para determinar si tiene o no fiebre, en caso de que  tuviera más de 38º   llamar al veterinario, ya que nunca debemos tratar a un animal que tenga fiebre.
Mantenerlo caliente, con mantas y vendas, asegurándonos de que en la cuadra no existen corrientes de aire que pueden perjudicarle pero  procurando que esté ventilada.
Para descongestionarle trataremos de que inhale vapores balsámicos, para lo cual  colocaremos en el fondo de una bolsa unas gotas de este tipo de compuesto, sobre el cual pondremos un puñado de heno remojado con agua caliente.
Para aliviar la inflamación de la garganta y reducir el dolor, es conveniente colocar unos paños calientes sobre la misma.
Si los síntomas persisten después de 24 horas lo más conveniente es llamar al veterinario, ya que se pueden presentar complicaciones imprevistas.
 
 
Gurma o Papera equina
 
Es altamente contagiosa y la produce una bacteria llamada Estreptococos equi. Afecta sobre todo a los criaderos y principalmente a los potros destetados,   hasta de un año de edad, pero puede afectar también a animales adultos que no estén vacunados. La enfermedad se transmite de un animal a otro, pudiendo o no presentar signos evidentes de enfermedad. También se pueden contagiar por medio de bebederos y comederos comunes, por el alimento o por secreciones de animales enfermos.
Es necesario hacer una limpieza y desinfección profundas en todas las instalaciones pues la bacteria es capaz de sobrevivir meses en el medio ambiente.
 
Síntomas:
Fiebre, falta de apetito, dificultad para tragar o deglutir y para respirar. Además hay secreción con pus en nariz, inflamación y dolor en la faringe.
 
 
Influenza equina
 
Es una enfermedad aguda, febril y muy contagiosa, cuyo principal signo clinico es la tos.
 
Síntomas:
Empiezan con fiebre, una temperatura  entre 38,5º y  41º C, y luego aparece una tos  severa. Se puede ver una descarga nasal serosa que si se complica con agentes secundarios se vuelve purulenta. El estado febril no debe pasar los 5 días, en caso contrario se sospecharía de complicaciones. La tos desaparece a las 3 o 4 semanas, siempre que no se haya complicado la enfermedad con agentes secundarios.
 
Tratamiento:
Se hará reposo absoluto a todos los afectados hasta una semana después que los signos hayan desaparecido. Si la fiebre persiste por más de 5 días se aplicarán antibióticos, antisépticos broncopulmonares, vitamina C y soluciones electrolíticas balanceadas. Los equinos desarrollan cierta inmunidad a partir de la infección natural o por medio de la vacunación, aunque pueden reinfectarse y diseminar el virus a pesar de solo mostrar una leve sintomatología.  Se debe  inmunizar con vacunas bivalentes a los potrillos a los 6 y 7 meses de edad y todos los animales deben ser vacunados cada 3 meses, excepto aquellos equinos que estén realizando trabajos muy intensos ya que después de la vacunación los animales solo pueden efectuar trabajos livianos por una semana. En aquellos casos de potrillos nacidos de madres no inmunizadas se comenzará a vacunar a los 2 meses y aplicar una segunda dosis a los 5 meses.  
 
 
Laminitis/Infosura
 
Se trata de una inflamación de las láminas interiores del casco. Suele ser debida a desequilibrios vasculares que se traducen en una deficiente perfusión capilar en el interior del casco, comunicaciones arteriovenosas, isquema, necrosis de la lámina podal y como consecuencia dolor. Es un proceso patológico multifactorial y multisistémico. Las causas son múltiples y variadas puede producirse cuando el animal entra en contacto con alguno de los factores que se consideran desencadentanes, como son: ingestión de mucha agua fría, sobreingestión de cereales, ingestión de pastos frescos, cólicos, infecciones como neumonías  o endometritis, alergia a fármacos, etc.
 
Síntomas:
Debido a la inflamación, el casco no puede expandirse para aliviar la presión por lo que el animal acaba por apoyarse en los talones tratando así de aliviar el dolor, de esta forma podremos percibir que algo ocurre, ya que notaremos serias dificultades para el movimiento. Muchos animales presentan ansiedad, temblores musculares, taquipnea e hipetermia, las mucosas pueden aparecer congestivas, calor en el borde del casco y pulso a nivel de las arterias digitales palmares. El propietario no suele darse hasta que la infosura se encuentra en grado 3 y ya se ha producido degeneración de la lámina.
 
Tratamiento:
Intentar aumentar el suministro de sangre a las láminas, mediante dilatación de los vasos sanguíneos usando acetilpromazina o clenbuterol por vía oral.
Proporcionar un apoyo al hueso tejuelo a través de la ranilla, para detener el hundimiento, bien con herraduras de corazón o plantillas de goma para la ranilla.
Recortar bien los casos.
La cama deberá ser de arena o virutas de papel.
Es preciso también suministrar analgésicos, a veces en dosis altas.
Reposo absoluto en la cuadra.
Llamar sin falta al veterinario.
 
 
Pequeñas heridas
 
Son  bastante común en el caballo, sobre todo tras jornadas de trabajo.  Una vez detectada la herida, debemos proceder a su limpieza a fondo y curarla cuanto antes, puesto que pueden convertirse en un foco de infección que conlleve la aparición de dificultades que son del todo evitables. También se deberá evitar que el caballo las toque.
 
Tratamiento:
Rociaremos agua fría sobre la misma, de forma suave, así se  contraerán los vasos sanguíneos, al tiempo que un flujo continuo de agua ayudará a eliminar toda la suciedad acumulada en la zona, y  la sangre coagulada.  Una vez limpia, podremos determinar la profundidad y gravedad de la herida, concluyendo si va a necesitar o no puntos.
Si necesitara puntos,  taparemos la herida con un suave vendaje, dejando que el veterinario haga el resto.
Si es una  herida superficial, lavaremos  la herida y las zonas que la rodean con una solución salina, que se puede preparar con una    cucharada pequeña de sal disuelta en un litro de agua. Después  la protegeremos con pomada de cinc o aceite de ricino, y la vendaremos con una gasa o pañuelo limpio, con esto pararemos la hemorragia y evitaremos que se infecte.  
Si la  herida presenta trozos de madera o de metal clavados, deberá ser el veterinario el encargado de extraerlos. No conviene apretar la herida y en ese caso la dejaremos destapada esperando la actuación profesional lo antes posible.
Una vez pasada la primera fase de "peligro", convendrá comprobar que la vacuna del tétano se encuentre al día.      
 
 
Rabia equina
 
Esta enfermedad afecta el sistema nervioso y no se ve frecuentemente en los caballos, a menos que sean mordidos o atacados por animales silvestres como perros, zorrillos, mapaches, zorras, tejones y murciélagos.
 
Síntomas:
Los signos clínicos son muy variados pero comúnmente se presenta fiebre, somnolencia, anorexia, debilidad, incoordinación, claudicación  aparente, cólico, no pueden tragar, ceguera, hiperactividad, encefalitis y convulsiones, que irremediablemente llevan a la muerte del animal.
 
Se recomienda vacunar a los potros a los seis meses de edad, revacunar al año y seguirlo haciendo anualmente.
 
 
Rinoneumonitis
 
Es una enfermedad infecto contagiosa, febril, que provoca cuadros respiratorios en potrillos y abortos en yeguas. Es provocada por herpervirus equino tipo 1, y se transmite a partir del aparato respiratorio y digestivos por estar en contacto con objetos contaminados o fetos abortados.
 
Síntomas:
En los potrillos son de fiebre, conjuntivitis, rinitis, tos y malestar general.
En las yeguas es raro que presenten signos clínicos, pero provoca abortos a las 3 o 4 semanas de adquirir la enfermedad y generalmentes son a partir del quinto mes de gestación.
 
Tratamiento:
El diagnóstico se realiza por los síntomas, por las características de  los fetos abortados y la combinación de signos respiratorios y reproductivos, se confirma con resultado de laboratorio. El pronóstico es favorable y generalmente no quedan secuelas de la enfermedad.
Se aplican   antibióticos, para impedir la complicación de las lesiones producidas por el virus con bacterias.
Se recomienda vacunar a los potrillos y las  yeguas preñadas. Los animales afectados deben ser aislados del resto ya que es una enfermedad muy contagiosa.  
 
 
Sarna
 
Es una de las enfermedades parasitarias más comunes entre los equinos, sobre todo durante la época de calor, cuando proliferan los mosquitos, que son una de las principales formas de propagación de este tipo de enfermedades. La falta de humedad provoca la aparición de polvo y suciedad, y los ácaros empiezan a proliferar.   Los  diversos tipos de ácaros se asientan en determinadas zonas del cuerpo del animal, el caballo comenzará a tener un fuerte prurito y el pelo, antes brillante, se tornará opaco y se llenará de costras y ampollas. A simple vista localizaremos la sarna a través de una descamación en la piel que terminará en la caída de la epidermis, llevando poco a poco a la formación de costras escamosas y a la aparición de grandes llagas transversales.
 
Podemos citar tres tipos fundamentales de sarna que aparece en los caballos:
    - SARNA SARCÓPTICA: causada por el "Sarcoptes equi", un parásito que se introduce en la piel del caballo, donde deja sus huevos. Se manifestará primeramente en la cabeza (labios, ojos y orejas), espalda, cuello y en la zona de la silla, desde allí se irá expandiendo por el cuerpo del animal. La localizaremos porque comenzará con un fuerte picor, que aumentará en los momentos es que expongamos al caballo al sol, en el interior de establos calurosos y durante la noche. Podremos apreciar unos pequeños bultos sobre la piel, perfectamente perceptibles al tacto. El pelo se agrupará en mechones que corresponden a cada uno de estos nódulos. El pelo se caerá con facilidad, dejando pequeñas alopecias. En algunas de estas calvas podremos localizar llagas, que terminarán por transformarse en costras espesas. Si la sarna continúa, acabarán por formarse bastas zonas cubiertas por costras, con llagas que se localizarán principalmente en el cuello y en la garganta. Llegados a este punto, el caballo se encontrará claramente desmejorado, se mostrará desganado y apenas comerá.
    - SARNA PSORÓPTICA Y AURICULAR: causada por el parásito denominado "Psoroptes equi", el cual busca las zonas del cuerpo provistas de pelo largo, así como las partes de flexión de las articulaciones. El modo de contagio es por contacto directo o por transmisión por arneses. Los lugares preferidos para este parásito será debajo del mechón de la nuca, debajo de la ingle, en el muslo, axilas  y zonas de la grupa. Le provocará un intenso y desagradable picor, al que  suele reaccionar   sacudiendo violentamente la cabeza.
    - SARNA CORIÓPTICA: también denominada "Sarna de los pies", puesto que suele comenzar en la zona de las extremidades posteriores desde donde avanza para cubrir, principalmente en el caso de los potros, todo el cuerpo. Se trata del tipo  menos contagioso y su avance suele ser lento, en muchas ocasiones puede estar localizado en una única extremidad durante largos meses. Su aparición se hará notar con un fuerte picor, ante el cual el caballo reaccionará dando pisotones al suelo de manera continuada y mordiéndose las cuartillas.
Tratamiento:
Debemos tener en cuenta que los ácaros y parásitos se desarrollan a sus anchas en la suciedad, por lo que más vale prevenir, por lo que tendremos que desinfactar las  caballerizas, patios, potreros y arneses, con abundante creolina, lisoformo y agua con sal. Ubicar y retirar los bebederos y comederos de las excretas, para evitar que se contaminen, y por supuesto que  nuestro caballo tenga acceso al agua limpia y fresca durante todo el día. Un caballo  realizando ejercicio al aire libre, estará mucho mejor que en la cuadra, ya que se encontrará alejado de peligros de infecciones. Retirar el estiércol todos los días y  depositarlo en un estercolero que estará colocado lo más lejos posible de las caballerizas para que éste se deseque con los rayos del sol, y así  los parásitos, los huevos y las larvas sean destruidos por el exceso de calor.
 
Para combatirla deberá llevar a cabo los siguientes pasos:
    - Esquilado general, incluidas las crines, quemando después  todos los pelos cortados.
    - Limpiar la piel con un cepillo blando y mucho jabón, cuidando de no dañarlo cuando tenga heridas o costras.l 
    - Aplicar  cataplasmas con una solución a base de esteres fosfóricos, que servirá para eliminar  la infección, reducir la inflamación, aliviar las contusiones y limpiar las heridas. Dejarlas  puestas un máximo de 12 horas, pasadas las cuales convendrá repetir la aplicación, no conviene colocarlos durante más de tres días seguidos, a no ser por indicación expresa del veterinario, al cual deberemos llarmar siempre para consultarle, y nos indicará el mejor tratamiento a seguir.
Una vez curado al animal y para prevenir una nueva aparición, convendrá llevar a cabo algunas medidas de prevención, como seguir una alimentación intensiva y abundante, en la que pongamos especial atención a la calidad de los piensos así como al aporte vitamínico. Administrar reconstituyente con vitamina B12 es siempre adecuado. Deberán permanecer al aire libre y, si fuera  posible, en el pastizal. Tampoco debemos olvidar separar al animal de los sanos, para evitar el contagio, teniendo en cuenta que el contacto también puede realizarse indirectamente, a través de sillas, arneses, establo, etc.  
 
 
Tétanos
 
Enfermedad aguda causada por la toxina de Clostridium tetanis (tetanopasmina). La enfermedad se caracteriza por espasmos tónicos intermitentes en músculos voluntarios. Las esporas son viables durante años en el suelo, y el mecanismo de la infección es igual al que se produce en humanos. La penetración por heridas, una incubación de 2 a 50 días, y la tetanopasmina producida bloquea el transmisor inhibidor, lo que produce los espasmos generalizados.
 
Síntomas:
Los animales doblan su espina dorsal hacia atrás hasta 45º, y sufren de terribles convulsiones.
 
Tratamiento:
La tetraciclina y la penicilina son medianamente eficaces en el tratamiento, aunque por lo general termina en la muerte de los animales. Se aplica suero antitetánico.
 
 
Tirones
 
Pueden producirse en  cualquiera de sus extremidades y   pueden llegar a ser muy graves, dejando al caballo parado hasta todo un año y en los peores casos para siempre.
 
Causas:
Suelen ser un mal paso o un terreno demasiado blando, produciéndose más normalmente en los momentos en que el caballo se encuentra galopando o saltando.
 
Tratamiento:
    - Ponga hielo en la zona afectada.
    - Deje descansar al caballo.
    - Llame al veterinario, quien colocará un vendaje anatómico con presión uniforme en la zona.


























0 comentarios:

Publicar un comentario

Share

Twitter Delicious Facebook Digg Stumbleupon Favorites